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sábado, 31 de mayo de 2014

THE WAY -- EL CAMINO

UN DESCANSO
Veo una película sobre El Camino, éste es su título, que me llega rodeada de muy buenos comentarios por parte de amigos, en cuyo criterio tengo gran confianza.
Tanto me la han ensalzado que, es lógico, espero mucho de ella, sin tener en cuenta que puede ser una visión parcial de lo que El Camino representa para alguien, que no tiene que coincidir con la mía.

Con las primeras escenas me confundo, veo todo como mezclado y con una especie de dispersión que no me lleva a nada. Pero tras un saludo muy conocido para mí, entrañable más bien, “Buen Camino”, todo cambia.
CERCA DE PONTEFURELOS
Y dejo la mente volar, mientras veo imágenes evocadoras. ¡Qué cantidad de recuerdos trae consigo este saludo! Viene a ser como una contraseña mágica, que me transporta a otro mundo, a otro modo de ver las cosas, las gentes y el entorno. Es como un parámetro diferente con el que analizar todo.
Recuerdo, lo he dicho aquí, que la primera vez que me saludaron de este modo fue en Pontefurelos. Estabámos mis primos, Paco y Salud, y yo. Al salir de un tabernucho nos abrigó el saludo del tabernero y a los tres nos llegó al sentimiento. Desde entonces, esas dos palabras, “Buen Camino”, me acompañan cuando paso por esta ruta soñada, querida y añorada por miles de personas de todo el mundo.
“Buen Camino”, un saludo que unos queridos amigos míos
ROMÁNICO DEL CAMINO
acaban de oír en Manhattan, dirigido a ellos al saber que eran de esta tierra. Eso, hacia el oeste. Seguro que a miles de kilómetros al este, también hay quien salude con cariño a alguien de esta tierra con esas dos benditas palabras.
El Camino, pasado, presente y futuro nuestro y de todos quienes quieran sanamente compartirlo. Rememoro villas, pueblos y aldeas con casas a punto de caerse, pero testigos de gente de aquí y de allí unidas por un mismo afán, el Camino y llegar, cada uno con su motivo, como se dice en la película que, a estas alturas, ya me ha emocionado un montón de veces.
MONTE DO GOZO
YA SE VE COMPOSTELA
Lo que más conmueve de ella (hasta las lágrimas) es que, al ser preguntado por la cuasa de su andadura, el protagonista no sabe qué contestar. ¡Qué cercano lo encuentro en ese momento!
Muchas veces, en la grandiosidad compostelana, evoco las casuchas y callejas de Triacastela, Liñares, Leboreiro y otras tantas. Vírgenes con leyendas milagrosas, fuentes con fama de curar males o puentes con diablos vigilantes. Todo eso ha quedado atrás cuando se está en Compostela. Como en un tablero de la Oca, las dificultades se han superado y ya se está en el sitio de cada uno, porque cada uno de nosotros tiene el suyo.
TIEMPO PARA LA INTIMIDAD
Luego, hay que volver al lugar de cada cual y vivir una vida renovada. Porque si seguimos con la de antes, de nada ha servido caminar.

Buen Camino, amigos.





COMO RECUERDO, UN AMANECER EN CUALQUIER
LUGAR DEL CAMINO



sábado, 7 de diciembre de 2013

POR EL CAMINO DE SANTIAGO. (XXXVII) AVE FÉNIX CAMINANTE

OTOÑO, TIEMPO DE LEYENDAS...
Hace días paseaba por Compostela y recordaba algo del mito del Ave Fénix. Su origen se sitúa en los países del oriente y siempre, con sus variantes, nos habla de una hermosa ave que muere, pero que pasado un tiempo renace mas hermosa todavía.

El cristianismo asimiló esta leyenda, de profundo arraigo y amplia dispersión, cambiándole algunos matices. Así, sitúa un rosal al pie del árbol del Bien y del Mal, en el Paraíso. Al nacer la primera rosa, nació también un pájaro de hermosos colores. Esta ave fue el único ser que no quiso probar el fruto del árbol prohibido, pero cuando Adan y Eva fueron expulsados del Jardín, el arbusto se incendió de modo accidental y con él murió el ave.

No obstante, el Creador concedió al ave fiel un regalo por el que suspiran todos los hombres desde entonces, la inmortalidad. De las cenizas del nido nació a los tres días el ave más hermosa que se haya podido imaginar, el Ave Fénix.
Sin duda, el Fénix es un ave que encierra el consejo de volver a comenzar a pesar de estar frente a condiciones adversas.  Es un símbolo del renacimiento espiritual, del poder del fuego, de la purificación y la inmortalidad.
A lo largo de sus múltiples vidas, su misión es transmitir el conocimiento que atesora desde su origen al pie del árbol del Bien y del Mal, y servir de inspiración en sus trabajos a los buscadores del conocimiento, tanto artistas como científicos.

+ + +

En la zona monumental de Compostela, hay casas, muchas, con distintivos de propiedad que
CATEDRAL
hacen referencia a las instituciones que las poseían. Son muy frecuentes las vieiras (Propiedad de la Catedral), los pinos (de San Martín Pinario), las cruces griegas de los franciscanos, etc.
SAN MARTIN PINARIO
Hay una de la que nunca he sabido qué institución viene a representar, tal vez porque no he querido saberlo. Es una especie de águila, que podría recordarnos al símbolo del evangelista San Juan. Yo he preferido pensar que nos traía a la memoria a un Ave Fénix altiva renaciendo de sus cenizas. Siempre viva e inmortal, como nuestro Camino.
AVE FENIX
Nunca he creído, y creo que nadie lo ha hecho, que el Camino haya sido igual a sí mismo a los largo de estos siglos de peregrinaje. Seguro que ha tenido sus mas y sus menos, sus aparentes muertes y sus recurrentes renaceres llenos de nueva fuerza y vitalidad. A lo largo de su historia, han debido de ser muchas aparentes desapariciones, algunas con apariencia de definitivas. Recuerdo que, en la década de los setenta del pasado siglo, junto a Santa María de Melide, alguien nos mostraba por dónde seguía el Camino en tiempos pretéritos. Nos lo indicaba como algo ya pasado y no imaginábamos el futuro que aguardaba a aquella senda. Más de una vez he pensado en el Camino como un Ave Fénix capaz de renacer de sus cenizas.
En la calle Azabachería, nº 18, hay una señal como de propiedad, que me resulta desconocida, extraña y me hace reflexionar.
PARA MÍ, TODO UN SÍMBOLO
Un ave rapaz aparece con una vieira agarrada en sus garras. Me gusta imaginarla no como símbolo de propiedad, sino como metáfora del entorno. La veo como un Ave Fenix (El Camino), que lleva a la Catedral o, lo que viene a ser lo mismo, la Catedral renace gracias al Camino y es llevada por él.
Es una interpretación muy personal, naturalmente discutible, pero me gusta pensar hasta qué punto ambas instituciones se han ayudado mutuamente y en este relieve encuentro un símbolo de esta ayuda.
Hoy, muchos tal vez de modo peligroso, confunden Catedral y Camino, y no es así. Conviene tenerlo presente.