Mostrando entradas con la etiqueta Claustro. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Claustro. Mostrar todas las entradas

domingo, 24 de enero de 2016

Paseando por el claustro del Museo

Paseo por el claustro del antiguo convento de franciscanos de Lugo, hoy sede del su Museo Provincial. Mendizábal trajo esas cosas, tal vez como símbolo necesario del momento en que un mundo desaparecía dando lugar a otro. Lo cierto es que, en pleno centro de la ciudad lucense, tenemos ese hermoso claustro para disfrute de quien quiera verlo y pasear junto a sus arcos.

CAPITELES EN EL CLAUSTRO
Claustro conventual, cuadrado, con arcos y pozo central cobijado por un nogal. Pasillo y corredor por el que antaño se habló, se paseó, se rezó y se celebraron procesiones. De todo eso fue testigo este claustro que hoy recibe nuestra visita. Lo que veamos en él, depende mucho de nuestros ojos.

Hoy es parte de la sede del Museo Provincial de Lugo, y allí se exponen gran parte de elementos de su colección permanente: relojes de sol, heráldica, lápidas y aras romanas, capiteles de diferentes épocas, etc. Hoy constituye un paseo sosegado pero, ¿y antes? ¿Cómo era cuando en él se rezaba, charlaba o se paseaba?

FIGURAS GEOMÉTRICAS EN EL SUELO
REALIZADAS CON PIZARRAS Y CANTOS RODADOS


Me resulta difícil contestar a esa pregunta, pero dispongo de algunos datos. Tenemos indicios que permiten adentrarnos en lo que nos dicen esas piedras elegantemente colocadas allá por el siglo XV. Si empezamos por el suelo, vemos cuadrados enmarcados por hileras de piedras graníticas. Estos cuadrados están configurados por dibujos geométricos (“no hay dos iguales”) hechos con cantos rodados. La dureza del cuarzo, la generosidad del río y la pobreza franciscana dan lugar a esta belleza. Suelos así son comunes en muchos claustros de monjes que no nadaron en la abundancia. Recuerdo ahora otros en la misma provincia de Lugo.
SENCILLO, ELEGANTE, ACOGEDOR

De la arcada podría decir que es espectacular, claro, y no faltaría a la verdad. Una mezcla de realidad y ficción. Lo que se ve y lo que se siente. Vemos un gran patio cuadrado, con pozo en el centro y rodeado por arquerías. En tres cuerpos de tres arcos en cada lado, separado cada cuerpo por una columna de sostén para el piso superior. En cada uno de los lados del claustro, el arco central define un acceso al patio. Todo muy simétrico no exento de belleza por su armonía. Las columnas, colocadas a pares, (geminadas se llaman), sostienen sendos capiteles en los que abundan las figuras vegetales, reales o imaginarias, y algún que otro monstruo. El tiempo de los capiteles catequéticos ha quedado atrás. Los arcos están muy peraltados con rebordes que confieren, en días soleados, bonitos juegos de luces y sombras a al arquería.

El techo de este paseo es plano y hoy sostiene estructuras encaminadas a la iluminación de los objetos expuestos. No sé si hubo bóvedas o si no las hubo. En todo caso, no ha quedado recuerdo de ellas.

PARTE SUPERIOR, BARROCA

En el claustro hay un piso superior, que fue realizado en épocas posteriores a la que me he referido hasta ahora. Es de la época barroca. Las ventanas están como colocadas como sobre placas, con trabajados bordes, que configuran el compostelano estilo conocido como barroco en placas. Contando también con la complicidad del sol y sus sombras, confieren al piso superior un bonito aspecto, en el que luce el escudo de la Orden Franciscana.

Bonito claustro, bonita situación, en el centro ciudadano. Y me gusta esa sensación de estar en otro mundo, ni mejor ni peor, simplemente “otro”, que siento al entrar en él. Fuera quedan los apuros ciudadanos, las prisas, los detalles de la vida cotidiana. Yendo entre estos arcos, me da la sensación de adentrarme en otro escenario.

ARCOS DE CURVATURA DESIGUAL

A las grandes personas las admiro por sus cualidades, por su contribución a nuestro mundo, pero siempre me ha gustado conocer algo de sus defectos. Es como verle unos pies de barro que, a mis ojos, hace más humano al personaje admirado. Este claustro tiene un defecto escondido, que nunca he visto señalado, tal vez por un silencio cariñoso o respetuoso que tema desvirtuar su gran dimensión. El claustro no es homogéneo en la curvatura de sus arcos. Si nos fijamos bien, algunos son más abiertos y otros más cerrados que la mayoría de ellos. Nunca he sabido la respuesta a esto, si acaso la hay. Tampoco creo que sea algo así como un mensaje secreto. No sé.

ARCOS DE MEDIO PUNTO CON RADIOS DIFERENTES
Una vez oí decir que este claustro es único en no sé qué. No presté atención, pues huyo de esas singularidades. Siempre habrá algún detalle por el que cualquier monumento sea único. No estamos en un concurso barato.