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domingo, 10 de enero de 2016

La Tierra que nos mantiene

Hablando de evolución, se hace preciso definir tal proceso, sus fines, sus orígenes. Si nos imaginamos la historia de la vida como una obra de teatro, tenemos muchos factores que es preciso tener en consideración. Por ejemplo, se me ocurren el escenario, la obra y los actores.

CONFIGURACIÓN DE OCÉANOS Y CONTINENTES
HACE 225 MILLONES DE AÑOS
a
El primero de ellos, el escenario en el que se desarrolla la acción, es este planeta al que llamamos Tierra. ¿Qué sabemos de él, en pocas palabras? Si es el escenario en el que los seres vivos evolucionan, ¿cómo ha sido su incidencia en el proceso, si es que la ha tenido? Por otra parte, ¿ha sido siempre el mismo escenario o, por el contrario, ha cambiado a lo largo de su historia?

En relación a esta pregunta, veamos tres posturas conceptuales diferentes, que han afectado nuestra idea sobre el mismo.

- Para Aristóteles, el mundo siempre había sido igual. Es decir, no había tenido principio ni tendría fin y, sobre todo, no sufría cambios. Tal vez ni siquiera se planteó esto en profundidad.

- Según la Biblia, otra fuente de opinión, el mundo ha tenido un principio, tendrá un final y, entre ambos hechos, no sufrirá ningún tipo de modificación. Esta idea pasó a ser muy importante, pues a partir del Concilio de Trento, lo dicho por la Biblia adquirió la categoría de verdad incuestionable. Las dudas sobre cuanto apareciese en sus páginas, podrían ser consideradas heréticas.

- Hoy sabemos que el planeta Tierra ha tenido un origen, con una datación incierta, pero conocida por aproximación; tendrá un final, y en ese lapso de tiempo se modifica constantemente. Recordemos el modelo de la deriva continental propuesto por Wegener a principios del s.XX, que luego dio lugar a la hipótesis de la Tectónica de Placas, formulada a mediados del mismo siglo por científicos de muy diversas áreas de conocimiento.

LA MISMA DISTRIBUCIÓN HACE
200 MILLONES DE AÑOS
Todos recordamos haber estudiado aquellas placas de silicatos alumínicos, formando un conjunto llamado sial por las primeras sílabas de sus componentes principales, flotando sobre una masa compacta de silicatos magnésicos conocidos como sima. Los de “cierta” edad, sabemos por el bachillerato de entonces que las placas de sial se desplazan sobre las de sima, generando una configuración cambiante de mares y continentes. Este proceso, aunque a velocidades inapreciables por nosotros, continúa hoy en día de modo constante.

En esta tierra cambiante se desarrolla la historia de los seres vivos. Una historia en la que algunos datos fueron de difícil interpretación, como la naturaleza de los fósiles. Los había de dos tipos según el ser vivo fosilizado. Los que correspondían a seres aún presentes en la tierra y aquellos que representaban seres extinguidos.

Las extinciones siempre representaron un reto interpretativo, si bien afamados científicos, como Cuvier en el siglo XVIII propusieron la existencia de “grandes cataclismos” para explicarlos. El último cataclismo de esa magnitud habría sido el Diluvio Universal. (Vemos en este detalle la necesidad de referirse a la Biblia como soporte de cuanto se dijese de la Tierra y los seres vivos con tonos científicos). No obstante, un recuento de las extinciones ocurridas en la historia del planeta, indicaban que debían haber ocurrido más de treinta cataclismos, y no se disponía de datos geológicos de tal cantidad de desastres.

El siglo XIX representa un alto desarrollo de las ciencias naturales: biología y geología. Grandes geólogos pusieron las bases de una geología moderna, sobre la cual se asientan los actuales conocimientos que poseemos sobre nuestro planeta. Dejando de lado las ideas de grandes cataclismos, se propuso la teoría de las “causas actuales” que viene a decir que sobre la Tierra siempre han actuado las mismas fuerzas que actúan hoy, a saber, erosión, transporte y sedimentación. Todas las demás fuerzas son derivadas de éstas.

HACE 135  Y 65 MILLONES DE AÑOS
Sobre este planeta de superficie cambiante se ha ido desarrollando el mundo de los seres vivos. Cambios geológicos que han ocurrido, han podido tener efecto sobre los seres vivos que habitaban las zonas afectadas, como pudo haber sido la separación de la actual Oceanía o la escisión de América del Sur y África. Las poblaciones que habitaban esos territorios se vieron escindidas y, desde entonces, comenzaron una evolución independiente. Esa puede ser la base de floras y faunas singulares o diferenciadas.

Hoy día, si se quieren realizar trabajos de campo en temas evolutivos, es conveniente conocer la historia geológica de los terrenos en los que se van a centrar los estudios. Estos datos ayudan mucho a la comprensión de los datos biológicos que se vayan obteniendo. Nunca podemos desechar la historia geológica de un terreno cuando queremos reconstruir la historia de los seres vivos asentados en él.
DISPOSICION ACTUAL
En esta disposición variable, sólo pido fijarse en la posición, también variable, del ecuador y se deducirán los diferentes climas a los que ha sido sometido cata territorio concreto. Esto nos lleva a pensar en los diferentes tipos de selección que debieron sufrir los seres asentados en esas zonas y explica, también, las grandes migraciones que se produjeron en eaquellas especies que podían afrontar tales retos.

AÑADIDO
Los procesos de erosión - transporte - sedimentación, se realizan en la superficie de las placas continentales y creo ("creo", ¿eh?) que son independientes de los específicos de la tectónica de placas.

Por otra parte, a través de este escrito parece que incido en la evolución de los seres vivos situados en tierra firme y olvido a los seres de vida acuática. También los mares, como lugares en que viven los seres vivos, han sufrido modificaciones por causa de la tectónica de placas. También han ocurrido extinciones, migraciones y demás procesos similares a los que ocurren en tierras firmes.