martes, 1 de enero de 2019

Sólo sé...

Estamos de tertulia en un café y pregunta un contertulio que qué habría ocurrido si los dinosaurios aún anduviesen por aquí. Que cómo sería la configuración de la actual biosfera y qué papel jugaría el hombre dentro de tal escenario, en caso de que tuviésemos  cabida en él. 



La verdad es que nunca me ha gustado aventurar acerca de las consecuencias actuales de hechos que pudieron haber ocurrido en el pasado. Lo que se viene en llamar futuribles. Nunca me han gustado esos paseos intelectuales porque tengo una mentalidad muy basada en hechos comprobados para, sobre ellos, ir desarrollando mis ideas. Nunca se me ha dado por fantasear y utilizar las fantasías como herramientas de trabajo. 


EL REGISTRO FÓSIL NOS APORTA
MUCHA INFORMACIÓN



Más bien me defino como un escéptico que cree que lo que sabemos es muy poco en comparación con lo que ignoramos. Por eso, siempre estamos revisando lo que damos por sabido. Con el cuerpo de conocimientos que poseemos, intentamos explicar el entorno sin dogmatismos de ningún tipo. Y cuando tal suma de conocimientos aumenta (por descubrimientos de nuevos datos, por aparición de una nueva técnica de estudios, o por lo que sea), revisamos los anteriores conocimientos por ver si se mantienen como ciertos a las nuevas luces aportadas por el proceso investigador. Eso explica que siempre estudiemos la estructura del cromosoma, por ejemplo, o de los flagelos, o los procesos de la división celular. Cuando hacemos eso, algunos conocimientos previos tenidos como ciertos, se desmoronan, mientras otros se afianzan. Cuidado, digo “afianzan”, no que alcancen la categoría de dogmas. Simplemente, son conocimientos que siguen superando nuevos métodos de revisión. Conforme las hipótesis superan más y más pruebas, se van consolidando como posiblemente ciertas. Hace poco comenté aquí mismo cómo unos descubrimientos inesperados obligaron a replantearse muchas teorías de la genética de poblaciones. 


LOS ESTUDIOS MOLECULARES
SON HOY FUNDAMENTALES



Dinosaurios, me preguntan sobre dinosaurios. Hermosos temas productivos para un público infantil que se adentra en un consumo feroz. Películas (no he visto ni una), enciclopedias, colecciones de figuras, niños que saben los nombres científicos de todos los muñecos, parques temáticos metas de excursiones, museos. No me opongo a ese deseo de saber sobre esos seres enigmáticos que, es posible, fueron los mayores animales que ha habido en la tierra. Pero detrás de todo eso hay un comercio tremendo y una búsqueda de mercado consumista. Ni asomo de interés por incrementar el conocimiento general.



LA SECUENCIACIÓN DE ADN ES FUENTE
DE INFORMACIÓN EVOLUTIVA

También es cierto que un gran amigo mío, biólogo, cuando era niño se conmovió tanto en una película sobre dinosaurios, que estudió Biología por acercarse a ellos desde la ciencia. Hoy, ya doctor, está ampliando sus estudios sobre ese mismo tema: Dinosaurios. 



¿Que qué hubiera ocurrido si no se hubiesen extinguido? Pues yo qué sé. Cuando ocurrió tal extinción masiva, quedaron muchos hábitats disponibles que ocuparon rápidamente los incipientes mamíferos. Digamos que fue como un proceso de substitución. 



Hoy se supone que las actuales aves son descendientes evolutivos de los dinosaurios. Se extinguieron, pero quedaron representados por ese grupo de vertebrados que llamamos aves. A este tipo de extinción se le conoce como “extinción filética”, que ocurre cuando un grupo como tal desaparece, dando lugar a otro muy diferente al originario, pero del que hereda toda su historia evolutiva previa. 



Otra cosa es la extinción, sin adjetivo. Ocurre cuando un grupo desaparece sin dejar descendencia entre los seres vivos. Sólo su presencia en el registro fósil.


Fotos: Fondo de Google

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