Mostrando las entradas para la consulta reflexiones ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta reflexiones ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

viernes, 14 de octubre de 2016

Pastor angelicus

Comento la postura de las iglesias cristianas en relación a la evolución humana. Hago más hincapié en la doctrina católica, pues es la que mejor conozco. Todo esto acompañado de alguna reflexión por mi parte.
+ + + + +

Pio XII, un Papa controvertido, fue anunciado como Pastor angelicus en la profecías de S. Malaquías. Aristocrático e intelectual, procuró poner al día la doctrina de la Iglesia conforme a los avances de la ciencia en todos los órdenes, cuando el siglo XX rondaba su mitad. En 1950 publicó la encíclica Humani generis, en la que se refiere a los conocimientos evolutivos, fundamentalmente humanos, y cómo interpretarlos a la luz de la doctrina católica.

PIO XII


Hasta entonces, los conocimientos religiosos acerca del mundo habían estado plasmados en la Biblia, considerada como el único libro portador de la verdad. Pero muchos siglos antes, S. Agustín ya había intuido que aparecerían dificultades en su interpretación, creando el concepto de Teología Natural.



Según este concepto, Dios se manifiesta al hombre de dos modos: o bien por lo que dice de sí mismo, en la Biblia, o bien mediante sus obras. Así, estudiar los fenómenos naturales no sólo es conocer la naturaleza; también es conocer a Dios a través de ella. Entre ambos aportes de información no debe, no puede, haber contradicción. Y si la hay, es porque nuestra interpretación es errónea. 


ANTEPASADO NUESTRO


Este modo de estudio y de comprender la naturaleza rigió hasta el siglo XVIII. En esa época fueron muchos los científicos europeos que se lo cuestionaron. Por otra parte, hasta entonces había sido costumbre que los autores presentasen su idea de Dios en sus obras y cómo intervenía en sus descubrimientos. Es decir, en sus libros lo tenían presente.

Por una parte, una visión teísta del mundo, planteaba un Creador interviniendo constantemente en su obra, no permitiendo ningún desarreglo en ella. Por la contra, los deístas creían en un Dios que había creado el mundo, del cual luego se había desentendido, no sin antes haberlo dotado de leyes inexorables para su funcionamiento. Para la teología natural, estudiar esas leyes constituía un modo de estudiar la obra divina. El siglo XIX fue convulso en ideas, pues científicos de alta talla defendieron una u otra postura, si bien había datos de difícil explicación, como la existencia de fósiles representando a seres extinguidos. ¿Por qué se habían producido las extinciones?

UTENSILIOS ANCESTRALES


Hoy, los estudios evolutivos están normalizados en Europa, o casi. Hay algunas religiones protestantes que excomulgan a sus miembros que estudien estos temas, como es el caso de un amigo mío. También, en algunos Estados de Norteamérica, si en sus planes de estudio se incluyen de evolución, es preciso incluir en ellos un idéntico número de horas lectivas dedicadas a temas bíblicos.

No deja de sorprenderme la beligerancia de algunas personas con temas biológicos cuando pueden entrar en controversia con la Biblia. Con temas de física, y hay muchos en los libros sagrados, no ocurre nada, así como con temas de zoología. La discusión ciega se produce cuando se trata del origen del hombre y su filogenia.

ANTEPASADOS NUESTROS CON FUEGO

Pío XII, en la encíclica que he mencionado, la Humani generis, establece sólo dos condiciones conceptuales y de fe para los estudios de los procesos evolutivos. El primero de ellos, es el origen divino de la creación. El segundo es la intervención divina en el momento de infundir un alma a nuestro precursor orgánico. Puesto que ambas situaciones no son científicas, no es posible repetirlas experimentalmente, se salen del campo de la ciencia para pasar al del pensamiento. Y aquí cada uno, bajo su responsabilidad, puede pensar lo que quiera.

¿Cuándo se admite que los prehomínidos ya tenían conciencia de su propia dignidad? Cuando en las excavaciones, junto a poblados rudimentarios, aparecen enterramientos. En aquel momento, nuestros antepasados conferían a los cadáveres de congéneres una dimensión especial, que los hacía dignos de ser reverenciados.

ARTE ANCESTRAL

Después de celebrado el Concilio Vaticano II  se puso énfasis en la diferencia entre el espíritu alegórico y el real de los escritos bíblicos. En este sentido, hace poco que el Papa Francisco ha dicho que no ve contradicción entre la teoría del Big.Bang y lo relatado en el Génesis.

En estos últimos tiempos se han realizado descubrimientos espectaculares acerca de nuestra historia como homínidos y prehomínidos. Mi conocimiento de ese tema no deja de ser superficial, y lo lamento. No tengo conocimientos sólidos de paleontología y noto mis carencias, pero sí creo que es precisa una síntesis de conocimientos de Biología Evolutiva, Paleontología, Antropología Física y geología para que nos ofrezcan una interpretación coherente de unos hechos, que a todos nos interesan.

Porque hay muchas corrientes de pensamiento, no científicas, que pretenden imponernos “su” manera de pensar. A veces me gustaría que me presentasen su concepto de ser vivo, por ejemplo. O el papel del azar en biología. Porque no faltan quienes defienden que todo estaba determinado, como está determinado que caiga una piedra que tengo en la mano y la suelto. Eso del determinismo biológico ha sido algo que tuvo sus defensores en tiempos pasados, pero hoy creo que pocos le quedan.

Otra cosa es el azar. Hace como medio siglo, se atribuían al azar las causas de hechos que resultaban desconocidas. Si no se sabía el porqué de un fenómeno, se decía que era aleatorio. Muchos de aquellos hechos debidos al azar, hoy son perfectamente conocidos y predecibles. Otra cosa es el papel del azar en los grandes hechos desencadenados en nuestra historia como seres vivos. Una tormenta, una inundación, una erupción volcánica, pudieron haber tenido una gran trascendencia en la historia evolutiva y, sin embargo, son hechos que atribuimos al azar.


Entradas relacionadas en el blog:






domingo, 28 de agosto de 2016

Nombres en biología: 8. Más nombres.

Vuelvo a decir que muchos nombres científicos no se dieron a voleo cuando se trató de designar a animales y plantas. Tales nombres pretendían describir, aunque de modo somero, al ser en cuestión así como indicarnos alguna de sus propiedades. 

+ + + + +

Los nombres científicos se rigen por la nomenclatura binaria, establecida a finales del siglo XVIII por el botánico sueco Carlos Linneo. Este nombre está compuesto por otros dos (de ahí, binario), el primero se refiere al Género al que pertenece el ser nominado, por ej. Drosophila. El segundo nombre es el llamado específico y se refiere a peculiaridades de un grupo, de tamaño variable de individuos, que comparten caracteres morfológicos y de comportamiento que los diferencian del resto de individuos pertenecientes al mismo género. Conocemos como especie al conjunto de individuos que reciben este mismo nombre.


Jasione montana


El concepto de especie es dificil de definir y está en constante revisión. Su última definición comprendió caracteres morfológicos, ecológicos y genéticos. Me gusta que en biología no tengamos casi nada definido por completo y sin necesidad de revisión. 

Supongamos varios géneros diversos, pero en ellos hay algunas especies que reciben el nombre de “oficinalis”, ej. Parietaria oficinalis. El nombre de estas especies nos indica que tales vegetales fueron utilizados en farmacia. Recordemos que hoy día los farmacéuticos llaman “oficina” a sus tiendas expendedoras de medicamentos. Hay géneros que con especies llamadas “edulis”, ej, Cerastoderma edulis, (berberecho). Tal nombre de especie indica comestible. Hay nombres de especies que nos hacen referencia al hábitat: Jasione “montana” es del monte, Calendula “arvensis” se refiere a frecuente en los campos, etc, etc. En otras ocasiones, el nombre de la especie hace referencia al origen geográfico: Drosophila “mauriciana”, de las Islas Mauricio, Daboecia “cantábrica”, de nuestra cordillera norteña. Hay veces en que la especie nos habla de cualidades de la planta, como “somnifera”, que es la especie a la que pertenece el opio.Y un largo, e ilustrativo, etcétera.


Osmunda regalis


Hay un helecho cuyo nombre me gusta mucho: Osmunda regalis. Traducido dice “boca limpia de los reyes”. En latín, “os” es boca; “munda”, limpia, y “regalis”, del rey. Este helecho lo utilizaban los emperadores romanos para masticar después de las comidas y, de ese modo, limpiar sus bocas. Vive a orillas de ríos, en aguas remansada. 

Pyrus

El fuego ha inspirado varios nombres de cuerpos naturales y científicos. También en biología ha dejado su impronta. Pensemos en la morfología de una llama. Una sola. En griego se llamaba pyros y tenemos un cuerpo geométrico al que llamamos pirámide. Hay un fruto que cuando cuelga del árbol recuerda mucho a una llama. Le llamamos “peras” y el nombre científico del género al que pertenece es “Pyrus”. Siguiendo con el fuego, en el argot infantil de diversas zonas del país, al pene se le llama “Pirola”. Siempre he visto una clara referencia al Pyrus, fuego, y esta pervivencia del nombre en un reducto cerrado, como el infantil, es un fenómeno que ocurre en otras circunstancias léxicas y evolutivas.
PLATANO
ARCE



En cuanto a árboles hay dos especies diferentes, pero con hojas parecidas. Las características para distinguir árboles son el aspecto del tronco, la morfología de la hoja y del fruto. El arce y el plátano de sombra poseen troncos y frutos muy diferentes, pero algunas especies tienen unas hojas muy similares. Yo los distingo porque las hojas de arce tienen el pecíolo rojo y las del plátano, no. Pero son tan parecidas, que quien les asignó nombre jugueteó con ellos y les puso: Acer seudoplatanus y Platanus acerifolia, es decir, Arce falso plátano y Plátano con hoja de arce.

Capsella bursa-pastoris

Una de las primeras plantas que determiné se llama Capsela bursa-pastoris, es decir, “Fruto en forma de zurrón de pastor” y realmente es acertado tal nombre, por lo descriptivo. 

Este de ahora ha sido un pequeño recorrido por nombres científicos para indicar que no son consecuencia de un capricho. Mas bien es el resultado de un estudio riguroso que pretendió compendiar en dos palabras la máxima información sobre una especie.

Entradas de esta blog con temas relacionados:
Sobre nombres científicos

Reflexiones sobre el concepto de vida.

martes, 12 de abril de 2016

Reflexiones sobre el azar

+Laura Villoria me comenta que, al hablar de poblaciones pequeñas, me acerco más a ideas de M. Kimura que a las de Darwin. No le falta razón, pero ha tenido que hacerme reflexionar sobre eso. Llevo tantos años dándole la vuelta a las mismas cosas, que ya no soy capaz de reconocer su paternidad.

Kimura no es muy conocido para el gran público. Sólo Darwin, por el brutal comentario, falsamente atribuido a él, acerca de la supervivencia del más fuerte, permanece en el sentir popular propiciado por gente matona, inculta y satisfecha de sí. (Me gustaría saber cuántos españoles conocen el trabajo de Cajal, el que le hizo merecer el Premio Nobel).

VARIABILIDAD GENÉTICA ENZIMATICA.
CADA VERTICAL REPRESENTA
UN INDIVIDUO MUESTREADO


En la década de 1960, en genética, las ideas parecían estar consolidadas. Fue entonces cuando apareció una nueva técnica de análisis enzimático, electroforesis en gel, y dos investigadores, Hubby y Lewontin, la aplicaron a muestras de individuos procedentes de  muy diversas poblaciones naturales. Los resultados fueron espectaculares por lo inesperados. Había mucha variabilidad genética no visible en las poblaciones, mucha más de la explicable con los criterios de entonces.
Lo he dicho en otras entradas de este blog. La ciencia busca explicar el entorno con las herramientas de que dispone. Con estas explicaciones se construye un cuerpo doctrinal, nunca cerrado, con el que se pretende interpretar y responder a las preguntas que se vayan formulando. Para comprobar la veracidad de las hipótesis utilizadas, se vuelven a comprobar cuando se dispone de nuevos métodos de análisis.
Para comprobar las ideas genéticas imperantes, en 1966, se aplicaron las técnicas de la electroforesis a las poblaciones naturales. Las ideas anteriores sufrieron un tremendo revulsivo, a la vez que aparecieron nuevas preguntas por contestar, muchas de ellas aún en vías de resolución.

VEMOS UN GRAN VARIABILIDAD ENTRE LOS
INDIVIDUOS MUESTREADOS

Como apareció mucha variabilidad génica, es decir más de la esperada,  las preguntas giran alrededor de este dato. ¿Cómo surge esta variabilidad? Y más importante aún, ¿cómo se mantiene? Cómo aparece la variabilidad está claro que es por mutación, pero lo esperado sería que se perdiese al poco de aparecer. No obstante, hay mucha en las poblaciones naturales. ¿Cómo se mantiene? Es decir, cómo es que la selección natural no va eliminando, a la velocidad que sea, toda la variabilidad que no genere mayor adaptación a sus portadores.
Porque, y hay que tenerlo en cuenta, mucha variabilidad requiere poblaciones grandes, pero en la naturaleza las poblaciones no lo son. Más bien, tienen tamaños limitados. En una bandada de aves, en un pequeño bosque o en una colonia de celentéreos, es donde se llevan a cabo los procesos evolutivos que he comentado en mas de una ocasión. Y no tienen grandes tamaños. Para comprender lo que ocurría, se estudiaron diversos procesos biológicos y aparecieron casos de selección explicables mediante las teorías de Darwin, pero aplicados a casos concretos, como la selección estacional, la dependiente de frecuencias, la gamética, etc. etc.
Aquí había un fallo conceptual, grande. Nadie quería abandonar la idea de la selección darwiniana, el pensar que cada gen, a su modo, contribuye al valor selectivo de su portador. ¿Sumando o multiplicando? Es imposible que todos los genes actúen por igual, pues los letales, por ejemplo, tendrían un efecto enmascarador de los demás, matando a su portador.



Es en esta situación de la contribución de los diferentes genes al valor de un individuo frente a la selección, cuando Kimura propone que, al igual que la contribución de los genes a ese valor es variable, tambien los puede haber con valor 0, es decir, que sean neutros ante la selección. Así, unos serán beneficiados, otros rechazados y otros, la mayoría, serán neutros ante la selección. Esto explicaría la gran cantidad de variabilidad encontrada, y cuya explicación resultaba muy difícil desde un punto de vista adaptativo. Simplemente, porque al ser neutros, la selección no los “ve”.
Me gustan mucho estas ideas, pues a veces vamos más allá de lo que nos dicen nuestros estudios. Por ejemplo, a veces queremos saber qué ve la selección natural, y no nos damos cuenta de que es una tendencia sin mayor trascendencia a corto plazo. Que depende mucho de las condiciones ambientales y que de ese modo, sus individuos seleccionados pueden ser muy diferentes a lo largo de las generaciones. A veces he oído decir “lo que tendría que ocurrir…” y me he reído, porque parece que haya quienes quieran darle la vuelta a las cosas. Nosotros estudiamos la naturaleza, no tenemos que indicarle lo que debe hacer.
Una cosas derivada de todo esto es que (pensábamos) los gametos formadores de una generación, lo eran gracias a haber sido favorecidos por diversos aspectos de la selección. ¿Y si eran neutros, si la selección no los veía? Entonces entraba en escena el azar.
No todos los genes son selectivos ni todos son neutros. Desconozco cómo se integra el valor de cada gen en el valor general del gameto, pero algo de esto hay.
Antes de Kimura, las poblaciones genéticas se definían como “conjunto infinito de individuos…” Luego, con los pies más en el suelo, tal vez comprendiendo que no existe una población de tamaño infinito, se define como “conjunto de individuos que se cruzan entre si…” Ese es el objeto de la evolución, la población que de mayor o menor tamaño, siempre en pequeña en términos genéticos, y sujeta a diversos efectos selectivos, Pero también al azar.



Un error conceptual evidente (las poblaciones son infinitas…) que no supimos ver hasta pasado mucho tiempo. Con frecuencia me pregunto con cuántos errores conceptuales de este tipo estaremos trabajando. El aceptar la idea de Kimura, suponía para muchos una especie de rechazo a Darwin, por eso tardó tanto en serlo. En aquel tiempo yo hacía mi tesis doctoral. Desde entonces, he visto que a las personas mayores les cuesta adoptar ideas nuevas, tal vez pensando traicionar a antiguos maestros. No lo sé. Creo que no participo de ese modo de pensar.

Gracias  +Laura Villoria, por hacerme reflexionar sobre esto.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Lo mejor para todos

NUESTRA MESA, VACIA.
FUERA HA LLOVIDO
Por este año, se me han terminado las sesiones del Ateneo. Mañana marcho a Lugo para “unas cosas”, esta expresión ambigua tras la que escondemos asuntos privados que, por otra parte, luego ventilamos a los cuatro vientos. Como despedida, hemos estado los amigos en el Silveira, una “casa de xantar”, como reza el rótulo. Desde fuera aún es posible ver cómo queda desordenada la mesa en la que hemos estado. Sí, la primera a la izquierda en la foto.




Bajamos por Orfas y pienso que ya será en 2016 cuando repita con ellos este ritual al salir del Ateneo, cualquier noche de lunes. Viviré de nuevo las charlas, los comentarios, los encuentros de los diferentes criterios pero confluyendo en el cariño, el respeto y el bienestar compartido.

Un año más que se va. Un año que para mí ha sido cruel. Adios, 2015… ¿qué nos traerá 2016? Nunca me ha preocupado el cambio de año, siempre lo he considerado como algo artificial, pero este año se me antoja diferente.

Sí, han ocurrido cosas y entre unos y otros hemos ido salvando los meses,
RÚA DAS ORFAS. 
MOJADA, SOLITARIA
creo que con cierta gallardía. El Ateneo ha servido para muchos como un lugar en el que encontrarnos de modo incondicional. Una pequeña parcela, de esas de las que todos tenemos alguna, en la que las cosas y el modo de verlas son diferentes a como se ven desde fuera.

Bajamos paseando por Orfas, la iluminación navideña, raquítica según mi modo de ver, se refleja en el suelo húmedo y, como ni llueve ni hace frío, andamos despacio, parándonos a veces, viviendo esta despedida por un tiempo. ¿De qué hablamos? De lo que encarta. De cosas de aquí y de allá, sin mayores complicaciones. La verdad es que yo voy en solitario, algo separado de los demás. Pensando...
NUESTRO AMIGO
ESTÁ EN CASA

Esta noche define una atmósfera casi mágica o así quiero imaginar, pues no creo mucho en magias y similares. Pero entre el silencio y las luces, los reflejos hacen como si por algún lugar fuesen a aparecer meigas, de esas en las que no creo, pero de las que sé que habelas, hainas.

Como en cualquier otra noche navideña, las pocas personas que hay en la calle pasan apresuradas por llegar a sus casas. Parece como un cuento de Navidad de Dikens en el que alguien, en algún sitio, plaza, calle o esquina, se encontrará con un bendito espíritu navideño que sabrá sacar de dentro de cada uno el sentir de una navidad especial, que hará que la de este año sea inolvidable para siempre. El espíritu que nos empapará de esa felicidad que cada uno de nosotros lleva dentro, sin siquiera saberlo y que está deseando salir para llenar todo lo nuestro.
LAS MARÍAS, COMO SIEMPRE
DESEANDO FELICIDAD

Comentamos la iluminación, la sigo encontrando tacaña en número, pero de diseños bonitos.  En la plaza do Toural nos paramos bajo un tendido que recuerda un paraguas tranquilo, que infunde serenidad. Allí en lo alto, vemos una ventana encendida en la casa de un amigo nuestro. Tal vez descanse después de un día ajetreado. La luz amarilla de su habitación contrasta con la blanca de la iluminación pública y se nos hace sencillo imaginarlo en su reposo tras el quehacer cotidiano.

Antes de despedirnos vemos que allá, en la Alameda, las Marías, también con su luz propia, nos dedican una sonrisa digna y dignificada. A ellas, maltratadas en épocas políticas recientes, hace poco que el Ateneo les rindió el homenaje que la ciudad les debía desde hacía años. Ahora, generosas ellas, nos desean buena navidad sin rencores.

Un paseo más, unas reflexiones más, y un deseo personal mío, entrañable, de felicidad para todos en un año que me gustaría que fuese especial, el 2016. Pero me doy cuenta que no es posible, que no puedo desear felicidad durante todo un año, porque sé que no es cierto. Los años son largos y la vida es adversa. Si nos han hecho creer que felicidad se entiende como ausencia de hechos aciagos, sé que no es posible la felicidad, pues vendrán esos hechos, claro que vendrán. Lo que deseo a mis amigos es que en esas ocasiones se sientan acompañados por quienes les quieren para que, con su cariño, les reconforten sin límites y les hagan sentirse acompañados. 

Deseo también a mis amigos que comprendan que es la vida misma la que pega esos zarpazos, que pueden ser crueles. Depende de nosotros afrontarlos con la entereza propia de personas curtidas o dejarnos vencer por ellos. Porque con esos vapuleos la vida nos hace madurar. Afrontar los hechos de este modo creo que es una versión adulta de eso que llamamos felicidad, y que deseamos todos. Este año que termina ha sido cruel para mi, sí, pero también me he sentido muy querido en él. 

Para 2016, deseo lo mejor para todos.


La foto de las Marías es del Prof. X. R. Pousa, a quien agradezco que me permita utilizarla aquí.

sábado, 7 de noviembre de 2015

¿Cuántos machos, cuántas hembras?

NUESTRO UROGALLO
Una amiga entrañable está preocupada por animales vertebrados de nuestra fauna. En ese plan, soy pesimista en cuanto a su  posible conservación. Depende de políticas acertadas y proyectadas a largo plazo. Pero también depende de cada uno de nosotros, y tengo mis dudas. Para ella, María de nombre, escribo estas reflexiones. 



Hace un tiempo, reunidos unos amigos charlábamos de temas relacionados con el medio ambiente de Galicia. Uno de ellos, bien intencionado, comentó que, en la Sierra de Ancares, el urogallo “ya” no estaba en peligro de extinción, pues había unos veinte ejemplares por la Sierra. Como biólogo, me pareció una población pequeña, pero para tener más datos pregunté que cómo se distribuían por sexos esos veinte individuos. Mi amigo, algo picado, comentó con retranca que ya “salió el de genética…” La conversación cambió de tono, siempre cordial. 

POBLACIÓN URBANA
Se me hizo preciso aclarar cuatro conceptos. Una cosa es el tamaño censal de una población. Es decir, el número de individuos que encontramos después de realizar un censo y que simbolizamos como N. Tiene importancia biológica, pues ese tamaño puede venir determinado por criterios de territorialidad, disponibilidad de recursos, número de predadores y demás factores que lo limiten. El número de individuos que puede haber en un territorio no es ilimitado, hay que tenerlo claro.

Esos veinte urogallos que había en los Ancares, deberían constituir una población biológica para suponer que por sí solos eliminan el peligro de extinción, como nos quiso hacer ver nuestro contertulio. ¿Es así? Primero conviene comentar lo que en biología entendemos por “población”, un concepto muy operativo.

Para los biólogos, una población es un conjunto de individuos de la misma especie que comparten espacio, tiempo y algunas más características biológicas que determinan una alta cohesión reproductiva y ecológica. Indudablemente, los miembros de una población se reproducen entre sí y tienen hijos fértiles. El requerimiento conceptual y funcional de que se produzcan hijos fértiles implica que esa población es capaz de autoperpetuarse sin necesitar ayudas externas de ningún tipo para hacerlo.

EN LUGO, FORMAN PARTE DEL PAISAJE
CELESTE
Entramos en terrenos evolutivos al decir que una población debe (biológimente hablando) originar la siguiente. Esto garantiza, dentro de lo que cabe, la perpetuidad de esa población en ese hábitat. Para que se produzca ese proceso, insisto, cada población debe generar la siguiente. Desde una óptica biológica, a la población le resulta indiferente reproducirse, pero el proceso es fundamental para la especie a la que pertenece. En urogallos (como en todas las aves, mamíferos y muchas otras especies animales y vegetales), la reproducción es sexual, es decir, implica a machos y hembras. Por eso yo preguntaba que, dentro de la población censal de 20 urogallos, cómo se repartía este censo entre machos y hembras. Es aquí donde aparece el concepto de “tamaño eficaz de población” (Ne), que viene a decir a cuántos individuos reproductores equivalen los 20 de que hablaba nuestro amigo.

Existen fórmulas para calcular este tamaño eficaz. Todas ellas tienen en cuenta el número de machos y de hembras, además de factores influidos por el modo de reproducción. Y en todas, el
SEGURO QUE EL TRIGAL ESTÁ CERCA
número de machos y el de hembras interactúan como producto, de modo si una de las cantidades es igual a cero, el total también lo es. Si todos son machos, (hembras = cero) o todas hembras (machos = cero), el tamaño eficaz es cero. Cuando el tamaño es cero, la población está abocada a la extinción, para comprenderlo no hace falta aplicar fórmula ninguna. En esas fórmulas es fácil ver que, dentro de un tamaño censal dado, el valor máximo se produce cuando el número de machos es igual al de hembras.


Una fórmula muy utilizada es la siguiente, aunque tiene sus limitaciones:

                   (número de machos)  x  (número de hembras)
Ne = 4 x ---------------------------------------------------------------------
                        Número total de individuos en la población

Donde "Ne"  representa el tamaño eficaz de la población.

¿Por qué el calificativo de eficaz? Porque se define en términos evolutivos, desde el punto de vista de permanencia de la población en un territorio dado. Esos individuos, los reproductores, serán los que transmitan sus genes a la generación siguiente y quienes contribuirán, a que ésta permanezca en su hábitat. 

POBLACIÓN SILVESTRE


Algún machista cateto (todos los machistas lo son), dirá que el tamaño ideal está formado por un macho y las demás, hembras. Corroborará su dicho con una sonora carcajada de hombre sabido. Yo le diría que no tratamos de un gallinero, donde las aves están sometidas al cuidado humano. Hablo de una población autónoma, capaz de autosustentarse. Y esa que él propone con risotadas estentóreas produciría una descendencia en la que todos los miembros serían medio hermanos, existiendo una fuerte tendencia a la consanguinidad en generaciones sucesivas. Mejor que calle el machista, escuche e intente aprender, que siempre le puede quedar algo.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Escultura popular en el Museo

LAS TRES IMÁGENES QUE COMENTO
En el Museo Provincial de Lugo, quiero decir y supongo que como tal se entiende el título. En su claustro, hermoso, estilizado, apuntando en él el nacimiento del gótico, encuentro múltiples motivos para echar mi pensamiento a volar, a divagar sobre las mil cosas que son capaces de evocarme todo cuanto hay en él expuesto.


A veces son obras cargadas de historia, de historia nuestra, como las lápidas, aras y estelas funerarias. Otras veces los relojes de sol me hacen pensar en tiempos palaciegos de hidalgos locales. También hay figuras, esculturas, en las que encuentro un entrañable aire popular, ese adjetivo tan vidrioso cuando se aplica a este tipo de obras.

¿Qué qué entiendo yo por arte popular? A diferencia de un arte que pudiéramos llamar ·académico”, al arte popular lo podríamos considerar como el hecho para el pueblo o por el pueblo. En ambos casos, pensamos en gente de gustos más sencillos, puede que con criterios menos especializados ni impregnados de esas consideraciones que se suelen tener en cuenta en el momento de enjuiciar una obra.

Tal vez, lejos de parámetros clásicos, el arte popular busque simplemente transmitir una idea, una emoción, un sentimiento. En este plan, se busca, pienso yo, un recuerdo o una evocación sin mayor pretensión. Solo se quiere eso, inspirar, recordar.

ANGUSTIA
El artista popular, cuando hablamos de arte realizado para o por el pueblo, tiene claro lo que debe representar. Creo que sabe captar los rasgos esenciales de esos hechos. Una vez captados, los plasma con pocos trazos, pero con tal fidelidad que todos sabemos interpretar lo que se ha querido representar. Normalmente se trata de figuras simples, en actitudes concretas y fácilmente reconocibles por esas mismas actitudes. El estilo, ya no sé qué decir de su estilo. Algún historiar ilustre dijo que en Galicia vivimos un románico permanente y no voy a ser yo quien le contradiga. Eso en cuanto al estilo en general, si bien hay detalles impregnados del sentir gótico y del barroco.

Voy a imaginar un taller con un maestro afamado en el trabajo clásico y con honorarios también clásicos. Es posible que, sin tanto presupuesto, hubiese quienes querrían una talla de la virgen o de un santo. Puestos a buscar quién se la pudiese esculpir, pensaron en un muchacho joven, del taller del maestro, afamado por sus buenas maneras pero con mucho por madurar, y le encargaran la obra a realizar en sus ratos libres. Que ¿por qué imagino esto? Porque muchas veces los autores de piezas populares nos muestran, casi sin pretenderlo, estar cerca de fuentes clásicas de inspiración. Por eso. Porque a veces se me hace difícil imaginar cómo pudieron llegar detalles concretos de corte académico a los autores populares. Esta puede ser una explicación. También se puede tratar del artesano que formó parte de un taller, pero que tuvo que regresar a su lugar de origen, donde se estableció sin mayores pretensiones. Incluso ese aire de la inspiración, que sopla donde quiere, pudo posarse sobre alguien a quien ahora calificamos de autodidacta. Y mil posibilidades alternativas.

ROSTRO DE LA ANGUSTIA
Con estas reflexiones, estoy en el claustro de Museo, frente a tres imágenes de la Virgen con su niño. O con su hijo adulto, pues una de ellas representa una Angustia, en granito policromado. Realizada en el siglo XIX por canteiros de Román,(Vilalba), representa a una mujer con manto y zapatos de color negro, que tiene en sus rodillas a su hijo muerto, con melena y barba también negras. Es una figura esbelta, tal vez hecha para estar situada en el reverso de un cruceiro. Su aspecto es triste, tal vez porque así es la cara de la Virgen. Pero nadie dice que tenga que ser alegre la imagen de una madre con su hijo muerto en su regazo. Ayudándose con la policromía, el escultor nos ha dejado una imagen desgarradora de la Virgen.

Otro aspecto, también porque es otro momento de la vida en este caso alegre, es el de una Virxe do Leite. Vamos, una Virgen dando el pecho a su hijo. Esta imagen es una preciosidad. La madre, modosa, tiene la cabeza inclinada porque el escultor intuía que tal gesto representa humildad. Gruesa, con amplias caderas, como cualquier madre que amamanta a su hijo, está apoyada en un


VIRXE DO LEITE
asiento bajo. Desde sus rodillas vemos que caen varias prendas del vestuario femenino, que a ras de suelo, se alzan algo para dejar que asomen los pies. Nada de primores palaciegos ni de representar a la madre como a una princesa en la que todo fuese lujo y glamur. Con manto y joya al cuello, modosa, da el pecho a su hijo. Efectivamente, tenemos una bonita representación del gesto maternal de una mujer con su hijo al que, a decir verdad, tiene muy desabrigado en aquella Galicia fría, como debió de ser cuando se esculpió la imagen. Tal vez esa desnudez no sea más que una concesión a la libertad del artista, no obligado a una estricta representación. Imagino a la modelo. ¿Cuál sería su nombre? Tal vez Lola, Manola o Pepita. Vaya uno a saber cómo se llamaría esta moza campesina que sirvió de modelo al escultor. Allí sigue en el claustro, dando de mamar a su hijo. Una preciosidad de figura. Y alegre, como cualquier madre que alimenta a su hijo.

Hay otra Virgen, que parece sentada, pues así se explica la postura del niño. Encuentro rasgos góticos en la composición y me explico. En la época del gótico, las Vírgenes se representan manteniendo relaciones maternales con sus hijos. Para quien contemple la
VIRGEN CON NIÑO
escultura queda claro que se trata de una maternidad. En este caso, el niño, vestido con túnica de manga corta, mantiene cerrado el manto de su madre. Una relación que también encontramos en la Virgen del Pilar. Me gusta esta imagen del Museo Provincial de Lugo. Una Virgen majestuosa, serena, con la mirada al frente y con un hijo al que sostiene de modo teatral (en la realidad, ese niño se caería al suelo). Mantos con pliegues bien dibujados. Y un detalle, para mí entrañable: el escultor dejó entrever los pies del niño, descalzos. Y mas que los pies, lo que nos deja ver son diez deditos muy juntos, en fila, de la misma longitud, que parecen las púas de un único peine.

Pero estamos ante esculturas populares, conviene que no lo olvidemos. Y los escultores tienen su ética y su estética. ¿Qué es más importante para aplicarla a una obra? ¿La ética? ¿La estética? Vaya uno a saber.

 
LOS PIES DEL NIÑO

jueves, 25 de junio de 2015

Una estela en el Museo

Según el diccionario, una estela es un monumento conmemorativo que se erige sobre el suelo en forma de lápida, pedestal o cipo. Allí queda hincada, hasta que por algún motivo cae, pudiendo perderse su recuerdo. Más tarde, es posible que se descubra y, con suerte, recibirá honores por parte de sabios que la estudiarán, interpretarán y llevarán a algún museo para ser admirada. En pocas palabras, tan pocas que podrían ser consideradas ofensivas, ésta viene a ser la historia de una estela que voy a comentar y que se puede ver y disfrutar en el Museo Provincial de Lugo.

LA ESTELA
Voy a comentar lo que me inspira, lo que me hace pensar, la estela de Crecente, de la zona periurbana de Lugo. Puesto que está muy bien estudiada, descrita y comentada por un reconocido especialista, (veáse cita abajo), me limito a decir aquí lo que yo siento al verla.

Se trata de una estela gigantesca, de 2,81 x 0,71 x 0,20 (magnitudes expresadas en metros). Una de las más grandes del norte peninsular. La primera cuestión que me impresiona es el material con que está realizada, nuestro granito. Se me puede decir que es la piedra de que se disponía, pero no. En otros casos se utilizó el mármol o la calcita para esculpir, piedras más fáciles de trabajar aunque, eso sí, también menos duraderas. Aquí, tenemos a nuestros canteros afanados en presentarnos la finura y la fidelidad de su trabajo en la piedra más dura, pero no la más ingrata. Los pliegues de las togas caen como caerían los naturales, los cabellos nos permiten ver cómo eran los peinados y son hermosas las joyas de los personajes representados. Todos los detalles que se quisieron exponer, se expusieron sin más límite que el deseo de quien encargó la obra.

Esta estela de Crecente, de aquí al lado, es muy completa.Tiene esculpido un epitafio, que viene a decirnos que “Apana, hija de Ambolo, que vivía en tierras de los Célticos, al norte del Tambre, murió a los 25 años y está enterrada aquí. Su hermano, Apano, fue el promotor de esto”. La traducción es muy superficial, mía, y lo primero que me impresiona es la temprana edad a la que murió Apana. Hoy, junio de 2015, casi sería considerada una adolescente, pero las expectativas de vida se han ido alargando considerablemente a lo largo de nuestra historia. Tal vez en aquel momento, Apana ya tuviese descendencia. Otra cosa que me llama la atención es el nombre de su hermano, Apano. Eso se puede explicar si cuando nació el chico, su hermana ya había fallecido.

Encuentro un contraste manifiesto en esta estela, y es el grupo familiar formado por el
LA INSCRIPCION
padre, de pie, tras dos mujeres sentadas, tal vez una de ellas Apana, y el niño que, por pequeño, aparece sentado sobre las rodillas de una de las mujeres. Es una composición clásica, muy del gusto romano, con el paterfamilias cobijando o amparando a los demás.

Sí, todo muy romano, la composición, las ropas, los peinados, pero no los nombres, ese es el contraste que encuentro. ¿Qué ocurre aquí? Los nombres son célticos, anteriores a la romanización. Es muy posible que la estela se realizase en una época en la que dicho proceso estaba en marcha, pero no consolidado. Entre los bien situados, y los personajes representados en la estela debieron pertenecer a ese grupo, ya se habían adoptado los modos de los invasores, tal vez formaban parte de una nobleza local emergente. Faltaban siglos para que alguien dijese que, en una época concreta, las ideas dominantes son las de la clase dominante. Ahí tenemos a esta familia con sus apariencias romanas, incluso con la de erigir una estela, socialmente venidos a más. No obstante, en su profundo sentimiento se mantienen apegados a sus orígenes celtas, de sus tierras más allá del Tambre, y así los nombres siguen testimoniando esa pertenencia, siquiera superada, pero no desdeñada. Siglos más tarde, tenemos que los nombres siguen siendo detalles muy identificativos de nosotros mismos.
EL GRUPO FAMILIAR

Por otra parte, y prescindiendo del material sobre el que se plasmó el grupo familiar, debo decir que la composición del grupo, digamos el cuadro, la encuentro muy permanente en los modos de representar familias hasta los mediados del siglo XX, hasta cuando el retratarse no se había popularizado y las fotos eran “de estudio” con motivo de algún evento familiar. Es curioso, pero esta representación familiar de la estela de Crecente, me resulta muy actual en ese aspecto.

Me gusta imaginar cómo debió ser Lucus Augusti en aquel tiempo, y ante esta obra y otras presentes en el Museo Provincial de Lugo, debo desterrar de mi idea muchas imágenes preconcebidas. En la época de la estela, aún no existía la muralla y, por los datos y hallazgos que se van realizando, nos encontramos con una zona periurbana rica en rastros culturales. ¿Qué había aquí? ¿Porqué la familia de Ambolo, el padre de Apana se vino desde el norte del Tambre hasta esta urbe? ¿Qué buscaba aquí como para realizar tan larga emigración?

Ojalá la arqueología nos siga aportando datos que nos permitan conocernos mejor. Mientras, la contemplación de la estela de Crecente es, para mí, una fuente inagotable de reflexiones, que siempre me ha dado nuevos motivos para volver frente a ella.


Antonio Rodríguez Colmenero

viernes, 6 de marzo de 2015

BLACK WOLF BLOGGER AWARD



"Paseante silencioso" ha sido nominado para  el Black Wolf Blogger Award por +Esther González  (losarbolesinvisibles)

Nuevamente mi agradecimiento a esta amiga, Esther González.

El Paseante silencioso está muy contento por esta distinción, al ser concedida por otros blogueros, y no tener ni idea de que pensaban en este blog para ser nominado a este premio. Por tanto, sorpresa y, claro, alegría.

La concesión de este premio implica las normas siguientes:

1- Agradecer públicamente a quien te nominó
2- Contestar 5 preguntas
3- Nominar 15 blogs
4- Notificar públicamente a los nominados su premio


"Paseante silencioso” considera apropiado nominar por su calidad al Black Wolf Blogger Award a los siguientes blogs:
















Preguntas que debo contestar

1- ¿Cuál fue el primer libro que leiste?

Indudablemente, TBO y sus similares, que no eran libros, hoy les llamamos comics.. Recuerdo una colección en tiras, llamada “El pequeño sheriff”. Esta ya la compré yo cada semana.
Luego, más en serio y hablando de temas clásicos, diré que los comencé a leer en las antologías de los libros de texto del bachillerato de entonces.


2- ¿Por que escribes?

Tal vez para distraerme y poner en orden un montón de recuerdos y reflexiones. Biología, arte, Camino de Santiago, todo mezclado, como a borbotones. Escribo para mí, mis amigos y todos aquellos que quieran acercarse a leer.


3- ¿Tienes una Musa o una inspiración?

Creo que todo sale de recuerdos y reflexiones. A veces surge como consecuencia de algún estímulo externo. No sé contestar esta pregunta de modo general.


4- ¿Cuál ha sido tu gran amor?

Es difícil hablar de “un gran amor”. Muchos recuerdos, mucha gente que ha pasado a mi lado y ha dejado cosas suyas en mí y que reconozco. No es lo mismo un gran amor de los 20 años que el de los 50, por ejemplo. Es bonito cuando es la misma persona, claro.


5- ¿Escribes lo que vives o vives lo que escribes?

A veces, al evocar cosas pasadas, puedo emocionarme. Me ocurrió hace poco. En ese caso,  viví lo que escribía. En otras ocasiones he escrito acerca de cosas vividas. Tal vez la mejor respuesta sea que depende de muchas cosas y que es posible que en cada situación esas dos posibilidades sean diferentes componentes de un mismo hecho. No sé, la verdad.