Una historia termina y comienza otra. Una planta progenitora ha formado semillas, les ha dotado de las necesarias estructuras de diseminación y las semillas caen en diversos lugares. Comienza una nueva historia, la de la planta cuyo diseño biológico va cifrado en los genes que lleva la semilla. En su genotipo. No digo que comience una nueva vida, pues la semilla va viva. Nunca olvidemos el aforismo de Pasteur, allá por el siglo XIX “La vida no se crea, simplemente se transmite…”
GERMINANDO |
Pero no creamos que una semilla que cae en cualquier sitio germinará y dará sus frutos. Falta mucho para eso y la selección natural es dura, en especial con las formas juveniles. En primer lugar, la semilla debe haber llegado a un lugar apropiado, pues muchos suelos no permitirán su germinación. Cuando germine, ha de competir por la luz con otras plantas vecinas, sus raíces han de lograr los nutrientes apropiados y será preciso que los predadores la dejen crecer. Es grande la suma de retos que tienen las semillas, pero los campos repletos de vegetación nos indican que son muchas, y diversas, las que consiguen crecer, fructificar y de este modo salvar la acción de la selección natural.
Desde un punto de vista genético, me atrevo a decir que cualquier vegetal, no produce dos semillas con genotipos iguales o, dicho de otro modo, cada semilla es única entre las producidas por su planta progenitora. Llevando esto al límite, podemos pensar que una semilla puede no tener la dotación genética apropiada para germinar en un sitio concreto, mientras que otra, procedente de la misma planta y en ese mismo lugar, es capaz de originar un individuo muy adaptado y, por tanto, productivo para la especie.
A veces, con nuestra mentalidad humana, es difícil asumir lo efímero de estos genotipos tan adaptados. Los genes, los alelos, son muy duraderos a lo largo de las generaciones, mientras que los genotipos duran lo que duren sus poseedores. Los genotipos, que son combinaciones de alelos, se descomponen cuando se forman gametos a causa de sus mismos procesos de formación. Es lo que tiene la reproducción sexual y la necesaria génesis de variabilidad gamética.
Existe otro tipo de reproducción, la asexual, en la que los descendientes mantienen el genotipo de los progenitores. En estos casos se genera lo que conocemos con el nombre de clon y que definimos como el conjunto de individuos que descienden de uno solo mediante reproducción asexual. Todos ellos tienen, por tanto, el mismo genotipo.
Existen diversos modos de reproducción asexual, y no me extraña que en algunas condiciones, la selección natural favoreciese esa estrategia cuando con ella se pudo asegurar por tiempo indefinido la presencia de algunas plantas en áreas concretas. La dispersión de semillas es azarosa, así como el hecho de que alguna de ellas llegue a un hábitat determinado, siendo portadora del genotipo apropiado para crecer en él. Si esta semilla, adaptada a este entorno, alcanza el estado de madurez y es capaz de generar descendencia fértil, supongo que la selección natural podría favorecer cualquier mecanismo que prolongase su presencia en ese hábitat a lo largo de generaciones, haciendo que el genotipo apropiado no constituyese una presencia efímera. En estos casos, supongo, la aparición de estrategias formadoras de clones tal vez fue favorecida por la selección natural, de modo que la planta en cuestión pudo estar presente durante varias generaciones sin cambiar su genotipo, que estuvo adaptado desde el principio (por eso germinó). El mecanismo biológico para tal situación fue que la planta se reprodujese por vía asexual.
ESTOLONES DE UNA FRESA OTRO CLON |
Consideremos un ejemplo concreto, una fresa. Un ave come el fruto con múltiples semillas, que son pequeñas y con cubierta dura. Son esos granitos que se nos quedan entre los dientes al comer fresas. El ave no digiere las semillas y las expulsa, entre sus deyecciones, en algún lugar. Allí, las semillas podrán germinar o no. Supongamos que algunas lo hacen. Pero, mientras germinan, han de competir con otros seres vivos presentes en el suelo. Solamente alcanzarán el estado adulto, reproductor, aquellos individuos que posean un genotipo que haga de ellos unos seres adaptados que tendrán descendencia fértil. Sus flores generarán frutos con semillas que serán dispersadas por animales al comerlas. Pero ninguna semilla llevará el genotipo de la planta progenitora, ese genotipo se ha descompuesto en el mismo proceso de formación de gametos.
No obstante, la planta posee otro mecanismo de reproducción asexual, que le permite la formación de un clon todo lo amplio que pueda ser y con individuos poseedores del genotipo de la planta originaria, adaptada al lugar. La planta produce estolones, que son tallos rastreros con nudos y entrenudos que crecen a ras del suelo. Los nudos pueden formar raíces y de este modo la planta se propaga generando individuos que poseen el mismo genotipo entre ellos y con la planta progenitora. Esos nuevos individuos también formarán flores, frutos y semillas. Es decir, son un clon, y lo definimos como el conjunto de individuos que proceden de uno solo mediante reproducción asexual.
UNA PLANTA DOMÉSTICA QUE SE REPRODUCE POR ESTOLONES |
En la naturaleza hay diversos mecanismos que hacen las veces de reproducciones alternativas en las plantas que poseen esta estrategia. Rizomas y estolones son algunos de estos mecanismos. Nosotros mismos, cuando hacemos esquejes a partir de una sola planta, estamos haciendo un clon.
En ese clon hipotético del que hablo, cuando se forman semillas después de la gametogénesis previa, se genera una gran diversidad genotípica en ellas y se prepara la estrategia de colonizar hábitats nuevos. Por eso es necesaria tal diversidad genotípica. Una vez llegados a esos hábitats, las plantas que germinen en ellos, lo harán por poseer el genotipo apropiado, ya no precisan generar variabilidad y sí incrementar en número de individuos con el mismo genotipo. Para lograr este incremento, la estrategia asexual ha sido la favorecida por la selección natural.
Excelente publicação da Reprodução
ResponderEliminarGracias, Marina Seischi por tu comentario y tu opinión acerca de mi artículo.
ResponderEliminarCreo Emilio que ya hemos hablado muchas veces sobre el tema de la reproducción vegetativa y sus usos comerciales en muchas áreas de la agricultura (floricultura, fruticultura,...) pero no recuerdo este enfoque como estrategia que ha sido la favorecida por la selección natural. Me ha encantado!
ResponderEliminarPoco hemos inventado en temas de biología, Norte. La naturaleza, con sus años de existencia, ha tanteado todas las posibilidades. Esta alternancia de reproducciones en vegetales siempre me fascinó, la verdad. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarlo de la reproduccion alternante de la face ASEXUAL A LA SEXUAL muy importante para comprender la biología
ResponderEliminarSi, son estrategias muy interesantes que hay en especies animales y vegetales. Es un aspecto interesante en biología. Gracias por tu comentario, Juan Antonio Cavalleri Horjales.
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