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sábado, 14 de enero de 2017

Los conceptos en ciencia

Para muchos, los descubrimientos son hitos fundamentales en el avance científico. Esta idea está muy afianzada. No obstante, para muchos el desarrollo científico está en el afianzamiento de los conceptos, que muchas veces se produce gracias a los descubrimientos.



Este es un debate que viene de lejos. El dilema entre descubrimiento y concepto. El descubrimiento saca a la luz algo que estaba oculto, pero que ya existía, por ejemplo la existencia de células o los procesos hereditarios en seres vivos. El concepto aparece como consecuencia de una actividad del pensamiento, cuando se relacionan muchos datos diversos relacionados y se obtiene una idea general aplicable a casos concretos que pueden explicar las situaciones implicadas. El concepto es un producto mental y se configura gracias a los datos obtenidos en los descubrimientos. Con ellos, se afianza o se desecha. Por ejemplo, el concepto de la fuerza vital (el vitalismo), fue rechazado después de que diversos descubrimientos invalidaran los principios en los que se basaba tal idea. Otro tanto ocurrió con el concepto del flogisto, supuestamente presente en los objetos combustibles.

HAY DESCUBRIMIENTOS QUE AFIANZAN CONCEPTOS

A veces, los conceptos están encerrados en fórmulas y leyes que representan el trabajo de muchos investigadores. Los descubrimientos se basan en conceptos previos y cuando no se dispone de ninguno capaz de explicar lo que se ha descubierto, decimos que tal hecho se ha adelantado a su tiempo. Es lo que ocurrió con los descubrimientos de Mendel, que los interpretó e intentó explicarlos suponiendo unos procesos formadores de gametos (segregación), que no se podían sustentar en ningún concepto existente. No se conocía nada de la fisiología celular ni sus procesos de división. Cuando se conocieron tales procesos, los trabajos de Mendel adquirieron la dimensión merecida. Algo similar ocurrió con Einstein y sus teorías.

En biología no existe ni una sola ley. Dada la diversidad de seres vivos, resulta imposible encerrar en leyes unos principios que sean válidos para todos ellos. Si reparamos en cuatro especies muy diferentes entre sí, como podemos ser nosotros, un laurel, un helecho y un gusano, no hay leyes de ningún tipo que sean aplicables por igual a estas cuatro especies, salvo el hecho que sus miembros “nacen, crecen, se reproducen y mueren”. Pero esas actividades biológicas no son leyes. Son, eso, actividades comunes a todos los seres vivos.

REPARTO DE CROMOSOMAS EN UNA DIVISIÓN
CELULAR. DESCONOCIDO EN TIEMPOS DE MENDEL

Sin embargo, en biología tenemos múltiples conceptos que se han ido modificando, según crecía el fondo de conocimientos obtenidos con los descubrimientos. El saber biológico está encerrado en conceptos. Un sabio biólogo del siglo XX, (Erns Mayr) escribió una amplia y erudita Historia de la biología contemplándola como una historia de sus conceptos fundamentales. 

A lo largo del siglo pasado, hemos asistido a la formulación y constante revisión de conceptos fundamentales en biología: El concepto de herencia biológica nunca está completo, pero siempre sirve como base de estudios nuevos. El concepto de gen se ha dio enriqueciendo, llenándose de complejidad y desprendiéndose de ideas equivocadas que no hacían más que lastrarlo. Los conceptos de cromosoma o de genotipo son constantes temas de estudio y revisión, apareciendo nuevas formulaciones de los mismos, que nunca se dan como definitivas, pues sabemos que nuevos descubrimientos aportarán luces nuevas a esos aspectos del conocimiento.

LA VIDA EN PLENA NATURALEZA.
MUCHO PENDIENTE DE DEFINIR

Por no hablar de conceptos tan complejos como el de selección natural, ecosistema o especie. Digo complejos porque son temas en los que se implican diversas áreas de conocimiento. Por ejemplo, el concepto de especie precisa ser estudiado bajo el aspecto sistemático, morfológico, ecológico, etológico, etc. por ejemplo. Es decir, diferentes áreas de la ciencia han de coincidir en la definición, o consensuar una que satisfaga a todas. Algo similar ocurrió a mediados del siglo pasado cuando diferentes biólogos de diversas especialidades como genetistas, ecólogos, zoólogos y botánicos entre otros, compendiaron una teoría sintetizadora de la evolución. (Se le llamó “sintética” por causas de mala traducción). En estos casos, se tiende a llegar a conceptos que estén conformados por diversos aspectos de la ciencia y que siempre puedan ser revisados.

Un concepto siempre cuestionado, nunca estable, es el de “especie biológica”. Ya Aristóteles definió la especie. Desde entonces, múltiples intentos de definición se han ido sucediendo, añadiendo en cada época los conocimientos aportados por descubrimientos que se iban produciendo. No hay una definición de especie que satisfaga a la totalidad de la comunidad científica biológica. Hablo de seres pluricelulares, si quisiéramos incluir en la definición a los procariotas, tendríamos mayores dificultades, a veces insalvables.

Existen entidades biológicas, como hábitat, especie o selección, que para los biólogos son muy intuitivas, aunque aún no se ha encontrado una definición que sea satisfactoria para la comunidad científica en general.

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viernes, 21 de octubre de 2016

Otoño y quitamerendas

Reflexiono acerca de notas propias del otoño y su incidencia en los seres vivos. Traigo un nuevo nombre de planta que florece en esta época: Quitamerendas.
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Los ritos tienen eso, que casi sabemos cómo va a ser todo y ese conocimiento previo sólo sirve para sorprendernos de modo más intenso, porque después, nada es como esperábamos. El otoño ha venido y todos sabemos cómo ha sido. Terminó el verano un buen día, no lo notamos, pero poco a poco comenzaron a llegar avisos de que las cosas cambiaban. Tampoco fueron avisos desagradables: un poco menos calor, una brisa vespertina, tal vez una chaquetita de punto para la noche y, de pronto, el gran chaparrón que nos dijo de modo contundente que las cosas habían cambiado.

ATARDECER EN LA RÍA DE AROUSA

Los ritmos se repiten de modo inexorable. La Naturaleza también los tiene y nosotros estamos en ella, formamos parte de eso que conocemos con tal nombre. Nos vamos metiendo en el otoño con alegría, con timidez, como en agua caliente en pleno verano en una playa soñada. El otoño nos invita a formar parte de él y a saborear sus frutos. No ser simples espectadores de sus luces y sus ocres. 

JUNTO AL RÍO PALLARES

Tenemos las mandarinas, las granadas, los higos y las castañas, nuestras castañas. Las gallegas castañas, fruto de ese frondoso árbol que nos da sombra, madera casi noble y fruto que nos simboliza un tiempo y unas costumbres, como tiene que ser. Las castañas nos traen los magostos, las fiestas entre amigos, el fuego que acaricia, el vino nuevo, ¡el vino nuevo ya...! El tiempo renovado sabiéndonos juntos, como siempre. Y, claro, las setas, los cogumelos capaces de llamar a grupos y grupos de personas, como ensimismados mirando el suelo y dejándose guiar por quien sabe de estas cosas, que son sabrosas pero su amistad ha de ser prudente. De un tiempo a esta parte, también las setas representan un buen reclamo para grupos de amigos, siempre prudentes.

CASTAÑAS EN ESCAPARATES COMPOSTELANOS
He comentado el vino nuevo. Es curioso en esta Europa que nos gusta y nos hace sufrir porque nos decepciona. En toda Europa se celebra el vivo nuevo, de un modo u otro, y que no venga ningún agorero a recordarnos que “puede ser considerado” una droga dura. Hoy no queremos detenernos en eso. Es nuestra cultura y celebramos que siga llegando, también, puntual a nuestras citas. Como dice el arcano, la risa va por barrios y en esta fiesta del vino joven nadie quiere considerandos.

JUNTO AL RÍO MERA

El campo, el monte, están gloriosos. En los árboles, la clorofila, difícil de sintetizar, se va guardando en las raíces para años venideros y dejando otros pigmentos en las hojas, entre ellos la xantofila, amarilla, que antes, debido al verde de la clorofila, estaba oculto. Ahora luce como debió lucir de no estar enmascarado durante la época en que la clorofila realizaba su importante función. Importante para todos los seres vivos, nosotros incluidos. Aunque a veces nuestros hechos parezcan que menospreciemos esa función.


LOS DESAGÜES VOLVERÁN A SU FUNCIÓN

Otoño, acogedor y silencioso. Los paseos por el monte nos reciben como amigos de siempre que volvemos a donde siempre, a nuestros sitios. Las hojas crujirán bajo nuestros pies, lo sabemos pero nos sorprenden. Vayamos a donde vayamos, nos reencontramos con recuerdos, con sitios que enmarcaron nuestros pasos anteriores. Reencontrarnos en O Incio, en Vilar de Donas, en O Cebreiro o en Triacastela. Nuestros lugares, los jalones de nuestros pasos por esta vida. Recuerdos de amigos de siempre, Darío, Carlos, Óscar, Antonio, Dora, Marisa, Ana. Es lo de siempre, ir a sitios nuevos o volver a los ya conocidos para el reencuentro en general. Estas estaciones me incitan a volver en todos los sentidos, a volver con mi gente, volver a situaciones, a sentirme vivo en todos ellas, sabiendo reconocer que el tiempo no es gratuito en su pasar y que yo también he cambiado, ya no soy quien hacía esto o aquello. Pero de un modo diferente, nuevo, sigo y soy feliz sabiendo que hago de ese modo.

LAS CASAS QUIEREN RETENER LUZ Y CALOR

Pablo Neruda dijo que “Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”. Este verso me ha acompañado en multitud de situaciones y circunstancias. Cierto, vamos cambiando, adecuándonos a las novedades, pero eso sí, intentamos seguir siendo fieles a nosotros mismos, como este otoño que viene llenando de pardos y de ocres todo lo que hasta ahora había sido una sinfonía de verdes. La felicidad de la coherencia, como la del sol que, en las casas, cada vez se adentra más en las solanas como curioseando y dejando el calor de sus visitas.

EL ORBALLO ABRAZA NUESTRA TORRE
En la ciudad volveremos a ver la venta de castañas asadas, el inicio ritual de los jóvenes amigos, los ventanales reflejarán el cielo a quien quiera verlo, y los desagües verterán de nuevo el agua a las calles. Todo igual y todo nuevo. En cualquier momento, el orballo se adueñará de la ciudad haciendo que torres y tejados se nos muestren como lejos, velados aunque conocidos. La magia de la estación también flota en el orballo.

Si una tarde soleada, que las hay y muy hermosas, vamos al campo, es posible que lo encontremos tapizado de pequeñas flores semejantes al azafrán. Es el Colchicum autumnale, azafrán silvestre también llamado quitamerendas en esta tierra. 

QUITAMERENDAS
Las plantas nacen de pequeños bulbos, que pasan el año enterrados bajo el suelo. Únicamente florecen cuando hay humedad y la tierra todavía conserva algo del calor del verano. Salen después de las primeras lluvias, pero ya no nos podremos sentar en el campo a merendar, su humedad no será buena para nuestra salud. 

Hay humedad, flota en el ambiente. Por este año terminó el esplendor en la yerba.



lunes, 12 de septiembre de 2016

Hablando de especies (2)

En biología, la especie viene a ser como la unidad que engloba a seres compatibles desde un aspecto reproductivo. Recordemos la definición con su condición ineludible, “tienen hijos fértiles”. De un modo u otro, todos los autores, desde Aristóteles hasta hoy, nos han hablado de especies como unidades funcionales en el mundo de los seres vivos. (Reitero la salvedad que hice en mi entrada anterior sobre individuos partenogenéticos y de autofecundación obligada).




Podemos imaginar a los seres pertenecientes a una misma especie, cruzándose entre ellos a lo largo de generaciones. Si acaso hay cruzamientos con individuos de otras especies y de ellos nacen hijos, serán estériles. Esto quiere decir que los individuos de la especie imaginada, guardan entre todos una amplia serie de genes, todos ellos capaces de generar individuos viables, y que nunca se mezclarán con genes de otras especies. Porque eso que yo llamo mezcla sólo ocurriría en caso de híbridos fértiles en cuyos gametos hubiese genes de ambas especies progenitoras. Casi nunca ocurre. 

Las especies, en su totalidad, están protegidas de estos flujos de genes, improductivos, mediante lo que llamamos mecanismos de aislamiento reproductor. Hay muchos, pero todos ellos tienden a evitar tales cruzamientos infructuosos.

UNA EDICIÓN QUE ME GUSTA

Gracias a esos mecanismos, no existe paso de genes unas especies a otras. ¿O sí? Pues sí, la verdad es que sí. Vamos por partes. La evolución no es un proceso terminado. Aunque lento para nuestro modo de entender el tiempo, sigue funcionando y hoy mismo existen especies incipientes que van adquiriendo sus características propias, entre ellas las reproductivas. Por ejemplo, en este tiempo las orquídeas tienen grandes posibilidades de hibridar entre diferentes especies, generando descendencia parcialmente fértil.

La especie siempre fue considerada como algo muy definido y estable desde el punto de vista biológico. Por eso, autores modernos y prestigiosos, como Buffon, Lamarck y otros, al hablar de evolución, fijaban su atención en el punto clave del proceso. En el origen de la especies. Pero nunca hubo uniformidad de criterios con relación a tal proceso. 

DARWIN CUANDO PUBLICÓ
"EL ORIGEN DE LAS ESPECIES"

Para Buffon, uno de los grandes de la biología del s.XVIII, las especies aparecían como consecuencia de la “degeneración” de los géneros. Nunca llegó más allá, ni definió qué entendía por esa “degeneración”. Pero había hablado de un origen de especies, aunque no pudo describir el proceso. Tampoco Lamarck, grande en su trabajo, pudo explicar el hecho concreto del proceso de formación de especies. Pero, insisto, los personajes importantes de la biología de entonces, ya hablaban de evolución y del origen de las especies. Por cierto, es a Lamarck a quien debemos el nombre de “Biología”.

Si reparamos en la historia de la biología, nos encontramos con que a comienzos del siglo XIX, había científicos evolucionistas para quienes la gran incógnita era cómo se producían las especies. Independientemente de la duda, está claro el concepto acertado que tenían de la especie como unidad fundamental de la biología.

DARWIN: CARICATURA OFENSIVA

Fue Darwin quien, en 1859, quiso dar respuesta a esa duda acerca del origen de las especies. Su libro, “El origen de las especies por medio de la selección natural”, plantea la hipótesis del papel de la selección natural en el proceso clave de la evolución, la aparición de especies nuevas. Si bien aclara que hay otros mecanismos por los cuales pueden formarse especies. Es lo que hoy conocemos como "especiación instantánea".

Dejando de lado muchos comentarios que se me ocurren, muchos de ellos ya planteados aquí mismo, quiero hacer ver que Darwin propone una fuerza aparentemente tenue, dicha selección, como causa de un proceso evolutivo clave. Nunca nadie, hasta entonces, había reparado en la efectividad de la selección como agente evolutivo. Darwin sí lo había comprobado en su visita a granjas durante su época de estudiante. Sabía que una selección drástica era capaz de conseguir efectos sorprendentes. Durante su viaje en el Beagle, y con su exhaustiva toma de muestras, vio que en la naturaleza también existen procesos selectivos, que pueden provocar cambios a largo plazo.

En su libro presenta a la selección natural como fuerza evolutiva y a la diana sobre la que actúa en los seres vivos, la adaptación. Nunca nadie había hablado de ella, Darwin las define y aparecen unos conceptos nuevos en biología. Conceptos evolutivos.

Me gusta que en el mismo siglo en que se destierran las ideas de grandes cataclismos para explicar los procesos geodinámicos, y se substituyen por las causas “actuales” (prefiero llamarlas causas “cotidianas”) como son la erosión, el transporte y la sedimentación, Darwin elimine también la idea de grandes extinciones seguidas de otras, también grandes, creaciones, y la substituya por la idea de una selección natural constantemente actuando, sin prisa, como en silencio. Pero eficaz.

ETIQUETA EN LA BOTELLA DE UN
ANÍS ESPAÑOL
El impacto del “Origen de las especies” fue enorme. El ambiente científico estaba en ebullición con grandes novedades en el campo de la geología, y las teorías evolutivas propuestas por Darwin se sumaron a ellas, causando gran impacto. A Darwin se le atribuyó decir que venimos de los monos. Nunca dijo eso. Dijo que, evolutivamente, somos parientes. Ser parientes no indica más que tener antepasados comunes, también en humanos. Hoy nadie discute eso.

En plena campaña contra Darwin, un conocido anís español puso en la etiqueta de su botella un mono con su cara. Aún permanece.



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lunes, 22 de agosto de 2016

Nombres en Biología: 7 Drosophila

La mosca de la fruta o del vinagre, ha aportado mucha información a los esdutiosos de la herencia biológica. Su nombre significa "Amante del amanecer" y voy a explicar su causa.
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Muchos descubrimientos se realizaron estudiándola, como el hecho de que los genes ocupan lugares concretos en los cromosomas, la herencia ligada al sexo, el efecto mutagénico de radiaciones, mecanismos de desarrollo embrionario, dinámica de poblaciones y un largo, larguísimo etcétera. Toda esta información científica hace de Drosophila uno de los organismos modelo en investigación. Su estudio ha aportado más de un Premio Nobel. Y de dos.


CULTIVO DE DROSOPHILA

He indicado que su nombre indica "Amante del amanecer" y que voy a explicar su causa, pero antes creo necesario una, digamos, explicación previa. 

En laboratorio, Drosophila crece en frascos con un cultivo sólido de maíz u otros elementos nutritivos que también contenga algunas vitaminas y sales minerales. Las larvas crecen en el medio de cultivo y, al llegar la fase de la pupación, se sitúan en las paredes de los frascos, en un lugar con cierto nivel de humedad, y allí llevan a cabo su metamorfosis. De las pupas saldrán los adultos jóvenes, blanquecinos y con las alas plegadas a lo largo del cuerpo como si fuesen un abanico. Estos adultos jóvenes son muy voraces, pues en menos de dos horas han de comer lo suficiente como para obtener los compuestos con los que sintetizar el esqueleto externo (exoesqueleto) y endurecer las alas, después de haberlas expandido. A las dos horas de haberse llevado a cabo la emergencia de las pupas, las moscas ya tienen el aspecto de adultos. Al poco tiempo serán fértiles.

ADULTOS CASI RECIEN NACIDOS.
SIN PIGMENTO (B) Y ALAS PLAGADAS (C)

Los cruzamientos realizados con Drosophila han de ser controlados. Las hembras han de ser vírgenes y así poder estudiar su descendencia, sabiendo cómo era el genotipo del macho que la fecundó. La obtención de hembras vírgenes se hace mediante un método muy sencillo. Basta con poner ante la luz natural, por ejemplo junto a una ventana, frascos de cultivo en los que hay pupas, durante unos minutos. Es algo que siempre me ha maravillado. 

Aún ahora, al escribirlo, no deja de sorprenderme este hecho. Las pupas se sincronizan con la cantidad de luz natural que le llega de modo que programa su desarrollo para que emerjan los adultos al amanecer. Al dia siguiente o pasados más días. La programación está hecha.


ADULTO CON SU ESQUELETO QUE LO DEFIENDE DE LA DESECACIÓN

Digo que me maravilla y lo explico. A lo largo del día, hay dos veces en que hay una misma intensidad de luz, por la mañana y por la tarde. Pero por la mañana esa intensidad crece, mientras que por la tarde, decrece. Tal vez ese sea el motivo por el que las pupas deben estar expuestas varios minutos a la luz natural, que las pupas noten que la luz crece o decrece. Desconozco el mecanismo bioquímico mediante el que una información luminosa es transformada en pauta de desarrollo, pero es así.

En cepas cultivadas en laboratorio este comportamiento se mantiene, incluso cuando las cepas llevan muchas generaciones alejadas del mundo natural. La selección natural debió actuar de modo muy intenso contra los mecanismos que no obedecían estas pautas temporales, de modo que hoy, todas las cepas se comportan de este modo. Indudablemente, un adulto recién nacido sin esqueleto quitinoso bien formado, expuesto al sol, se secaría al momento y sería víctima de un efecto letal.

Este proceso selectivo debió ocurrir en fases muy tempranas de la formación del género Drosophila, pues todas las especies de este género que conozco, poseen este comportamiento en su nacimiento. Nacen al amanecer, antes de la salida del sol.

De ahí viene su nombre: Drosophila, amante del amanecer.


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viernes, 24 de junio de 2016

Resolviendo la necesidad de luz

A veces imaginamos que en el mundo de los seres vivos, al que pertenecemos, sólo hay una solución para los problemas que puedan aparecer. Algo muy lejos de la realidad. Entre los seres vivos, con unas funciones concretas que realizar (nutrición, relación, reproducción), cada grupo se organiza del modo que puede para llevarlas a cabo. Y, si son grupos existentes en la actualidad, podemos decir sin miedo a equivocarnos, que las realizan muy bien. Han superado la actuación de la Selección Naturalhasta hoy.

RAÍCES ADVENTICEAS DE HIEDRA

El papel de la luz es muy importante en el mundo vegetal. Cada grupo de plantas tiene sus estrategias para satisfacer sus necesidades. Las hay con pocos requerimientos de luz y viven en zonas donde llega poca, como son fondos de selva, de bosque, interior de pozos y otros hábitats donde reina la penumbra. Son plantas acostumbradas a esos pocos aportes de luz, pero crecen con todo su vigor y con morfologías adaptadas a estas condiciones. De un intenso color verde, son las que, luego, muchas de ellas forman el catálogo de nuestras plantas domésticas de interior, que viven en ambientes umbríos y requieren ciertos aportes de riego.

Hay otras plantas, no leñosas, que tienen necesidades de luz, pero no disponen de un porte adecuado que les permita crecer hasta alturas suficientes como para satisfacer esas necesidades. Trepan hasta alcanzar esos niveles de luz y, por tanto, se les conoce como plantas trepadoras.


ZARCILLO PARA SUSTENTARSE

El trepar es una estrategia a la que han llegado desde posiciones taxonómicas muy diversas y utilizando estructuras muy diferentes, pero que permiten a las plantas poderse encaramar y así beneficiarse de un buen nivel de luminosidad. Voy a comentar tres tipos de estructuras que permiten trepar. Los tres ocurren en plantas conocidas por todos.

El primero de ellos es el de la hiedra, que forma raíces llamadas adventicias. A lo largo de los tallos, también en los nudos donde nacen las hojas opuestas, se forman manojos de raíces cortas que se adhieren a superficies fijas, como son paredes o troncos, gracias a las cuales la planta se va fijando, creciendo, trepando y, por tanto, consiguiendo alcanzar la luz.


MADRESELVA ENROSCÁNDOSE
PARA TREPAR

La madreselva también es planta con esa costumbre. Aunque leñosa, su tallo largo, delgado y flexible no le permite la posición vertical. No obstante, se enrosca alrededor de otros tallos, o de cualquier objeto vertical que se le ponga como guía. Nunca trepa en paredes, como la hiedra, pues lo hace enroscándose alrededor de objetos fijos y exentos.

Las judías y otras plantas afines, suben gracias a zarcillos que aparecen en el extremo de sus hojas compuestas. Realmente son foliolos transformados. Esos zarcillos se enroscan y fijan alrededor de cualquier objeto que encuentren sea tronco, rama o guía y gracias a esas fijaciones la planta va trepando.


FICUS BENJAMINA

Hay más plantas trepadoras conocidas por todos, como el Ficus benjamina, que trepa gracias a raíces adventicias; la parra virgen que forma zarcillos muy cortos, con los que se fija a las paredes, o la capuchina, que trepa también gracias a zarcillos.

He presentado estas diversas estrategias que desarrollan diferentes tipos de plantas para conseguir más luz. El fin es el mismo, pero en cada grupo esa necesidad se satisface recurriendo a los recursos propios de cada uno de ellos.

Tal vez lo más interesante que quiero exponer aquí es que entre  los seres vivos no existe una sola estrategia para satisfacer una necesidad vital. Tales necesidades se solventan gracias a los recursos de que dispone cada grupo. Por eso, los diferentes modos de solventarlas, aunque similares, no tienen razón de ser iguales. 

Para mi, con un modo digamos generoso de enjuiciar las cosas, representan casos de evolución convergente y, por tanto, vienen a ser analogías.

martes, 17 de mayo de 2016

Un mirlo blanco

En estado libre, el mirlo macho es negro con el pico de color naranja. Tiene un bonito canto. La hembra posee color pardusco. Este es el aspecto que presenta en la naturaleza. Quienes nos dedicamos a la genética, denominamos “salvaje” a dicho aspecto, sin que tal adjetivo tenga nada que ver con actitudes agresivas. Cuando nos referimos a plantas con el aspecto que presenta en el monte, decimos que tienen aspecto “silvestre”.


MIRLO BLANCO
Coloquialmente, usamos la expresión “ser un mirlo blanco” para referirnos a un ser extremadamente raro y bueno. En este caso, no utilizo el adjetivo “raro” como sinónimo de malformado o monstruoso, me refiero a infrecuente. También hay personas que creyéndose muy singulares, se creen merecedoras del apelativo de mirlo blanco. ¿Es raro el mirlo blanco? Realmente sí lo es, aunque en cautividad han aparecido algunos con muy poca frecuencia.

En biología no existe el color blanco. Me explico. No existen pigmentos de ese color. Las estructuras blancas, como pétalos, pelos, plumas y similares, presentan dicho color, virtual, como consecuencia de la difracción de la luz cuando atraviesa paredes transparentes que encierran cavidades vacías. Es el caso de nuestras canas, pues los cabellos ya no poseen en su interior la melanina que les daba color. Con la edad deja de formarse y los cabellos son similares a tubos vacíos que difractan la luz, lo que genera su aspecto blanco. Lo mismo ocurre con flores, pues en este caso la luz atraviesa vacuolas carentes de pigmento y, como consecuencia, aparece el aspecto blanco.




En el mundo de los seres vivos, el color blanco (recordemos que no es debido a pigmento alguno), puede ser debido a diversas causas. O bien porque no hay pigmentos, (entonces al individuo se le llama albino), o bien, porque sintetizándose los pigmentos, fallan los mecanismos bioquímicos encargados de llevarlos a los órganos a los que estaban destinados. Los individuos albinos suelen poseer los ojos rojos debido a que en ellos se manifiesta el color de la sangre que riega sus pupilas y también tienen la piel sonrosada por el mismo motivo, la sangre que riega las capas internas de la piel.


ALBINO

En el hombre, la frecuencia de personas albinas ronda un nacimiento por cada 20.000, una frecuencia digna de ser tenida en cuenta. Hay diversos tipos de albinismo y casi todos ellos generan defectos de visión. Además, los individuos albinos tiene diversas alteraciones en su salud.

En la antigüedad, los albinos estaban muy mal considerados, pues se decía de ellos que tenían relaciones diabólicas. Por eso, en una familia representaba una desgracia el que naciese un niño albino. También en la actualidad, existen tribus en las que los albinos no han mejorado su consideración.


COPITO DE NIEVE

Todos conocemos personas albinas. En cuanto a animales, recordamos al gorila albino del zoo de Barcelona, Copito de nieve, y hay múltiples seres blancos de diversas especies, así como plantas con flores de ese aspecto. Una mutación (de laboratorio) que genera ojos blancos en la mosca del vinagre, ha aportado mucha información genética, interesante también para el hombre. ¿Hay albinos en estado natural? Depende. Hay animales blancos, como la mariposa de la col, así como plantas con flor blanca, como es el caso de muchos frutales. Son seres con una particular biología que le permite ese color, no exento de ahorro bioquímico al no tener que sintetizar pigmentos. 


MOSCA DEL VINAGRE CON
OJOS BLANCOS
Pero guiado solamente por criterios evolutivos, me atrevo a responder que la carencia de color no es una característica buena. Esto requiere que me explique, claro. La coloración de los animales les sirve para varios fines, uno de ellos es el de camuflarse. La coloración salvaje, propia de cada especie animal, es la que también le confiere cualidades crípticas, que le llega a ocultar porque le permite confundirse con el entorno en que vive. (En edificios religiosos, la cripta también es una cavidad oculta. Ambos términos tienen la misma etimología).

Pensemos en diversos animales salvajes que hemos visto en paseos por el monte. Si se los hemos indicado a acompañantes, o si son ellos, los que nos los hacen ver, siempre se tarda un tiempo en distinguirlos de su entorno debido a que la coloración críptica les hace confundirse con su entorno. En esos casos, pasan desapercibidos con tal de no moverse. Pensemos en un erizo ovillado entre hojarasca, un zorro acurrucado al pie de un árbol en otoño, un lagarto entre piedras y en muchos otros ejemplos. Siempre el escamoteo frente a los predadores está en función de la capacidad de la posible presa de pasar desapercibida.


EN ESTE TRONCO HAY UNA MARIPOSA NOCTURNA
NO LA VEMOS POR SU COLORACIÓN CRÍPTICA

Creo que en la naturaleza nacen seres albinos, con la frecuencia que sea, pero que nada más iniciar su vida individual, son presa fácil de sus predadores. Por eso es muy difícil que alcancen el estado adulto. Yo diría imposible. Nunca he visto un albino adulto en su posible entorno natural.

En cautividad es diferente. Los cuidados que reciben esos seres raros son grandes, y están completamente protegidos de posibles predadores. Ahí sí que son posibles los mirlos blancos. En estado salvaje, y adultos, creo que no encontraremos ninguno.

viernes, 9 de octubre de 2015

Cuestiones de biología

Quiero comentar una cosa que casi constituye una falsedad si no se explica con detalle. Se nos ha insistido una y mil veces  en que todos somos iguales, lo cual, desde la óptica de la biología, no solo es falso sino que, de ser cierto, constituiría una tremenda desgracia.


Vayamos por partes. Los defensores de esa pretendida igualdad, tal vez no han visto que la mitad de la Humanidad está constituida por hombres y la otra mitad, por mujeres. Eso, para empezar. Luego vienen los diferentes grupos sanguíneos, las alergias, las predisposiciones, las aptitudes, las habilidades, etc. En fin, ya Aristóteles había dicho que cada ser humano es irrepetible y la biología de hoy confirma tal enunciado.

Podemos preguntarnos que de dónde viene tal error. La respuesta es clara. Procede de los primeros parlamentos democráticos de los siglos XVIII en EE UU y Francia, y de los del siglo XIX. En aquellos parlamentos constituyentes se incluyeron científicos, normalmente químicos o físicos, que manejaban los planteamientos filosóficos de Platón en el momento de enjuiciar el entorno. La filosofía platónica es correcta para enjuiciar los seres químicos o los procesos físicos. Pero cuando se aplica a la biología es un verdadero desastre.

De allí salieron las primeras Constituciones. La de Estados Unidos es de 1787 y que yo recuerde, uno de sus primeros artículos, dice que “Todos los hombre son iguales”. Conviene leer de modo literal. No menciona a las mujeres y es que era una constitución pensada por y para hombres. Ese fue uno de los hondos debates de aquel siglo, el incluir a las mujeres en las Constituciones y definir sus derechos en la sociedad.

El siglo XIX asistió a un notable desarrollo de la biología y su consiguiente
prestigio. Médicos y biólogos aplicaron sus conocimientos al concepto de diversidad humana y se supo que esa diversidad era una de las riquezas biológicas de nuestra especie. No tenía sentido científico hablar de igualdad humana en los términos en que se había hablado en Constituciones anteriores. Fue preciso buscar nuevas fórmulas que, admitiendo la diversidad de los individuos, definiese su igualdad. Creo que fue la Constitución belga la primera que, en 1914, resolvió esta aparente contradicción diciendo que “todas las personas nacen iguales ante la ley”. Desde entonces, es la fórmula que se utiliza para enunciar esta aparente contradicción. Únicos desde un punto de vista biológico. Iguales ante la ley.

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Por otra parte, una cosa que me preocupa es que, hoy em día, existen diversos condicionantes sociales que hacen que en Europa se inviertan las pirámides poblacionales. En una población humana normal, hay muchos niños y el número de sus componentes decrece según la edad, como vemos en la gráfica que pongo de la población española de 1900. Muchos niños, pocos ancianos y un gran número de individuos en edad reproductora. Ahora han
POBLACION ESPAÑOLA 1900
cambiado las circunstancias y vemos que, pasado el año 2000, hay personas que superan los cien años, pero nacen pocos niños. Éstos representan la generación siguiente, la que nos va a substituir, que ya están ahí, pero en pequeño número relativo. En la Unión Europea disminuyen los tamaños de las poblaciones, y no se atisban soluciones ni a corto ni medio plazo.

En este plan, desde un punto de vista, incluso, egoísta, pienso en todos esos niños que están a las puertas de nuestra Europa pidiendo paso para entrar. Cuánto me gustaría que se les abriese paso, un paso franco, generoso, pensando que son más los beneficios que los problemas que traen con ellos.

POBLACION ESPAÑOLA 2007
Los biólogos de poblaciones coincidimos en el efecto beneficioso de las inmigraciones, tanto en los aspectos relativos a nuestra actual estructura como población biológica en general, como a un posible incremento de la diversidad genética de las futuras generaciones de europeos. Es posible que muchos de nosotros no lo lleguemos a ver, pero la población europea saldrá beneficiada.

Mientras se toman decisiones, en esta bendita España nuestra, hay pueblos que se han quedado desiertos por falta de brazos. Lo sabemos todos. Ojalá los políticos, tan hábiles en cosas dispares, arbitren modos para su integración en poco tiempo.


martes, 23 de septiembre de 2014

SOBRE BIOLOGÍA. PLANTAS QUE TREPAN

HIEDRA TREPANDO
A veces imaginamos que en el mundo de los seres vivos, al que pertenecemos, sólo hay una solución para los problemas que puedan aparecer. Algo muy lejos de la realidad. Entre los seres vivos, con unas funciones concretas que realizar (nutrición, relación, reproducción), cada grupo se organiza del modo que buenamente puede para llevarlas a cabo. Y, si son grupos existentes en la actualidad, podemos decir sin miedo a equivocarnos, que las realizan muy bien. Han superado la acción de la Selección Naturalhasta hoy.

ZARCILLO
El papel de la luz es muy importante en el mundo vegetal. Cada grupo de plantas tiene sus estrategias para cumplir sus requerimientos. Las hay que viven en zonas donde llega poca, como son fondos de selva, de bosque o interior de pozos y otros hábitats donde reina la penumbra. Son plantas acostumbradas a esos pocos aportes de luz, pero crecen con todo su vigor y con morfologías adaptadas a estas condiciones. Un carácter adaptativo en ellas es poseer profusión de hojas de un intenso color verde. Muchas de ellas son las que, luego, forman el catálogo de nuestras plantas de interior, que viven dentro de las casas.
Hay otras plantas, de bosque y no leñosas, que tienen necesidades de luz, pero no disponen de un porte adecuado que les permita crecer hasta
ZARCILLO DE PARRA
alturas suficientes como para satisfacer esas necesidades. Su estrategia adaptativa consiste en trepar sobre soportes fijos que encuentren y, por tanto, se les conoce como plantas trepadoras.
El trepar es una estrategia a la que han llegado desde posiciones taxonómicas muy diversas y utilizando estructuras muy diferentes, pero que permiten a las plantas alcanzar posiciones altas y así poderse beneficiar de un buen nivel de luminosidad. Voy a comentar tres tipos de estructuras que permiten trepar y que ocurren en plantas conocidas por todos.
El primero de ellos es el de la hiedra, que forma raíces llamadas adventicias. A lo largo de los tallos, también en los nudos donde nacen las hojas opuestas, se forman manojos de raíces cortas que se adhieren a superficies fijas, paredes o troncos, gracias a las cuales la planta se va fijando y pudiendo, por tanto, trepar.
La madreselva también es planta trepadora. Aunque leñosa, su tallo
TALLO DE MADRESELVA
largo, delgado y flexible no le permite la posición vertical. No obstante, se enrosca alrededor de otros tallos, o de cualquier objeto rígido que encuentre y le pueda servir como guía. Nunca trepa en paredes, como la hiedra.
Las judías y otras plantas afines, trepan gracias a zarcillos que aparecen en sus hojas compuestas. Realmente son foliolos modificados. Esos zarcillos se enroscan y fijan alrededor de cualquier objeto sea tronco, rama o guía y gracias a esas fijaciones la planta va trepando.
Hay más plantas trepadoras conocidas por todos, como el Ficus benjamina, que trepa gracias a raíces adventicias, la parra virgen
ZARCILLOS DE LEGUMINOSAS,
SON FOLIOLOS MODIFICADOS

que forma zarcillos muy cortos, con los que se fija a las paredes, o la capuchina, que trepa también gracias a zarcillos.
Qué duda cabe que, en todos estos casos, los órganos que facilitan a las plantas el poder alcanzar la luz, constituyen estructuras que son adaptaciones.


martes, 21 de enero de 2014

CARACTERÍSTICAS DE LOS SERES VIVOS: (III) SE REPRODUCEN

UNA NUEVA GENERACIÓN

Vayamos, de nuevo, al diccionario de la Real Academia de la Lengua. Nos dice que, aplicado a seres vivos, reproducirse es “engendrar y producir otros seres de sus mismos caracteres biológicos”. En general, conocemos como progenitores a quienes se reproducen, e hijos a sus descendientes. Y no tenemos duda en que progenitores y descendientes forman dos generaciones sucesivas, diferentes, y que solo se solapan en razón del parentesco que las une.

Puesto que hay parentesco entre reproductores y descendientes, también es correcto hablar de padres, al referirnos a los reproductores que ya tienen descendientes, a quienes conocemos como hijos suyos.

Padres, hijos, progenitores, descendientes, reproductores, nombres diferentes para designar a los mismos sujetos de un proceso biológico importante, muy importante. Tan fundamental, que un dato clave que tenemos en cuenta para indicar que un individuo está adaptado a un determinado ambiente, es que en ese ambiente, el individuo en cuestión es capaz de tener hijos fértiles.
Es curioso que al hablar de adaptación, impliquemos tres generaciones:
FASES DE LA GERMINACIÓN DE UNA SEMILLA
aquel de quien decimos que está adaptado, su hijo y su nieto, pues el hijo también ha de ser fértil. ¿Por qué se hace así? Yo lo veo muy claro, y voy a intentar explicarlo aquí y ahora.
Los seres vivos nacen y crecen, eso por supuesto, pero son los mismos individuos que protagonizan esa actividad quienes se benefician de ella. No ocurre eso con la reproducción, pues a un individuo le resulta indiferente reproducirse o no hacerlo. ¿Quién se beneficia de ella? Sin duda alguna, la población de la que forma parte y, en último extremo, la especie a que pertenece. La permanencia de poblaciones en determinados territorios, configurando el área de distribución de la especie a que pertenecen, determina la necesidad inexcusable de que se reproduzcan los miembros que la componen. Es el único mecanismo para que una generación genere la siguiente y, de este modo, se estará produciendo la continuidad de la presencia de unos individuos en lugares determinados. En mi opinión, ese es el valor biológico de la reproducción, y quiero señalar que no indico ningún tipo concreto en que ésta pueda realizarse. Si hay diversos modos que tienen los seres vivos para reproducirse, (sexual, asexual, alternante, etc.) y hay especies vivas que los utilizan, esto será porque esos métodos son útiles para ellas.
ALEVINES
Para las especies y las poblaciones, lo importante es no extinguirse y, mientras la reproducción se realice de modo adecuado, la extinción como peligro biológico está conjurada.
La historia de la vida es apasionante. Nadie discute que se originó una sola vez y que, desde entonces, no ha ido más que diversificándose, generando nuevas especies, y ampliando su área de distribución. Es posible encontrar muchos datos acerca de este proceso cuando se estudian los estratos geológicos, y cada vez sabemos más sobre este tema.
PUESTA DE INSECTO
Si hoy encontramos seres vivos en cualquier hábitat, o si hay seres vivos con cualquier estructura y modo de vida, es debido a que, desde que la vida se originó, los seres que la poseían fueron reproduciéndose, ganando en complejidad y colonizando nuevas áreas en las que poder vivir, ampliando sus áreas de distribución. La reproducción siempre fue el eslabón que unió las diferentes generaciones en esta cadena de seres vivos.

El único eslabón, de ahí su importancia biológica.