Mostrando entradas con la etiqueta Camino de Santiago. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Camino de Santiago. Mostrar todas las entradas

sábado, 5 de julio de 2014

POR EL CAMINO DE SANTIAGO: LA LÁPIDA DE TEODOMIRO

EXCAVACIONES EN LA NAVE CENTRAL
DE LA CATEDRAL DE SANTIAGO
Lo dice la leyenda: Un ermitaño, de nombre Pelaio, vio caer estrellas sobre el monte. Otros dicen que era un pastor, pero coinciden en que las luces cayeron. Hoy nadie se cree eso de las estrellas cayendo, pero los relatos de entonces se hacían, también, para encandilar a los oyentes y lo de lluvia de estrellas tenía mucho atractivo en la época en que se fraguó la leyenda.
Sigue diciendo la leyenda que el pastor desbrozó el monte y encontró una tumba, con unas señales especiales y que, posiblemente, la tradición había guardado en la memoria popular.
Pelaio, conocedor de quiénes administran el poder en esta tierra, avisó al rey, Alfonso II el Casto, y al Obispo de la zona, Teodomiro, que tenía su sede en Iria Flavia, hoy cerca de Padrón.
Se ponen en marcha los mandatarios, se encuentran junto a la tumba anunciada por el monje Pelaio y “por las señales que muestra” coinciden en que no cabe duda de que se trata de los restos del Apóstol Santiago.
EXCAVACIONES. SE VEN LAS BASAS
DE LAS COLUMNAS DE
LA NAVE CENTRAL
Alfonso II manda construir un templo y funda un monasterio de monjes para cuidarlo. Este monasterio (hoy femenino), es el de San Paio Antealtares. En él se guarda la primera descripción escrita del hallazgo. Figura en el documento llamado “Concordia de Antealtares” y se viene a comentar, más o menos, como lo he hecho. Lástima que insista en las señales inequívocas que acompañaban a los restos humanos, pues les concede un gran valor probatorio, pero no nos dice cuáles eran.
Alfonso se volvió a Oviedo. A este rey se le considera el primer peregrino y se conoce como Camino Primitivo el itinerario que siguió para llegar a Compostela.
De Teodomiro no se volvió a saber nada. Ni un documento, ni una referencia, Nada de nada, hasta el punto de que muchos llegaron a dudar de su existencia, atribuyéndole la categoría de personaje legendario.
MONUMENTO FUNERARIO A TEODOMIRO
CON LA LÁPIDA ORIGINAL
En el año 1946 se iniciaron unas obras de reforma y consolidación del pavimento de la catedral compostelana. 
Hubo más de una sorpresa entre todo cuanto se encontró. Indudablemente, los cimientos de las diferentes basílicas que se fueron construyendo para dar cabida a tantos peregrinos como llegaban. Había más. Muchos, muchos datos que interpretan quienes saben hacerlo. Pero, entre tantas cosas encontradas, y coetáneo con la fecha en que se encuentra al Apóstol, aparece la tumba de Teodomiro con una inscripción perfectamente legible. En ella se habla del obispo de Iria. Con este hallazgo, el obispo pasa a ser personaje histórico y deja de ser legendario. Por otra parte, el obispo debió de encontrar "algo" importante para querer ser enterrado junto a lo hallado, renunciando a serlo en su propia catedral, como era norma en sus antecesores.

RECONSTRUCCIÓN DE LA TUMBA
 DE TEODOMIRO
La lápida sepulcral de Teodomiro estuvo expuesta durante mucho tiempo en la entrada del Museo de la catedral de Santiago de Compostela. Hoy se ha simulado un sepulcro y la lápida se ha colocado sobre él. Está situada en la nave transversal, parte de la epístola, cerca de la puerta que da a la Plaza de Platerías.

LAPIDA DE TEODOMIRO. EN LA SEGUNDA LINEA,
ES FÁCIL LEER "THEODEMIRUS"


Como en anteriores ocasiones, y en relación al Apóstol, lo tenido como leyenda se consolida como veraz mediante documentación fiable.

domingo, 29 de junio de 2014

ES MUJER, QUE NO ES VARÓN - LEYENDA DEL CAMINO DE SANTIAGO

Un día de estos, me acerqué hasta Vilasantar das Nereidas, más allá de Leboreiro y antes de Pontefurelos. La zona es hermosa y muy
IGLESIA DE VILASANTAR
querida para mi. A veces, con viento y lluvia, me resulta sobrecogedora, pues allí la lluvia forma parte del paisaje. Todo ese tramo del camino está lleno de lugares plenos de arte y con historias peculiares.
Pasé por Leboreiro, entrañable Leboreiro, con su tímpano albergando a la Virgen de granito, la que no quiso estar en el interior de la iglesia, pues prefería el exterior, viendo pasar a los peregrinos hacia Compostela.

Frente a la iglesia, el hospital fundado y mantenido por la familia Ulloa. De su cuidado se encargaban los Monjes Hospitalarios, así como de la seguridad de los caminantes. Los Monjes iban de un lado para otro, siempre recorriendo el Camino en una u otra dirección, y atentos a que se tratase a los peregrinos con la consideración merecida. Desde Samos a Compostela, los Hospitalarios de Vilasantar cuidaban que no ocurriese nada adverso a quienes venían desde todas partes de Europa a postrarse a los pies de Santiago, el del Zebedeo.
Entre los Monjes, uno de ellos, de nombre Aloysus, ganó merecida
AL CUIDADO DE ALOYSUS
fama por su saber como herborista así como por su prontitud en resolver litigios que se pudiesen presentar entre la gente. No fueron raros los casos que se le presentaron de personas enemistadas por diversas situaciones, y que él resolvió con premura y al gusto de todos. Fue tal la fama que adquirió como dispensador de soluciones, que los días acordados por el Superior para atender problemas, se llenaba la iglesia de gente deseosa de presenciar el modo de proceder de Aloysus. Por otra parte, su preocupación por los peregrinos hizo que pasase noches enteras tocando campanas, cuando su sonido constituía la única orientación para caminantes rezagados a causa de cansancio, lluvias o nieblas.

Aloysus gozaba de merecida fama en toda la zona gallega del 
ALOYSUS TOCÓ EN ESTA TORRE EN MÁS
DE UNA OCASIÓN

Camino. Por eso, cuando enfermó de muerte, la iglesia se llenó de fieles rogando por su salud. El día que murió, la gente le lloró como algo muy preciado. El Superior de la comunidad de Vilasantar das Nereidas, decidió que, debido a sus múltiples méritos, fuese enterrado a los pies del altar mayor de la iglesia, y así se comunicó a los fieles.
Pero ocurrió algo inesperado. Al amortajar el cadáver, los monjes comprobaron atónitos que Aloysus era mujer, “que no varón”. Ante esta inesperada novedad, y la necesidad de una solución rápida, se plantearon dos actuaciones posibles. Una de ellas proponía seguir el ceremonial previsto y enterrarlo al pie del altar mayor. “Total, -se decía-, nadie se va a enterar”.
CERCA DE VILASANTAR
Pero el superior, que estudió el caso, dijo que la incorporación de Aloysus a la Orden Hospitalaria había sido nula, con engaño. En consecuencia, nunca había sido monje, toda su vida había sido una falsedad y, por tanto, no merecía ese lugar de privilegio para su entierro.
No faltaron quienes adujeron la dificultad de explicar esto a los peregrinos que iban llegando al funeral, que cada vez eran más. Así que el superior accedió a se enterrase en el exterior de la iglesia, en el muro junto a la puerta y sin figura funeraria sobre el sepulcro.
Hoy en día, su tumba sigue siendo una de las paradas obligadas a lo
TUMBA DE ALOYSUS
largo del Camino. A veces, yo no sé con qué frecuencia, aparece durante unas horas la escultura pétrea de una mujer yacente sobre la tumba. Muchos son los que la han visto, pero yo no, ni dispongo de foto para ponerla aquí.

Por la zona la historia se cuenta tal cual la relato, pues ha sido allí donde la he recogido.

sábado, 31 de mayo de 2014

THE WAY -- EL CAMINO

UN DESCANSO
Veo una película sobre El Camino, éste es su título, que me llega rodeada de muy buenos comentarios por parte de amigos, en cuyo criterio tengo gran confianza.
Tanto me la han ensalzado que, es lógico, espero mucho de ella, sin tener en cuenta que puede ser una visión parcial de lo que El Camino representa para alguien, que no tiene que coincidir con la mía.

Con las primeras escenas me confundo, veo todo como mezclado y con una especie de dispersión que no me lleva a nada. Pero tras un saludo muy conocido para mí, entrañable más bien, “Buen Camino”, todo cambia.
CERCA DE PONTEFURELOS
Y dejo la mente volar, mientras veo imágenes evocadoras. ¡Qué cantidad de recuerdos trae consigo este saludo! Viene a ser como una contraseña mágica, que me transporta a otro mundo, a otro modo de ver las cosas, las gentes y el entorno. Es como un parámetro diferente con el que analizar todo.
Recuerdo, lo he dicho aquí, que la primera vez que me saludaron de este modo fue en Pontefurelos. Estabámos mis primos, Paco y Salud, y yo. Al salir de un tabernucho nos abrigó el saludo del tabernero y a los tres nos llegó al sentimiento. Desde entonces, esas dos palabras, “Buen Camino”, me acompañan cuando paso por esta ruta soñada, querida y añorada por miles de personas de todo el mundo.
“Buen Camino”, un saludo que unos queridos amigos míos
ROMÁNICO DEL CAMINO
acaban de oír en Manhattan, dirigido a ellos al saber que eran de esta tierra. Eso, hacia el oeste. Seguro que a miles de kilómetros al este, también hay quien salude con cariño a alguien de esta tierra con esas dos benditas palabras.
El Camino, pasado, presente y futuro nuestro y de todos quienes quieran sanamente compartirlo. Rememoro villas, pueblos y aldeas con casas a punto de caerse, pero testigos de gente de aquí y de allí unidas por un mismo afán, el Camino y llegar, cada uno con su motivo, como se dice en la película que, a estas alturas, ya me ha emocionado un montón de veces.
MONTE DO GOZO
YA SE VE COMPOSTELA
Lo que más conmueve de ella (hasta las lágrimas) es que, al ser preguntado por la cuasa de su andadura, el protagonista no sabe qué contestar. ¡Qué cercano lo encuentro en ese momento!
Muchas veces, en la grandiosidad compostelana, evoco las casuchas y callejas de Triacastela, Liñares, Leboreiro y otras tantas. Vírgenes con leyendas milagrosas, fuentes con fama de curar males o puentes con diablos vigilantes. Todo eso ha quedado atrás cuando se está en Compostela. Como en un tablero de la Oca, las dificultades se han superado y ya se está en el sitio de cada uno, porque cada uno de nosotros tiene el suyo.
TIEMPO PARA LA INTIMIDAD
Luego, hay que volver al lugar de cada cual y vivir una vida renovada. Porque si seguimos con la de antes, de nada ha servido caminar.

Buen Camino, amigos.





COMO RECUERDO, UN AMANECER EN CUALQUIER
LUGAR DEL CAMINO



sábado, 29 de marzo de 2014

SOBRE SERES VIVOS: SEREIS COMO DIOSES

El Génesis nos relata que quien instigaba a Eva para comer el fruto prohibido, le prometió “Seréis como dioses”. ¿Qué se entendía por ser como dioses? Tal vez poseer la sabiduría total, el ser inmune al dolor y, fundamental, disfrutar de inmortalidad. Está claro que, sigo con el Génesis, Adán y Eva no lograron lo prometido.

ICARO CAE AL MAR 
(a la derecha del cuadro, al pie del velero)
Esto ha sido una constante de la humanidad. Siglos más tarde, en la religión griega existía una sola falta contra los dioses llamada Hybris, consistente en quererlos emular, pretender ser como ellos. Recuerdo ahora a Ícaro queriendo volar y pegándose con cera unas alas en su espalda. Al subir, el sol derritió la cera e Ícaro cayó al suelo. A los dioses no les gusta que queramos invadir su territorio y nos castigan cuando queremos hacerlo. En un cuadro, atribuido a Brueghel, se representa esta caída entre gentes dedicadas a sus tareas cotidianas porque, piensa el pintor, a nadie le importan los castigos que otros puedan recibir de los dioses.

SINTETIZADO O SINTETIZABLE
No obstante, ese deseo de emular a los dioses sigue presente en nuestro inconsciente cotidiano. Cuando un muchachote dice estar “como dios”, tal vez crea pronunciar una brutalidad muy moderna, cuando realmente está enlazando con una tradición cultural tan antigua como el hombre, al menos en el sentido bíblico.

Ser como dioses… La Hybris griega como estímulo conceptual, querer saber cada vez más, generar vida, erradicar el dolor de nuestras vidas, ser inmortales, entre otros deseos. ¿Son realizables?

NADA QUE COMENTAR
Creo que la génesis de vida artificial es algo que perseguimos, aunque está lejos de ser alcanzada. No obstante, está siendo un reto muy fecundo en descubrimientos, en proyectos de investigación y en ríos de tinta para una prensa más o menos sensacionalista revestida de aires serios.

La erradicación del dolor está bastante lograda, creo yo, si bien es una opinión puramente personal.

La inmortalidad constituye una quimera que cada vez está mas claro
CENTERIO RURAL EN PADORNELO
PORTO DO POIO, CAMINO DE SANTIAGO
que nunca será conseguida, si bien se incrementa la expectativa de vida. No obstante, a veces parece como que se nos quiera confundir. Por ejemplo, se persigue la curación de una enfermedad que causa un elevado índice de mortalidad, haciéndonos creer que, una vez erradicada tal enfermedad, ya nadie morirá. Eso ocurrió con la tuberculosis, por citar un caso. Murieron muchos por su causa, siendo posible que ya (casi) nadie muera de esa enfermedad, pero ahora se muere por otras causas.


En nuestro mundo de hoy no está bien visto recordar que somos mortales, pero es así. Incluso en nuestra Galicia, hace años las aldeas convivían con los cementerios, que estaban en medio de los núcleos de población, a veces compartiendo espacio con los lugares de fiesta. En esas mismas aldeas, los cementerios hoy se han trasladado a las afueras, pensando tal vez que no recordando la muerte seremos más felices.
IGLESIA Y CEMENTERIO RURALES
CERCANOS A LUGO (CALDE)
A veces cuesta admitir nuestras limitaciones, que ciertamente tenemos. Hasta que no las admitamos, en cierto modo seremos seres inmaduros. Y creo que en esto hemos dado un paso atrás, no queriendo recordar que una espada de Damocles se cierne sobre cada uno de nosotros. Tampoco nadie ha dicho que la Humanidad, como tal, sea una colectividad madura.

Mientras, que los biólogos siguan descubriendo cosas, que serán logros de la Humanidad y la beneficiarán.

viernes, 21 de marzo de 2014

POR EL CAMINO DE SANTIAGO. (XXXIX) VESTIGIOS COMPOSTELANOS EN SEVILLA

En estos días pasados, y con motivo de una entrañable fiesta familiar, he estado un tiempo en Sevilla y me he dedicado a una actividad muy placentera para mí, como es callejear por su amplio casco histórico. Pero en esta ocasión no me he dejado llevar por el albur, mas bien busqué indicios del Camino de Santiago en aquella ciudad. Un amplio vestigio, una realidad más bien, presente en la ciudad bética que está allí, para quien lo sepa ver o buscar.


ENTRANDO AL PUENTE DE TRIANA, A LA DERECHA

Tal vez acostumbrados a ver en el suelo placas de bronce con el emblema del Camino, nos sorprenda el modo en que la encontramos justo a la entrada del Puente de Triana, a mano derecha. La sorpresa viene del hecho de que no es de bronce, sino de piedra y el desgaste producido por las pisadas ha borrado relieve en ella. No obstante, allí está la indicación de que estamos en otro Camino de Santiago. En este caso, el de la Vía de la Plata.

Paseando varios amigos y familiares, nos encontramos con un acogedor restaurante de nombre que evoca la Semana Santa. Unos muchachos muy jóvenes atienden con profesionalidad a quienes estamos allí. En una vitrina del comedor, el propietario, otro muchacho, expone sus cosas más entrañables: Una imagen de la Macarena, evocaciones sevillanas y su Compostelana, enmarcada en dorado. Nos llena una agradable sensación de estar en casa, entre los nuestros. Charlamos y nos comenta que ha hecho el Camino cinco
VITRINA DEL COMEDOR. LA MACARENA CON MANTILLA
EVOCACIONES SEVILLANAS Y LA COMPOSTELANA
DIGNAMENTE ENMARCADA
veces. Comprobamos que tiene unas opiniones muy coincidentes con las nuestras en relación a rutas, lugares, hosteleros y demás. Sus quejas son las que ya recoge el Calixtino hace mas de ocho siglos, cuando se refiere a los mismos lugares, ambientes y hosteleros. Su ruta preferida es la de la Plata, tal vez por estar menos masificada y, por tanto, parecerle como más auténtica. En el Camino Francés encuentra a mucho usuario que camina sin saber muy bien por qué lo hace, tal vez porque está de moda caminar o debido a que es una actividad más de un consumo, digamos, inmaterial. La masificación hace que algunos lugares parezcan parques temáticos y hayan perdido parte de su encanto original. Es su opinión, repito que coincidente con la mía. Y me alegra encontrar tan lejos a personas que no sólo han hecho el Camino, sino que han reflexionado acerca de lo que tenían ante sí. Quedamos en vernos en Santiago. 

ESCUDO DE LA HERMANDAD
DEL AMOR
Pero le peregrinación a Santiago de Compostela a través de cualquiera de las numerosas vías que llevan a su Catedral, no es la única manera canónicamente establecida para lucrarse con las gracias de su Año Santo. Desde 1601, la Hermandad del Cristo del Amor, con sede en la parroquia del Divino Salvador de Sevilla, y que en este tiempo sale en procesión el Domingo de Ramos al caer la tarde, mantiene una tradición que nace de la bula del papa Clemente VII. Según esta bula, es posible ganar el Jubileo del Año Santo Compostelano (cuando así se celebra en Compostela), participando en la función especial que la Hermandad celebra en honor de uno de sus titulares, Santiago Apóstol. La vinculación de la Hermandad con el Apóstol es tal, que la cruz jacobea figura en su escudo. El Cristo del Amor es un hermoso crucificado, obra de Juan de Mesa, que podemos ver en la parroquia en un altar situado a la derecha del altar mayor.

Eran otros tiempos, cuando se le otorgó este privilegio a la Hermandad. Las vías eran peligrosas, los caminos difíciles y caminar una aventura sin tener muy asegurado el retorno. En este sentido, el privilegio representaba un gran favor a todos quienes, estando en la comarca de Sevilla, querían beneficiarse de las gracias compostelanas.

Hoy son diversas las páginas web en las que se reflejan las actividades de diferentes asociaciones sevillanas vinculadas al Camino de Santiago. Dejo direcciones de algunas, aunque hay muchas mas. Es bonito ver en ellas cómo, aunque las implantaciones son diferentes, el espíritu del caminante es el mismo.


http://www.viaplata.org/

http://caminodesantiago.consumer.es/los-caminos-de-santiago/via-de-la-plata/

jueves, 26 de diciembre de 2013

LAMENTO POR EL SANTUARIO DE MUXÍA

En estos días pasados, y después del azote del vendaval que ahora se llama ciclogénesis, pensaba yo que era lógico que nuestros remotos antepasados se sintiesen sobrecogidos con tales manifestaciones de poder por parte de la naturaleza. Ante fuerzas desatadas con esas dimensiones, no resulta nada extraño pensar que imaginasen a seres superiores enfurecidos, a quienes era preciso aplacar.

EL SOL SE PONE EN MUXIA
Muchas religiones comenzaron de ese modo, atribuyendo propiedades sobrenaturales a seres concretos cuando aparecían fenómenos de difícil interpretación, y entonces casi todos los fenómenos tenían esa característica. (Cuando los filósofos jonios del siglo V a.c. pensaron que los fenómenos naturales tenían causas naturales y era preciso buscarlas, dieron lugar al nacimiento de la ciencia).
Las creencias paganas estaban muy asentadas en nuestras tierras antes del cristianismo. Nunca fueron sustituidas del todo por la religión de Cristo, de modo que se siguió rindiendo culto y respeto a los ríos, a los montes, al mar y demás entidades naturales a las que se veneraba antes de la llegada de los evangelizadores.

MAR BRAVO Y FUEGO EN EL SANTUARIO
Puesto que era difícil la coexistencia de ambas creencias. San Martin Dumiense tuvo la idea de dar sentido cristiano a muchos lugares y mitos con significado pagano. Era el siglo IV de nuestra Era. A partir de la idea de ese maridaje, en anteriores lugares de peregrinación aparecieron santuarios para acoger a los peregrinos que seguían llegando empujados por su sentido religioso y con sus peticiones de siempre: la salud, la familia y cosas cotidianas de este estilo.
Muchos santuarios se dedicaron a la Virgen con sus leyendas respectivas. Fueron cristianizados, sí, pero mantuvieron sus mitos en forma de piedras adivinatorias o movedizas mediante las que recibir favores o avisos del más allá. Otros santuarios mantuvieron sus fuentes con aguas que volvían a ser milagrosas.
Uno de ellos fue el de la Virxe da Barca. Cuenta la leyenda, no
LOS ELEMENTOS DEVORADORES
podía faltar, que estando allí el Apóstol Santiago, se encontraba fatigado y desanimado por lo infecundo de su labor evangelizadora. Es curioso, como en Zaragoza, otra vez el desánimo. También en Muxía le visitó la Vírgen que llegó hasta él en una barca de piedra (de nuevo la piedra) para animarle. La barca se rompió debido al fuerte oleaje y los trozos a los que quedó reducida, quedaron desperdigados por la ladera que, desde el santuario, desciende hasta el mar. Esas piedras son las milagrosas.
Frente a un océano muchas veces bravo, siempre impresionante, el santuario estuvo hincado en la roca recibiendo visitas y visitas, presenciando el diario hundirse del sol en las aguas. Para muchos es el punto final del Camino de Santiago, al menos uno de ellos a la par que Finisterre. El día de su romería, allá por septiembre, aquello es un hervidero de gente que viene por muy diversos motivos, pero que acude allí.
Hoy, ayer, todo eso ha ardido. Los antiguos lo atribuirían a un castigo de los dioses. Viento de ciclogénesis, oleaje desbocado y un fuego que devora en dos horas el lugar sagrado y querido. Llanto desconsolado por todo.
¿Será otro Ave Fénix que renazca de sus cenizas? Naturalmente que será, que los sentimientos son muy profundos y son ellos los que se han herido. Hay prioridades y, para muchos, las del espíritu van por delante de las corporales. ¿Cómo se pagará la reconstrucción deseada? Yo también la quiero, pero un refrán nuestro dice que "no tenemos para pan y compramos estampitas"... Seguro que existen, y se pueden encontrar, fuentes alternativas de financiación que no alteren partidas presupuestarias destinadas a otros fines en una época tan precaria como la que vivimos actualmente. Ojalá se eche mano de esas fuentes, pues repito que quiero ver el templo reconstruido, pero sin alterar los presupuestos ni desatender prioridades que todos tenemos en mente. 
¿Hay responsables? No lo creo, el azar siempre juega sus bazas. Aunque el rayo puede ser un mensaje de los dioses. Recordemos que Júpiter tiene un haz de ellos en su mano.
A VECES, IMPOTENCIA

miércoles, 18 de diciembre de 2013

POR EL CAMINO DE SANTIAGO: (XXXVIII) NAVIDAD COMPOSTELANA

Pasear por Compostela al atardecer es una delicia de la que disfrutamos quienes sabemos que los encantos de una ciudad cambian con las horas del día. Si bien es cierto que en los amaneceres hay plazas llenas de luz, vida y encanto, cuando cae la tarde son otros los lugares que nos llaman por su recogimiento o romanticismo. Como siempre, y nunca mejor dicho, la risa va por barrios, aquellos sitios que me inspiran estos sentimientos pueden ser indiferentes para otros que, a su vez, se sienten conmovidos en lugares que a mí no me dicen nada.
PLAZA DE CERVANTES. AL FONDO, SAN BENITO

Me gusta la plaza de Cervantes. Tiene su historia, claro. Antes, mucho antes, quedaba fuera de la muralla de la ciudad y aquí había una iglesita, dependiente del Monasterio de San Martín Pinario, que estaba atendida por un monje benedictino procedente del monasterio y que se cambiaba cada semana. La iglesia era conocida como San Benitiño do Campo y, tal vez, en la campa que se extendía frente a ella, hoy Plaza de Cervantes, se celebrase alguna romería o similar.
INTERIOR DE S.BENITO. CUADROS EN LOS ALTARES
Más tarde las cosas cambiaron lentamente. La iglesia se asimiló al casco ciudadano, dejó de estar lejos del Monasterio y no hizo falta monje alguno que la custodiase. En el siglo XVIII se edificó una nueva iglesia acorde con las nuevas modas. Como en otros casos, el neoclásico  substituyó al románico inicial. El interior de la iglesia es único. Además de algunas imágenes que recuerdan su pasado benedictino, en sus altares hay profusión de grandes cuadros, así como en el ábside. Esto ya hace singular al edificio. Grandes cuadros que representan escenas sagradas.
MARÍA VISITA A ISABEL
También el techo del ábside es especial, pues una bóveda de medio cañón, correspondiente al presbiterio, se continúa con otra en forma de cuarto de esfera sin ningún tipo de discontinuidad, confiriendo personalidad al techo, que está pintado con frescos que representan la corte celestial.
Todo esto es bonito, tranquilo y silencioso. Yo diría que acorde por completo con el ambiente de la plaza, muy pueblerino y entrañable.
A la entrada, a la izquierda, hay dos restos de la antigua iglesia, unos elementos ornamentales de granito policromado y estilo gótico. Es de agradecer “a quien haya correspondido” que no se destruyesen y permanezcan allí para deleite de quien quiera verlo.
Uno de ellos representa la Visitación de la Virgen, una muchacha joven,
TÍMPANO CON LA EPIFANÍA

a su prima, Santa Isabel, una mujer madura. Ésta, Isabel, cubre su cabeza con una toca propia de las mujeres del norte europeo, lo cual nos trae de nuevo la idea de los recíprocos influjos culturales que tuvieron como senda al Camino y como vehículo a los caminantes.
El otro relieve es un tímpano gótico que representa la adoración de los reyes. La Virgen aparece sentada, pero lejos de la rigidez de anteriores representaciones suyas, románicas. Hermosamente ataviada, con ropajes y corona de reina. (Ya la Salve Regina, algo anterior al tímpano que comento, la llamaba “Reina y Madre…”)
SAN JOSÉ Y EL DONANTE
San José, está como siempre, en postura de no creerse o no asimilar lo que está viviendo, mientras a su lado aparece muy piadoso el llamado “donante”, el que  donó (pagó) el trabajo. Para mejor identificación, su escudo ayuda a reconocerlo, como hoy siguen los mecenas poniendo en placas junto a sus obras patrocinadas que “se hizo gracias a la Fundación tal”. Hay costumbres que vienen de lejos.
Los reyes magos, uno de ellos negro, tienen sus capas de armiño y corona real. Ya entonces se les asignan atributos reales y han dejado de ser los “magos” o “sabios” que aparecen en tímpanos de épocas más tempranas… Todo ya está muy próximo a nuestro modo de entender actual.
LOS REYES CON CORONA Y CAPA DE ARMIÑO

El Niño aparece como un hombrecito. Me explico. Antes del Renacimiento se desconocía lo que los biólogos llamamos alometría, y que indica que no crecemos de modo armónico, sino que diferentes partes de nuestro cuerpo lo hacen con diferentes tasas. Esto determina que la proporción de la cabeza con relación a la talla total, vaya siendo menor a lo largo de la vida, siendo mayor en el momento del nacimiento. En la época del gótico, se desconocía esto y los niños se representaban con proporciones de adultos. Parecen hombrecitos.
lA VIGEN Y EL NIÑO


¡Qué hermoso tímpano y qué suerte que se haya conservado! En la iglesia, tranquila, pienso que justo en estos días, casi en puertas de celebrar un año más estos misterios, es bonito recrearse viendo este relieve y comprobar hasta qué punto lo representado en él ha influido en nuestra historia y en nosotros mismos. Seguimos viviendo tradiciones y costumbres que vienen de muy lejos en el tiempo. Dentro de unos días las volveremos a revivir, tal vez sin darnos cuenta de que hoy somos los depositarios de ellas, pero que debemos transmitir a quienes vienen detrás de nosotros. Días de reunirnos quienes compartimos cariño para mostrarnos que somos capaces de dar un aire más íntimo a nuestra cotidianidad, lejos del actual consumismo con que han castigado a la Navidad.

Hace años pronuncié un Pregón de Navidad en Begonte. Está en este mismo blog y abajo dejo un enlace para quien lo quiera ver. En él conté lo que siento en estas fiestas, a la vez que expuse su origen pagano, cristianizado con posterioridad. Le tengo mucho cariño a este pregón, pues representa para mí muchas cosas y, la verdad, el haberlo hecho y pronunciado fue una de las cosas más bonitas que he vivido.

sábado, 7 de diciembre de 2013

POR EL CAMINO DE SANTIAGO. (XXXVII) AVE FÉNIX CAMINANTE

OTOÑO, TIEMPO DE LEYENDAS...
Hace días paseaba por Compostela y recordaba algo del mito del Ave Fénix. Su origen se sitúa en los países del oriente y siempre, con sus variantes, nos habla de una hermosa ave que muere, pero que pasado un tiempo renace mas hermosa todavía.

El cristianismo asimiló esta leyenda, de profundo arraigo y amplia dispersión, cambiándole algunos matices. Así, sitúa un rosal al pie del árbol del Bien y del Mal, en el Paraíso. Al nacer la primera rosa, nació también un pájaro de hermosos colores. Esta ave fue el único ser que no quiso probar el fruto del árbol prohibido, pero cuando Adan y Eva fueron expulsados del Jardín, el arbusto se incendió de modo accidental y con él murió el ave.

No obstante, el Creador concedió al ave fiel un regalo por el que suspiran todos los hombres desde entonces, la inmortalidad. De las cenizas del nido nació a los tres días el ave más hermosa que se haya podido imaginar, el Ave Fénix.
Sin duda, el Fénix es un ave que encierra el consejo de volver a comenzar a pesar de estar frente a condiciones adversas.  Es un símbolo del renacimiento espiritual, del poder del fuego, de la purificación y la inmortalidad.
A lo largo de sus múltiples vidas, su misión es transmitir el conocimiento que atesora desde su origen al pie del árbol del Bien y del Mal, y servir de inspiración en sus trabajos a los buscadores del conocimiento, tanto artistas como científicos.

+ + +

En la zona monumental de Compostela, hay casas, muchas, con distintivos de propiedad que
CATEDRAL
hacen referencia a las instituciones que las poseían. Son muy frecuentes las vieiras (Propiedad de la Catedral), los pinos (de San Martín Pinario), las cruces griegas de los franciscanos, etc.
SAN MARTIN PINARIO
Hay una de la que nunca he sabido qué institución viene a representar, tal vez porque no he querido saberlo. Es una especie de águila, que podría recordarnos al símbolo del evangelista San Juan. Yo he preferido pensar que nos traía a la memoria a un Ave Fénix altiva renaciendo de sus cenizas. Siempre viva e inmortal, como nuestro Camino.
AVE FENIX
Nunca he creído, y creo que nadie lo ha hecho, que el Camino haya sido igual a sí mismo a los largo de estos siglos de peregrinaje. Seguro que ha tenido sus mas y sus menos, sus aparentes muertes y sus recurrentes renaceres llenos de nueva fuerza y vitalidad. A lo largo de su historia, han debido de ser muchas aparentes desapariciones, algunas con apariencia de definitivas. Recuerdo que, en la década de los setenta del pasado siglo, junto a Santa María de Melide, alguien nos mostraba por dónde seguía el Camino en tiempos pretéritos. Nos lo indicaba como algo ya pasado y no imaginábamos el futuro que aguardaba a aquella senda. Más de una vez he pensado en el Camino como un Ave Fénix capaz de renacer de sus cenizas.
En la calle Azabachería, nº 18, hay una señal como de propiedad, que me resulta desconocida, extraña y me hace reflexionar.
PARA MÍ, TODO UN SÍMBOLO
Un ave rapaz aparece con una vieira agarrada en sus garras. Me gusta imaginarla no como símbolo de propiedad, sino como metáfora del entorno. La veo como un Ave Fenix (El Camino), que lleva a la Catedral o, lo que viene a ser lo mismo, la Catedral renace gracias al Camino y es llevada por él.
Es una interpretación muy personal, naturalmente discutible, pero me gusta pensar hasta qué punto ambas instituciones se han ayudado mutuamente y en este relieve encuentro un símbolo de esta ayuda.
Hoy, muchos tal vez de modo peligroso, confunden Catedral y Camino, y no es así. Conviene tenerlo presente.


sábado, 30 de noviembre de 2013

POR EL CAMINO DE SANTIAGO: (XXXVI) PAGANISMO CRISTIANO

Un amigo me dice que al Camino no le encuentra espiritualidad ninguna. Añade que la gente que ve caminando en él, solo busca conocer gente, descansar y comer.

CAMINANDO
Bueno, habría que preguntarle qué entiende por espiritualidad, porque estas cosas, tan difíciles de definir, tienen unos grandes componentes personales, e intransferibles. Además, creo que el Camino no tiene espiritualidad, en todo caso son los caminantes los que se la confieren.
Los primeros peregrinos que llegaron a Compostela, lo hicieron en el siglo IX. Desde entonces han pasado doce siglos y las cosas han cambiado radicalmente. Los motivos son otros, los medios para hacerlo, también. Incluso, los tiempos empleados en hacer el Camino han sido modificados en función de los requerimientos de cada época. Hoy, cuando se dispone de poco tiempo para hacerlo, las diferentes etapas del Camino están perfectamente establecidas, su duración expresada en kilómetros, previstos los lugares para pernoctar…
Los peregrinos de entonces paraban donde les parecía oportuno, le ofrecían cobijo o les contrataban para realizar algún tipo de trabajo. Gracias a ellos el arte y la cultura se movió a lo largo de todo el Camino. Fue y vino sin fronteras. Y si nos llegó el Renacimiento, por ejemplo, por la misma senda marchó la leyenda de Parsifal o la de Gerineldo, que por ese Camino la cultura viajó en ambas direcciones.
UN RINCÓN EN EL CAMINO
Hoy todo queda muy lejos de aquellos tiempos en los que, en plena Edad Media, la gente se echaba a andar sin saber si, acaso, se regresaría, dejando mientras los hijos al cuidado de la caridad pública. Quienes tenían la suerte de regresar, guardaban su traje de peregrino para utilizarlo en fechas señaladas, y en cierto modo pasaban a formar parte de una especie de nobleza local.
¿Que qué motivos llevaban entonces a hacer el Camino? Desde redimir una pena de muerte, como el caso de nativos de los Países Bajos, a hacer turismo, como muchos pícaros de cualquier sitio. 
Tal vez nuestro afán congénito de aventuras y de conocer mundos, haya sido el motor de muchos en la mayoría de los tiempos. Existen datos serios que nos hacen pensar que antes del cristianismo, ya existía una ruta de peregrinación al fin del mundo, a “finisterrae”. Eso, en nuestra tierra. También en Bretaña existe algo similar a su Finisterre, por no decir de los caminos hacia el Polo Norte, en Noruega. Tal vez la visión de la tierra hundiéndose en el mar atrajo desde tiempos remotos la atención de nuestros antepasados, y de ahí los actuales caminos hacia esos lugares.
Muchos estudiosos actuales sostienen la idea que el actual Camino es
una cristianización de anteriores rutas de peregrinación a nuestro
EL SOL SE PONE EN FINISTERRE
Finisterre, no lo sé, pero en caso de ser cierto, no sería el único culto pagano cristianizado. Dice la historia que los soldados romanos se sobrecogieron en Finistere al ver el sol hundiéndose en el océano. Esa sensación ante lo inexplicable tiene mucho de espiritual, esa actitud humilde de incomprensión ante lo que vemos, lo que existe, pero que nos trasciende. Eso, creo, se mantiene entre la gente del Camino, pues muchos de ellos al ser preguntados por qué hacen el camino, la verdad, no saben dar una explicación muy coherente.
ALGO MUY ÍNTIMO
Vienen porque sienten algo, un atractivo, una llamada. Seguir, responder a esa llamada me parece una decisión que va mas allá de lo explicable, más bien entra en el campo de lo inefable y yo diría que contiene mucho de espiritualidad personal.






domingo, 24 de noviembre de 2013

POR EL CAMINO DE SANTIAGO. (XXXV) DE PASO POR MELIDE,

EVOCANDO LA TOSCANA


LA IGLESIA Y SUS CIPRESES
Llegar a una iglesia rodeada de cipreses no es muy frecuente en
nuestro país. En Santa María, de Melide, los cipreses están acompañando al ábside y, como no son autóctonos, están allí porque se han plantado con finalidad ornamental. Los árboles ornamentales siempre me han gustado y, cuando están en lugares apropiados, creo que contribuyen a generar un ambiente especial. Aquí, en Santa María de Melide, encuentro que los cipreses están muy adecuados.
El Camino se abre en una pequeña plaza, el núcleo de población ya no es Melide, estamos en sus afueras y hay una estructura urbana, una pequeña barriada, bien diferenciada. Dominando todo, que ciertamente es muy poco, está la iglesia orientada en la dirección de la marcha de los caminantes y con su ábside hacia la plaza. Repito, rodeada de cipreses.
NAVE Y ÁBSIDE
No sé qué puedan tener las iglesias del Camino, cada una con su estilo, su historia, su finalidad, cada una de ellas única sin haberlo pretendido, pero todas ellas configurando un interior muy íntimo para quien busca intimidad. Quien la busca, aquí la encuentra. Eso, seguro, es casi la promesa evangélica.
Santa María es como una mezcla de rusticidad y elegancia. Los sillares de granito combinan bien con el armazón de madera del tejado. Un armazón desnudo, funcional, dejando ver su tremenda funcionalidad. Una sola nave, un pequeño coro y poco más. No hay que buscar otra cosa, es lo que hay, pero el lugar es algo tan especial que, nada mas pasar a su interior, nos impregna de serenidad. Tal vez lo que buscábamos, por eso la sonrisa satisfecha aflora a nuestro rostro mientras paseamos la mirada por múltiples detalles de la muy elaborada ornamentación de la iglesia.
ALTAR
El ábside es una maravilla pictórica, donde encontramos evocaciones varias, empezando por el altar, de granito policromado y hermosa talla. Exento y perfectamente visible en su conjuntos. Por si fuera poco, limpio y no como otros altares que hemos visto en otros templos del Camino. Incluso, un cristal transparente en su parte superior, lo defiende de suciedades. Así está la iglesia, que parece una patena toda ella.
ÁNGELES CON TROMPETAS
CENEFAS Y DIBUJOS GEOMÉTRICOS
Las pinturas del ábside nos evocan el Renacimiento, ya en puertas en aquel entonces. Sus cenefas lo hacen y más aún los dibujos geométricos que juegan con nuestras ilusiones ópticas y que nos llevan a zócalos toscanos. Ángeles con trompetas claman la gloria de la Trinidad que aparece en el centro del ábside, en un cielo estrellado y rodeada de los símbolos de los evangelistas. Cenefas, guirnaldas y demás dibujos, nos llevan a miles de kilómetros y a cientos de años atrás, a una época fecunda del pensamiento europeo cuando se buscaban nuevas formas de expresión. En esta pequeña iglesia de Melide, también ocurría eso, pues no era ajena a esas vías intelectuales, estando jalonando el Camino  de vocación más europea que se haya podido uno imaginar.
LA TRINIDAD. PÓRTICO DE LA GLORIA
El centro del ábside representa, ya he dicho, a la Trinidad. El pintor no tuvo que ir muy lejos para inspirarse, pues esta representación evoca intensamente a la que Mateo esculpió en el Pórtico de la Gloria. En el capitel del parteluz del Pórtico, sobre la columna de pórfido donde representa el árbol genealógico humano de Jesús, Maestro Mateo esculpió el árbol genealógico divino. Dios Padre, engendra al Hijo y sobre los dos planea el Espíritu Santo. En el ábside de Santa María de Melide, el pintor utiliza el mismo esquema.
LA TRINIDAD.
SANTA MARIA DE MELIDE
Pienso que cuando lo pintó ya conocía el del Pórtico, estaba de vuelta a su casa y tal vez por eso no tenía inconveniente en detenerse y pintar la Trinidad, o el ábside entero, con todo detalle durante el tiempo que hiciese falta.
En muchas ocasiones, me ha ocurrido algo similar en esta iglesia. El tiempo se me pasa muy rápido o es el sosiego que encuentro en ella lo que hace que pierda su noción.
Volveré a hablar de este sitio, pues tiene mucho para evocar.

http://www.arquivoltas.com/21-LaCoruna/01-Melide.htm