Reiteradamente
digo que la selección natural actúa de modo ciego, que carece de planes que van
más lejos de la generación siguiente a aquella de la que estemos hablando.
Decimos que siempre ha sido así, desterrando toda
idea de lo que pudiésemos entender como un proyecto evolutivo.
No obstante, el registro fósil nos permite ver cómo
existieron tendencias evolutivas a lo largo del tiempo, como la formación de la
pezuña de los caballos o nuestra misma dentición. ¿Existió en estos casos algún
tipo de proyecto que convenía alcanzar?
PROGRESO DE NUESTRA VERTICALIDAD ABAJO: PERFIL DEL CRANEO |
Verdaderamente ambos datos, ciertos, parecen
contradictorios y voy a intentar aclarar cómo no lo son. En primer lugar,
estamos acostumbrados a hablar de genes solitarios cuya presencia o ausencia
provocan caracteres perfectamente detectables. Por ejemplo, el gen que regula
la posibilidad de enrollar o no nuestra lengua. Todo depende de un gen con dos
alelos, uno permite enrollarla y el otro, no. Algunos genes que determinan
colores de flores siguen esta misma pauta, en la que un gen regula un color y su
alelo otro alternativo.
Estos son los llamados genes “cualitativos”, cuyos
efectos se definen por poseer o no una cualidad. Son sencillos de estudiar y se
utilizan como ejemplos, pues son útiles para mostrar cómo los genes van pasando
de una generación a la siguiente. Los caracteres estudiados por Mendel fueronde este tipo, lo cual no dejó de ser una suerte desde el punto de vista
científico. La selección natural es muy drástica con ellos, haciendo que las
poblaciones sean muy uniformes en los caracteres que determinan, a no ser que
sean indiferentes para la selección, y les llamamos genes “neutros”.
POSIBLE ANTEPASADO DEL TRIGO: AEGYLOPS |
Pero la mayoría de caracteres no son cualitativos,
más bien son caracteres que se expresan por intensidades y se califican por
cantidades, medias y varianzas. Son caracteres que no se refieren a un
individuo, sino a la población a la que pertenece. Color de piel, de cabello,
de ojos, estatura, peso y muchos más se
definen como caracteres de una población como el valor medio entre sus
componentes y la varianza, que nos viene a indicar la variación de ese valor
concreto entre los mismos componentes.
En estos casos de caracteres, llamados
“cuantitativos”, son muchos los genes que intervienen para determinar cada
carácter. Así, un individuo es alto porque muchos genes determinan su elevada
estatura. Otro tanto ocurre con coloración, peso o número de flores.
Como son muchos los genes responsables de cada
carácter, diferentes combinaciones suyas pueden provocar los mismos fenotipos.
Por otra parte, en períodos geológicos de ambientes
constantes, la selección pudo haber sido muy uniforme a lo largo de mucho
tiempo debido a esa constancia ambiental, de modo que durante un amplio número
de generaciones pudo haber favorecido los mismos caracteres que, por tanto, fueron
acentuando su manifestación fenotípica y hoy, cuando disponemos de registros
fósiles adecuados, y establecer series con ellos, podemos ver como una
tendencia evolutiva que no está reñida para nada con la ceguera ni la
aleatoriedad, dos características que atribuimos a la actuación de la selección
natural.
Qué interesante, la estadística juega un papel importante en la calificación de los caracteres!
ResponderEliminarGracias Emilio. abrazos
Chiruca
Gracias a ti, Chiruca. La estadística es un arma necesaria en la Genética Cuantitativa. Besos, Emilio
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