viernes, 18 de septiembre de 2020

El tamaño de una población


Una amiga entrañable está preocupada por nuestra fauna. Yo soy pesimista en cuanto a la conservación de muchas especies. Depende de políticas acertadas y proyectadas a largo plazo. Pero también depende de cada uno de nosotros, y tengo mis dudas. Para ella, para mi amiga, escribo estas reflexiones. 


Hace un tiempo, reunidos unos amigos charlábamos de temas relacionados con el medio ambiente de Galicia. Uno de ellos, bien intencionado, comentó que, en la Sierra de Ancares, el urogallo “ya” no estaba en peligro de extinción, pues había unos veinte ejemplares por la Sierra. Como biólogo, me pareció una población pequeña, pero para tener más datos pregunté que cómo se distribuían por sexos esos veinte individuos. Mi amigo, algo picado, comentó con retranca que ya “salió el genetista…” La conversación cambió de tono, siempre cordial. 
 
UROGALLO. PARA MUCHOS, TÉCNICAMENTE
EXTINGUIDO EN LOS ANCARES

Se me hizo preciso aclarar cuatro conceptos. Una cosa es el tamaño censal de una población. Es decir, el número de individuos que encontramos después de realizar un censo y que simbolizamos como N. Tiene importancia biológica, pues ese tamaño puede venir determinado por criterios de territorialidad, disponibilidad de recursos, número de predadores y demás factores que lo limiten. El número de individuos que puede haber en un territorio no es ilimitado, hay que tenerlo claro. 

Esos veinte urogallos que había en los Ancares, deberían constituir una población biológica para suponer que por sí solos son capaces de eliminar el peligro de extinción, como nos quiso hacer ver nuestro contertulio. ¿Es así? 
 
POBLACIÓN DE ESTORNINOS

Primero, conviene comentar lo que en biología entendemos por “población”, un concepto muy operativo. Para los biólogos, una población es un conjunto de individuos de la misma especie que comparten espacio, tiempo y algunas más características biológicas que determinan una alta cohesión reproductiva y ecológica. Indudablemente, los miembros de una población se reproducen entre sí y tienen hijos fértiles. El requerimiento conceptual y funcional de que se produzcan hijos fértiles implica que esa población es capaz de autoperpetuarse sin necesitar ayudas externas de ningún tipo para hacerlo. 

Entramos en terrenos evolutivos al decir que una población debe (biológimente hablando) originar la siguiente. Esto garantiza, dentro de lo que cabe, la perpetuidad de esa población en ese hábitat concreto. Para que se produzca ese proceso, insisto, cada población debe generar la siguiente. Desde una óptica biológica, a la población le resulta indiferente reproducirse, pero el proceso es fundamental para la especie a la que pertenece. En urogallos (como en todas las aves, mamíferos y muchas otras especies animales y vegetales), la reproducción es sexual, es decir, implica machos y hembras. Por eso yo preguntaba que, dentro de la población censal de 20 urogallos, cómo se repartía este censo entre machos y hembras. Es aquí donde aparece el concepto de “tamaño eficaz de población” (Ne), que viene a decir a cuántos individuos reproductores equivaldrían los 20 de los que hablaba nuestro amigo. 
 
CABALLOS DE LA CAMARGA. SUELEN VIVIR EN
GRUPOS DE 40 INDIVIDUOS

Existen fórmulas para calcular este tamaño eficaz. Todas ellas tienen en cuenta el número de machos y de hembras, además de factores influidos por el modo de reproducción. Y en todas, el número de machos y el de hembras interactúan como producto, de modo si una de las cantidades es igual a cero, el total también lo es. Si todos son machos, (hembras = cero) o todas hembras (machos = cero), el tamaño eficaz es cero. Cuando el tamaño es cero, la población está abocada a la extinción, para comprenderlo no hace falta aplicar fórmula ninguna. En esas fórmulas es fácil ver que, dentro de un tamaño censal dado, el valor máximo se produce cuando el número de machos es igual al de hembras. 

Una fórmula muy utilizada es la siguiente, aunque tiene sus limitaciones: 



              (nº de machos) x (nº de hembras) 
Ne = 4 x -------------------------------- 
                  número total de individuos 



Donde Ne representa el tamaño eficaz,- 


¿Por qué el calificativo de eficaz? Porque se define en términos evolutivos, desde el punto de vista de permanencia de la población en un territorio dado. Esos individuos, los reproductores, serán los que transmitan sus genes a la generación siguiente y quienes contribuirán, a que ésta permanezca en su hábitat. 
 
CIERVO VOLADOR
EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Algún machista cateto (todos los machistas lo son), dirá que el tamaño ideal está formado por un macho y las demás, hembras. Corroborará su dicho con una sonora carcajada de hombre sabido. Yo le diría que no tratamos de una granja, donde el ganado está sometido al cuidado humano. Queremos una población autónoma. Y esa que él propone con risotadas estentóreas produciría una descendencia en la que todos los miembros serían medio hermanos, existiendo una fuerte tendencia a la consanguinidad en generaciones sucesivas. Mejor que calle el machista, escuche e intente aprender, que siempre queda algo.


6 comentarios:

  1. Estupendo artículo, amigo
    Con tu permiso me lo quedo
    Un abrazo y cuidate, espero que estés bien.

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  2. Sí, bien, gracias por tu interés. Supongo que tú también. En cuanto al artículo y su contenido, es algo que me preocupa, que no se tienen en cuenta los tamaños de población y sólo son de interés los tamaños censales. Gracias por tu comentario. Quédate con todos los artículos que te resulten de interés, gracias.

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  3. Lo de las carcajadas barbaro Emilio,la poblacion increchendo y pululando como decia en sus clases,un profe de Biologia,que fue alumno tuyo y que hoy se estara desde El cielo riendose de esto que escribo,ya sabes un besiño.

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  4. El artículo explica con mucha claridad el concepto de población biológica. Si no te importa lo utilizaré como lectura inicial en mis clases de Ciencias de la Tierra y el medio ambiente. Me encanta tu blog

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  5. Como siempre muy ilustrativo. Gracias

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  6. El mítico urogallo. la primera vez que oí hablar del urogallo fue a mi hermano Eduardo, a su regreso de una excursión a los Ancares cuando era alumno de Preuniversitario. Los había llevado Xesús Alonso Montero.
    Abrazos
    Chiruca

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