viernes, 18 de diciembre de 2015

Regalo que Iñigo Morán hace al Paseante silencioso

Al Paseante silencioso siempre le ha gustado la publicidad. Por eso le gusta mucho el trabajo de este amigo, Iñigo Moran. Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas en la UPV, se mueve muy bien en cosas de su profesión y me gustan mucho sus análisis acerca de temas publicitarios. Al Paseante silencioso le ha emocionado este regalo que le manda por su cumpleaños. Pues además de silencioso, el Paseante también es sentimental...


El spot viral del abuelo que se hace el muerto.
Se acercan las Navidades y pronto llega el momento de reencontrarse con amigos y familiares. Muchos de nosotros estamos inmersos en nuestra planificación navideña y así poder estar con ambos lados de la familia respetando los deseos de parejas, hermanos, padres, tíos…No es un tarea fácil, ya que siempre aparecen nuevas personas con costumbres diferentes que te requieren en una mesa diferente. O en una ciudad que se encuentra a miles de kilómetros de tu hogar.
Quienes más sufren esta planificación son muchas personas de edad avanzada, que ven cómo, poco a poco, se van quedando solas y cada vez tienen menos personas con las que compartir las navidades.
Es lo que le sucede al protagonista de un spot que se ha hecho viral y ha llegado a millones de personas (y de corazones) de todo el mundo.
Llegan las navidades y no tiene nadie con quien celebrar las fechas más señaladas de estas fiestas. Está viudo y sus tres hijos no tienen tiempo para él. Una de las hijas está muy atareada con sus niños. Otro hijo, cirujano, vive por el trabajo y no tiene tiempo para nada más. Y el más joven vive en Pekín, en la otra punta del mundo. 
Este hombre ya se ve sólo escuchando las campanadas, pero tuvo una idea para cambiar su destino… Mira el spot antes de continuar leyendo:





                                                   

Literalmente hablando, este hombre se hace el muerto. Es decir, simula su fallecimiento para que, de este modo, sus hijos acudan a su funeral para darle un último adiós. Envía cartas y SMS donde se comunica “su” fallecimiento.  Obviamente, los hijos acuden a la llamada y esta vez sí hacen el esfuerzo para despedir a su padre.
La sorpresa es que cuando llegan a su casa su padre está vivo, más vivo que nunca, al ver de nuevo a su familia. Te puedes imaginar la cara de sorpresa de sus hijos cuando ven a su padre…Sin duda es el mejor regalo de navidad. Una resurrección como dios manda.

Se trata de una gran iniciativa de una cadena de supermercados para despertarnos la conciencia durante estas navidades.

Visita la web de Iñigo Moran 

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