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viernes, 3 de agosto de 2018

Agua en Marte


Podría titular esta entrada como algo relativo a la posibilidad de vida en Marte o más allá, incluso como aparición de indicios de vida en el Universo, pero no me gusta especular sobre temas no científicos. Y digo no científicos por no ser comprobables hoy por hoy, teniendo en cuenta los medios de que disponemos. Por eso traigo un tema ya comprobado por la Agencia Espacial Europea y publicado en estos días: hay agua en Marte.

domingo, 5 de junio de 2016

La adaptación como estado

Podemos confundirnos al utilizar este concepto, pues es posible hablar de “Adaptación” aplicándolo a un estado, a una estructura o a un proceso. Su utilización en los tres casos es correcta. Puesto que en la anterior entrada hablé de la adaptación como estructura, quiero ahora hablar de la adaptación como estado, referida a individuos.


EL FRUTO EN BAYA PERMITE LA DISPERSIÓN
DE SEMILLAS POR PARTE DE ANIMALES COMEDORES DE FRUTOS
¿Qué entendemos por individuo adaptado?. Es una opinión personal, repito, pero cuando hablamos de un individuo adaptado estamos hablando de un individuo vivo. Incluso cuando nos referimos al pasado, el individuo en cuestión estaba vivo en el tiempo en que lo definimos como adaptado. ¿Es suficiente esa condición de estar vivo? No, aunque no faltó quien dijese que si es un individuo adulto, está adaptado por definición, pues ha superado la actuación de la Selección Natural que actúa en las fases juveniles. Esto es erróneo. La Selección Natural actúa en fases anteriores a la reproducción, que suelen ser fases juveniles, pero alcanzar el estado reproductor no indica estar adaptado. Un individuo vivo ha de reunir más condiciones para que lo consideremos adaptado. 

En muchos casos, la adaptación aparece considerada como un carácter cualitativo. Según esta opinión, un individuo está o no está adaptado, no existiendo grados de adaptación. Pero Darwin habló de “los más adaptados”. Es decir, para él, dentro de los adaptados existen graduaciones, habiendo los “más” adaptados frente a otros que, por tanto, han de estar “menos” adaptados. Para Darwin, padre del concepto, es un carácter variable entre los individuos de una población.

LAS COLORACIONES CRIPTICAS  AYUDAN
AL CAMUFLAJE

De todos modos, no debemos olvidar que, siguiendo a Darwin, conocemos a los adaptados a partir de los reproductores en cada generación, pues se reproducen con mayor frecuencia que otros que, por tanto, están menos adaptados. Son aquellos que transmiten sus genes en mayor frecuencia a la generación siguiente y así, en cada generación, los genes presentes en los individuos que la forman, han sido componentes de los adaptados de la generación anterior. Gracias a esa reproducción diferencial, los genes reponsables de los caracteres adaptativos irán aumentando de frecuencia a lo largo de las generaciones y,  por eso, el factor reproductivo ha de ser tenido en cuenta a la hora de definir la adaptación como estado.

En pocas palabras, el individuo adaptado es el que vive y se reproduce, transmitiendo, de este modo, sus genes a la generación siguiente. Hay una importante salvedad, y es que los hijos necesariamente han de ser fértiles. De no ser así, en ellos terminaría la historia biológica de la población de la que forman parte. Según este modo de ver las cosas, riguroso pero ajustado a lo cierto, un individuo viene a ser como el puente por el que pasan los genes desde sus progenitores a sus hijos. Y así permanentemente. Si un individuo no se reproduce, en vez de ser vía de paso para los genes, sería como un camino terminal para ellos. Encuentro acertada esta comparación.


LAS POBLACIONES ANUALES DE AMAPOLAS,
SON UN BUEN EJEMPLO DE POBLACIONES ADAPTADAS

A principios del siglo XX, la biología comenzó a considerarse de un modo integrador, de modo que los individuos se estudiaron como formando parte de unidades más amplias que lo que puedan ser las poblaciones. Se pensaba en ecosistemas y las poblaciones eran vistas como entidades biológicas  diversas integradas en ellos.

¿Cómo definir a los individuos adaptados según este criterio? De acuerdo con los nuevos conceptos, un individuo está adaptado a un hábitat determinado cuando es capaz de interactuar con su entorno de modo que puede reproducirse en él y tener hijos fértiles. Atención a esto, pues no se define la adaptación como algo absoluto propio del individuo, sino relativo, pues hablo de adaptación “a un hábitat”, lo cual no quita que ese mismo individuo esté o deje de estar adaptado a hábitats diferentes.


POBLACIONES DE LAVANDA
MONTANCHEZ, EXTREMADURA

En este sentido, existiría una zona geográfica, más o menos amplia y con variables ambientales, dentro de la cual los individuos pertenecientes a una población estarían adaptados. Esta zona viene a corresponder con el área geográfica de distribución de esos individuos. En los bordes de esta zona, existe otra, casi rodeándola, en la cual los individuos viven de modo precario, y no son capaces de reproducirse. En esta banda periférica, las condiciones varían de manera gradual y ya no permiten la adaptación de esos seres en cuestión, aunque puedan vivir en ella con efectos biológicos limitados.

¿Por qué insisto en el hecho de que un individuo adaptado tiene que tener hijos fértiles? Repito lo dicho en otra ocasión. Los individuos han de participar en la formación de la generación siguiente y, salvo casos que comentaré, la única forma de hacerlo es reproduciéndose. Cuando los individuos están adaptados, las poblaciones son independientes de la actividad humana y se reproducen por sus propios medios. Como ocurrió antes de nuestra aparición en el mundo de los seres vivos.

Las fotos de amapolas y lavandas son de Demetrio Fernández Vaquero, a quien agradezco su ayuda.



jueves, 6 de marzo de 2014

SOBRE SERES VIVOS. TAMAÑOS DE POBLACION

LA CAUSA DE LA
REFLEXIÓN
Reunidos unos amigos, charlamos de temas relacionados con el medio ambiente de Galicia. Uno de ellos, bien intencionado, comenta que, en los Ancares, el urogallo “ya” no está en peligro de extinción, pues hay unos veinte ejemplares por la sierra. Biológicamente, me parece una población pequeña, pero para tener más datos pregunto que cómo se distribuyen esos veinte por sexos. Mi amigo, algo picado, comenta con retranca que “salió el biólogo…” La conversación cambió de tono, siempre cordial, pero ya no era lo mismo.

Una cosa es el tamaño censal de una población. Es decir, el número de individuos que encontramos después de realizar un censo y que simbolizamos como N. Tiene importancia biológica pues ese tamaño viene determinado por variables como territorialidad, disponibilidad de recursos, número de predadores y demás factores que pueden incidir en su biología. El número de individuos que puede haber en un territorio no es ilimitado.
ABEDULES JUNTO AL RÍO MIÑO



Pero esos veinte urogallos (es un decir) que hay en los Ancares, deberían de constituir una población biológica. ¿Es así? Primero conviene comentar lo que en biología entendemos por “población”, un concepto muy operativo.



Para los biólogos, una población es un conjunto de individuos de la misma especie que comparten espacio, tiempo y algunas más características biológicas que determinan una alta cohesión reproductiva y ecológica. Indudablemente, los miembros de una población se reproducen entre sí y tienen hijos fértiles. El requerimiento conceptual y funcional de que se produzcan hijos fértiles implica que esa población es capaz de autoperpetuarse sin necesitar ayudas externas de ningún tipo para hacerlo.


POBLACIÓN DE ELEFANTES

Entramos en terrenos evolutivos al decir que una población debe (en términos biológicos) originar la siguiente. Esto garantiza, dentro de lo que cabe, la perpetuidad de esa población en ese hábitat. Pero para que se produzca ese proceso, cada población debe reproducirse. A la población le resulta indiferente hacerlo, pero es fundamental para la especie a la que pertenece. En urogallos (como en todas las aves, mamíferos y muchas otras especies animales y vegetales), la reproducción es sexual, es decir, implica machos y hembras. Por eso yo preguntaba que, dentro de la población censal de 20 urogallos, cómo se repartía este censo entre machos y hembras. Es aquí donde aparece el concepto de “tamaño eficaz de población” (Ne), que viene a decir a cuántos individuos reproductores equivalen los 20 (censados) de los que nos hablaba mi amigo.

Existen fórmulas para calcular este tamaño eficaz. Todas ellas tienen en cuenta el número de machos y de hembras, además de factores influidos por el modo de reproducción. Y en todas, el número de machos y el de hembras aparecen como un producto, de modo si una de las cantidades es igual a cero, el total también lo es. Si todos son machos, (hembras = cero) o todas hembras (machos = cero), el tamaño eficaz es cero. Cuando el tamaño es cero, la población está abocada a la extinción, para comprenderlo no hace falta aplicar fórmula ninguna. En esas fórmulas es fácil ver que, dentro de un tamaño censal dado, el valor máximo se produce cuando el número de machos es igual al de hembras.

Una fórmula, sencilla, frecuentemente utilizada para calcular el tamaño eficaz de una población es la siguiente.
               
                    (nº de machos) x (nº de hembras)
Ne = 4  x   ---------------------------------------------
                     (nº de machos) + (nº de hembras)

Si la utilizáis con diversas variaciones de números de machos y hembras, aplicándola a los veinte urogallos que decía mi amigo, veréis que el valor máximo se corresponde a cuando el número de machos y de hembras son iguales. En este caso, diez. La fórmula tiene sus limitaciones biológicas, pero es utilizada por su inmediatez.

¿Porqué el calificativo de eficaz? Porque se define en términos evolutivos, desde el punto de vista de permanencia de la población en un territorio dado. Esos individuos, los reproductores, serán los que transmitan sus genes a la generación siguiente y quienes contribuirán a que ésta permanezca viva. En cada generación, son los biológicamente eficaces en la tarea de contribuir al mantenimiento de la población.

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sábado, 7 de noviembre de 2015

¿Cuántos machos, cuántas hembras?

NUESTRO UROGALLO
Una amiga entrañable está preocupada por animales vertebrados de nuestra fauna. En ese plan, soy pesimista en cuanto a su  posible conservación. Depende de políticas acertadas y proyectadas a largo plazo. Pero también depende de cada uno de nosotros, y tengo mis dudas. Para ella, María de nombre, escribo estas reflexiones. 



Hace un tiempo, reunidos unos amigos charlábamos de temas relacionados con el medio ambiente de Galicia. Uno de ellos, bien intencionado, comentó que, en la Sierra de Ancares, el urogallo “ya” no estaba en peligro de extinción, pues había unos veinte ejemplares por la Sierra. Como biólogo, me pareció una población pequeña, pero para tener más datos pregunté que cómo se distribuían por sexos esos veinte individuos. Mi amigo, algo picado, comentó con retranca que ya “salió el de genética…” La conversación cambió de tono, siempre cordial. 

POBLACIÓN URBANA
Se me hizo preciso aclarar cuatro conceptos. Una cosa es el tamaño censal de una población. Es decir, el número de individuos que encontramos después de realizar un censo y que simbolizamos como N. Tiene importancia biológica, pues ese tamaño puede venir determinado por criterios de territorialidad, disponibilidad de recursos, número de predadores y demás factores que lo limiten. El número de individuos que puede haber en un territorio no es ilimitado, hay que tenerlo claro.

Esos veinte urogallos que había en los Ancares, deberían constituir una población biológica para suponer que por sí solos eliminan el peligro de extinción, como nos quiso hacer ver nuestro contertulio. ¿Es así? Primero conviene comentar lo que en biología entendemos por “población”, un concepto muy operativo.

Para los biólogos, una población es un conjunto de individuos de la misma especie que comparten espacio, tiempo y algunas más características biológicas que determinan una alta cohesión reproductiva y ecológica. Indudablemente, los miembros de una población se reproducen entre sí y tienen hijos fértiles. El requerimiento conceptual y funcional de que se produzcan hijos fértiles implica que esa población es capaz de autoperpetuarse sin necesitar ayudas externas de ningún tipo para hacerlo.

EN LUGO, FORMAN PARTE DEL PAISAJE
CELESTE
Entramos en terrenos evolutivos al decir que una población debe (biológimente hablando) originar la siguiente. Esto garantiza, dentro de lo que cabe, la perpetuidad de esa población en ese hábitat. Para que se produzca ese proceso, insisto, cada población debe generar la siguiente. Desde una óptica biológica, a la población le resulta indiferente reproducirse, pero el proceso es fundamental para la especie a la que pertenece. En urogallos (como en todas las aves, mamíferos y muchas otras especies animales y vegetales), la reproducción es sexual, es decir, implica a machos y hembras. Por eso yo preguntaba que, dentro de la población censal de 20 urogallos, cómo se repartía este censo entre machos y hembras. Es aquí donde aparece el concepto de “tamaño eficaz de población” (Ne), que viene a decir a cuántos individuos reproductores equivalen los 20 de que hablaba nuestro amigo.

Existen fórmulas para calcular este tamaño eficaz. Todas ellas tienen en cuenta el número de machos y de hembras, además de factores influidos por el modo de reproducción. Y en todas, el
SEGURO QUE EL TRIGAL ESTÁ CERCA
número de machos y el de hembras interactúan como producto, de modo si una de las cantidades es igual a cero, el total también lo es. Si todos son machos, (hembras = cero) o todas hembras (machos = cero), el tamaño eficaz es cero. Cuando el tamaño es cero, la población está abocada a la extinción, para comprenderlo no hace falta aplicar fórmula ninguna. En esas fórmulas es fácil ver que, dentro de un tamaño censal dado, el valor máximo se produce cuando el número de machos es igual al de hembras.


Una fórmula muy utilizada es la siguiente, aunque tiene sus limitaciones:

                   (número de machos)  x  (número de hembras)
Ne = 4 x ---------------------------------------------------------------------
                        Número total de individuos en la población

Donde "Ne"  representa el tamaño eficaz de la población.

¿Por qué el calificativo de eficaz? Porque se define en términos evolutivos, desde el punto de vista de permanencia de la población en un territorio dado. Esos individuos, los reproductores, serán los que transmitan sus genes a la generación siguiente y quienes contribuirán, a que ésta permanezca en su hábitat. 

POBLACIÓN SILVESTRE


Algún machista cateto (todos los machistas lo son), dirá que el tamaño ideal está formado por un macho y las demás, hembras. Corroborará su dicho con una sonora carcajada de hombre sabido. Yo le diría que no tratamos de un gallinero, donde las aves están sometidas al cuidado humano. Hablo de una población autónoma, capaz de autosustentarse. Y esa que él propone con risotadas estentóreas produciría una descendencia en la que todos los miembros serían medio hermanos, existiendo una fuerte tendencia a la consanguinidad en generaciones sucesivas. Mejor que calle el machista, escuche e intente aprender, que siempre le puede quedar algo.

viernes, 12 de abril de 2019

El tamaño de una población

No son pocas las personas preocupadas por determinados vertebrados de nuestra fauna, temerosas de su extinción. En ese aspecto, soy pesimista en cuanto a su conservación. Depende de políticas acertadas y proyectadas a largo plazo. Pero también depende de cada uno de nosotros, y tengo mis dudas. 

viernes, 18 de septiembre de 2020

El tamaño de una población


Una amiga entrañable está preocupada por nuestra fauna. Yo soy pesimista en cuanto a la conservación de muchas especies. Depende de políticas acertadas y proyectadas a largo plazo. Pero también depende de cada uno de nosotros, y tengo mis dudas. Para ella, para mi amiga, escribo estas reflexiones. 

martes, 26 de agosto de 2014

SOBRE BIOLOGÍA: LA ADAPTACIÓN COMO ESTADO

DABOECIA. SU ÁREA DE DISTRIBUCIÓN
SE EXTIENDE POR LOS MONTES
CANTÁBRICOS
Podemos confundirnos al utilizar este concepto, pues es posible  hablar de “adaptación” aplicándolo a un estado, a una estructura o a un proceso. Su utilización en los tres casos es correcta. Quiero ahora hablar de la adaptación como estado, referida a individuos.

¿Qué entendemos por individuo adaptado? Es una opinión personal, repito, pero cuando hablamos de un individuo adaptado, nos referimos a un individuo vivo. Incluso cuando lo situamos en el pasado, el ser en cuestión estaba vivo en el tiempo del que hablamos. ¿Es suficiente estar vivo para considerarlo adaptado? No, aunque no faltó quien dijese que si es un individuo adulto, está adaptado por definición, pues ha superado la actuación de la Selección Natural, que actúa en las fases juveniles. Esto es erróneo. La Selección Naturalactúa en fases anteriores a la reproducción, que no es lo mismo.
Un individuo vivo ha de reunir más condiciones para que lo consideremos adaptado. En muchos casos, la adaptación aparece considerada como un carácter cualitativo. Según esta opinión, un individuo está o no está adaptado, no existiendo grados de adaptación. Pero Darwin habló de “los más adaptados”. Es decir, para él, dentro de los adaptados existen graduaciones, habiendo los “más” adaptados frente a otros que, por tanto, han de estarlo “menos”.
EL SERBAL, O CAPUDRE, ES UN ÁRBOL ALPINO
QUE LLEGA HASTA LOS MONTES
 DEL OESTE DE GALICIA
De todos modos, no debemos olvidar que, siguiendo a Darwin, los adaptados son los individuos reproductores en cada generación. Son aquellos que transmiten sus genes a la generación siguiente. Por consiguiente, en cada generación, los genes presentes en sus individuos han sido los componentes de los más adaptados de la generación anterior. Por eso, el factor reproductivo ha de ser tenido en cuenta a la hora de definir la Adaptación como estado.
De modo simple, el individuo adaptado es el que vive y se reproduce, transmitiendo, de este modo, sus genes a la generación siguiente. Hay una salvedad, los hijos necesariamente han de ser fértiles. De no ser así, en ellos terminaría la historia biológica de los genes que posee. Según este modo de ver las cosas, riguroso pero ajustado a lo cierto, un individuo viene a ser como el puente por el que pasan los genes desde sus progenitores a sus hijos. Así permanentemente. Si un individuo no se reproduce, en vez de ser vía de paso para los genes que van de una generación a las siguientes, sería como un camino terminal para ellos. Encuentro curiosa esta consideración.
No obstante todas discusiones (científicas) que he comentado, a comienzos del siglo XX la biología comenzó a considerarse de un modo nuevo y los individuos se estudiaron formando parte de unidades más amplias que lo que puedan ser las poblaciones. Se pensaba en ecosistemas y las poblaciones eran vistas como entidades biológicas integradas en ellos.
EL PALMITO ES UNA PALMERA
MEDITERRÁNEA CUYA ÁREA DE
DISTRIBUCIÓN LLEGA HASTA
 LA SIERRA DE GARRAF, AL SUR
DE BARCELNA
¿Cómo definir a los individuos adaptados según este criterio? Según los nuevos conceptos, un individuo está adaptado a un hábitat determinado cuando es capaz de interactuar con su entorno de modo que puede reproducirse en él y tener hijos fértiles. Atención a esto, pues no se define la adaptación como algo absoluto, sino relativo, pues hablo de adaptación “a un hábitat”, lo cual no quita que ese mismo individuo esté o deje de estar adaptado a hábitats diferentes. Si el hábitat se modifica, puede modificarse el grado de adaptación de las poblaciones que viven en él.
En este sentido, existiría una zona geográfica, más o menos amplia y con variables ambientales, dentro de la cual los individuos pertenecientes a una población estarían adaptados. Esta zona viene a corresponder con el área de distribución de esa población. En los bordes de esta zona, existe otra, en la cual los individuos viven, pero no son capaces de reproducirse. En esta banda, las condiciones han variado más y ya no permiten la adaptación de esos seres en cuestión, aunque puedan vivir en ella con efectos biológicos limitados, como es el no poderse reproducir.
ÁREA DE DISTRIBUCIÓN DEL UROGALLO
EN LOS MONTES CANTÁBRICOS
¿Por qué insisto en el hecho de que un individuo adaptado tiene que tener hijos fértiles? Los individuos han de participar en la formación de la generación siguiente y, salvo casos que comentaré, la única forma de hacerlo es reproduciéndose.
Cuando los individuos están adaptados, se reproducen por sus propios medios.


viernes, 20 de octubre de 2017

Caza y selección natural

Me dice un familiar que tal como actúan la caza y los cazadores, es algo equiparable a como lo hace la selección natural. Según él, ambas actividades contribuyen a mantener las poblaciones cinegéticas en su justo, y ecológico, nivel.



La verdad es que, de pronto, me quedo sin saber muy bien qué decirle, porque le considero un buen profesional, aunque cazador. Me gustaría que me dijese qué entiende por nivel ecológico de una población cinegética. Y le pregunto que cómo mantienen ese nivel las especies no perseguidas por los cazadores. No me sabe contestar, claro. Nunca oí hablar de tal concepto, ni siquiera invocarlo.


Vamos por partes. Para comenzar recuerdo lo que he dicho en múltiples ocasiones, y es que somos los únicos seres de la Tierra que matamos por placer o como castigo. El resto de animales lo hacen para comer, también nosotros. Pero ese ejercicio de matar y divertirse matando es exclusivo nuestro, humano. 

Los cazadores, los que tienen esa afición, se reúnen en sociedades, llamadas venatorias, que tienen sus normas de comportamiento. Aceptan nuevos socios, supongo que otorgan permisos, editan revistas y determinan temporadas de veda para favorecer las épocas de cría de sus especies favoritas. Luego, se dedican a matar, convocan premios, pues es divertido para ellos.

Parque de Hornachuelos

Supongo que la caza mueve mucho dinero. El comercio de armas “legales”, los safaris por países permisivos, la venta de ropas adecuadas, la creación y mantenimiento de clubs de élite o las jornadas en cotos particulares, son actividades suyas y creo que todo eso debe mover mucho dinero entre personas de buenas situaciones económicas. En ocasiones en las que se habló de prohibir la caza, no faltaron personajes importantes de la sociedad que desbarataron tales empeños. No hablemos de cacerías en las que personas influyentes se encuentran para charlar y manejar negocios, escondidos alrededor de estos festejos. 

Decir que esta actividad, en su vertiente matadora, es similar a la selección natural, es de una arrogancia ignorante sólo asignable al patán acostumbrado a que nadie le contradiga cuanto dice y a dejar a todos callados con cualquier patochada que se le ocurra decir.

Venado joven, pieza apetecible

La selección natural no mata a nadie. Aquí mismo, he escrito mucho sobre su actuación, pero nunca dije que matase a ningún ser. En todo caso, eso sí, he dicho que deja desprotegidos a los menos adaptados, que debido a eso, mueren y sirven de alimento a sus predadores. Es la supervivencia del mejor adaptado, nunca la supervivencia del más fuerte, frase errónea y exaltadora del matón, que algunos quieren poner en boca de Darwin.

Los predadores, al perseguir a sus posibles presas, son factores de la selección natural, cazando a los menos corredores, a los poseedores de coloraciones menos favorecedoras para camuflarse y, en general, a los que manifiestan poseer cualidades en grados no compatibles con la vida en la naturaleza, donde es preciso defenderse constantemente de los peligros presentados por los predadores.

Trofeo de caza

En estas circunstancias, cuando durante las fases juveniles ocurre esta lucha frente al ambiente adverso, sólo alcanzan el estado adulto, que es el reproductor, aquellos individuos que sortearon con éxito todos esos inconvenientes de la vida salvaje. Supongamos que ha sido gracias a poseer características hereditarias que los han hecho de ese modo. Alcanzado este estado reproductor, los individuos se reproducen y transmiten sus genes a la descendencia, esos mismos que han contribuido a dotarlos de ese buen nivel de adaptación. Tampoco es preciso ser muy sagaz, para comprender que los animales más hermosos, los mejores corredores, los de mejor planta y coloración, serán los favorecidos.

Otro trofeo 

En la caza, esa actividad exclusivamente humana cuando se mata por placer, el cazador busca y mata precisamente al ejemplar más hermoso, al que, en circunstancias normales, sería el favorecido como progenitor de la generación siguiente. De nada valen consideraciones biológicas de ningún tipo.

En una ocasión, me encontraba con familiares en la sede social del parque de Hornachuelos, que abarca parte de las provincias de Córdoba y Sevilla. El paraje era hermoso, con una flora que me recordaba mucho a la estudiada por mí en Barcelona, con lentiscos, adelfas y demás especies de bosque mediterráneo que me llevaban a épocas de estudiante, ya pasadas.

En el comedor de esta sede, un gran ventanal dejaba pasar un chorro de luz que llenaba todo, pero las paredes de obra estaban repletas de trofeos de caza, consistentes en su mayor parte en cuernos de venado joven.

Pregunté a un primo mío, cazador, si aquella matanza de formas juveniles no afectaba a las poblaciones de venados. Me dijo que no, pues el parque carece de grandes carnívoros, como lobos, y en esta circunstancia es el hombre el que actúa supliéndolo.

Como mi primo es buena gente, no quería que permaneciese en el error. Hemos hablado mucho sobre el tema. No creo haberlo convencido, pero al menos sabe que existe otra explicación, mas científica, creíble y verdadera.

Esto de la caza es algo que muchos parecen llevar en su instinto, y lo veo difícil de erradicar. Proteger algunas especies sólo hace que sea más codiciada su captura. Y así nos va, que en época de veda se dispone de lo que apetezca.



jueves, 21 de agosto de 2014

SOBRE BIOLOGÍA: LOS ADAPTADOS DE DARWIN

EL ORIGEN DE  LAS
ESPECIES. VERSIÓN
GALLEGA
Me encuentro de nuevo con el sonsonete aquel de “la supervivencia del más fuerte” atribuido a Darwin. No creo que quienes eso dicen, sean conscientes de estar propagando una falsedad teñida de propaganda, tal vez, ideológica. Es posible, incluso, que crean que esta frase resume la teoría de la evolución.

La verdad es que Darwin nunca dijo tal cosa, ni habló del más fuerte en ningún momento. Por otra parte, eso del más fuerte se toma en el sentido del matón más contundente, lo cual viene muy bien a los matones que, de este modo, creen ver justificada su conducta. Como llevo años estudiando biología evolutiva, y creo conocer algo "El origen de las especies", voy a intentar explicar aquí lo que Darwin quiso decir al hablar de los más adaptados, que son aquellos que según él, sobreviven. Expongo una opinión mía, claro está.
DENTADURA DE ANIMAL CARNÍVORO

El capítulo IV de "El origen de las especies", se titula “La Selección Natural y la supervivencia de los más aptos”.  En él, el autor nos explica lo que él entiende por aptos. Para Darwin, el éxito biológico de una especie consiste en permanecer viva a lo largo de generaciones, no extinguirse. La extinción es un fracaso biológico.

Para permanecer viva, una especie ha de recurrir a diversas estrategias, que son componentes de su adaptación. Quiero hacer notar que para que una especie permanezca presente en el mundo de los seres vivos, necesariamente ha de cumplir un requisito biológico imprescindible: reproducirse. 

Pero son los individuos, los componentes de la especies, quienes se reproducen, contribuyendo de este modo a la perpetuación de la especie a la que pertenecen. O dicho de otro modo, la especie se reproduce a través de sus individuos componentes. Darwin constató que las especies son muy prolíficas. Y esto ocurre tanto en animales como en vegetales. No obstante, las poblaciones adultas de cada especie (animal o vegetal) suelen estar formadas por un
LAS ORTIGAS POSEEN CÁPSULAS
QUE GENERAN IRRITACIONES
A QUIENES LAS ROZAN
número similar de individuos a lo largo de las generaciones (por ejemplo una población de 50 miembros, mantendrá su tamaño a lo largo de generaciones de modo casi constante). Es lógico deducir que desde las fases iniciales de la vida de los individuos, hasta alcanzar el estado reproductor, se produce una gran mortandad. ¿Quiénes sobreviven a lo largo de esta fase? Darwin es taxativo en la respuesta a esta pregunta: los más adaptados. En cada generación, estos adultos supervivientes serán los encargados de originar la generación siguiente. Y ocurrirá de este modo, hasta que fallos de diversa condición determinen la extinción. Llamó Selección Natural a los mecanismos que favorecen a algunos individuos para llegar al estado reproductor. Y por ser los favorecidos por la Selección Natural, dijo de ellos que eran los más adaptados.

El éxito de una población es dar origen a la siguiente, y sus descendientes también han de cumplir con esta función. Para eso, los descendientes deberán ser fértiles. La fertilidad de sus miembros es una condición fundamental para el mantenimiento de las poblaciones y, por tanto, de las especies. 

TAMBIEN LAS MEDUSAS TIENEN
CÁPSULAS URTICANTES
No todos los individuos adultos tienen la misma fertilidad. Algunos debido a causas exteriores, otros por circunstancias hereditarias, son más fértiles que otros. Las hereditarias son importantes, pues sus genes causantes se irán transmitiendo a los descendientes y, por tanto, deberán ir aumentando en frecuencia entre los miembros de la población. A la larga, los caracteres hereditarios que contribuyen a una mayor fertilidad por parte de sus poseedores, serán caracteres que posean todos los miembros de una especie y diremos de ellos que son caracteres fijados.

A estos caracteres les llamamos adaptaciones. Son hereditarios y hacen que sus poseedores, en comparación con los individuos que carecen de ellos, tengan más hijos fértiles.

Seguiré hablando de adaptación y de individuos adaptados.

viernes, 20 de septiembre de 2019

Reflexionando sobre Darwin

Me encuentro de nuevo con el sonsonete aquel de “la supervivencia del más fuerte” atribuido a Darwin, y me duele tanta ignorancia de buena fe. No creo que quienes dicen tal frase piensen estar propagando una falsedad teñida de propaganda, incluso, ideológica. Es posible que crean que esta frase resume la teoría de la evolución. 

jueves, 24 de marzo de 2016

Sobre el tamaño eficaz de una población.



Esta entrada la publiqué en este blog hace un tiempo. La traigo de nuevo, pues creo que conocer su contenido puede hacer más comprensible la entrada siguiente sobre extinciones.






Reunidos, unos amigos charlábamos de temas relacionados con el medio ambiente de Galicia. Uno de ellos, bien intencionado, comentó que, en los Ancares, el urogallo “ya” no está en peligro de extinción, pues hay unos veinte ejemplares por la sierra. Biológicamente, me parece una población pequeña, pero para tener más datos pregunto que cómo se distribuyen esos veinte por sexos. Mi amigo, algo picado, comenta que “salió el biólogo…” La conversación cambió de tono, siempre cordial. 

Comento que una cosa es el tamaño censal de una población. Es decir, el número de individuos que encontramos después de realizar un censo y que simbolizamos como N. Tiene importancia biológica, pues ese tamaño viene determinado por criterios de territorialidad, disponibilidad de recursos, número de predadores y demás factores que pueden limitarlo. El número de individuos que puede haber en un territorio no es ilimitado.

Pero esos veinte urogallos que hay en los Ancares (es un decir), deberían de constituir una población biológica. ¿Es así? Primero conviene comentar lo que en biología entendemos por “población”, un concepto muy operativo.

Para los biólogos, una población es un conjunto de individuos de la misma especie que comparten espacio, tiempo y algunas más características biológicas que determinan una alta cohesión reproductiva y ecológica. Indudablemente, los miembros de una población se reproducen entre sí y tienen hijos fértiles. El requerimiento conceptual y funcional de que se produzcan hijos fértiles implica que esa población es capaz de autoperpetuarse sin necesitar ayudas externas de ningún tipo para hacerlo.

Entramos en terrenos evolutivos al decir que una población debe (biológicamente hablando) originar la siguiente. Esto garantiza, dentro de lo que cabe, la perpetuidad de esa población en ese hábitat. A los individuos les resulta indiferente reproducirse, pero es un proceso fundamental para la especie a la que pertenecen. En urogallos (como en todas las aves, y mamíferos y muchas otras especies animales y vegetales), la reproducción es sexual, es decir, implica a machos y hembras. Por eso yo preguntaba que, dentro de la población censal de 20 urogallos, cómo se repartía este censo entre machos y hembras. Es aquí donde aparece el concepto de “tamaño eficaz de población” (Ne), que viene a decir a cuántos individuos reproductores equivalen los 20 de los que nos hablaba mi amigo.

Existen fórmulas para calcular este tamaño eficaz. Todas ellas tienen en cuenta el número de machos y de hembras, además de factores influidos por el modo de reproducción. Y en todas, el número de machos y el de hembras aparecen como un producto, de modo si una de las cantidades es igual a cero, el total también lo es. Si todos son machos, (hembras = cero) o todas hembras (machos = cero), el tamaño eficaz es cero. Cuando el tamaño es cero, la población está abocada a la extinción, para comprenderlo no hace falta aplicar fórmula ninguna. En esas fórmulas es fácil ver que, dentro de un tamaño censal dado, el valor máximo se produce cuando el número de machos es igual al de hembras.

Una fórmula muy utilizada es la siguiente, aunque tiene sus limitaciones:

                   (nº de machos) x (nº de hembras) 
Ne = 4 x  ---------------------------------------------
                 número de machos + número de hembras


Donde Ne representa el tamaño eficaz,-

nº de machos es el número de machos y

nº hembras, el número de hembras.



¿Porqué el calificativo de eficaz? Porque se define desde el punto de vista de permanencia de la población en un territorio dado. Esos individuos, los reproductores, serán los que transmitan sus genes a la generación siguiente y quienes contribuirán, a que ésta permanezca en su hábitat. Por eso les llamamos eficaces.




viernes, 18 de octubre de 2019

Unidades en biología

Antes de nada, quiero definir qué entiendo por unidad, de modo que cuando me refiera a ella se sepa de qué hablo. En biología, entiendo como unidad de una función a la porción más pequeña que, por sí sola, es capaz de realizarla. A veces resulta sencillo determinar qué entidad es la unidad, en otros casos, tal determinación no está exenta de controversia.

lunes, 23 de mayo de 2016

Unidades en biología

Antes de nada, quiero definir qué entiendo por unidad, de modo que cuando me refiera a ella se sepa de qué hablo. En biología, entiendo como unidad de una función a la porción más pequeña que, por sí sola, es capaz de realizarla. A veces resulta sencillo determinar qué entidad es la unidad, en otros casos, la determinación no está exenta de controversia.


En los seres vivos son muy importantes sus pautas metabólicas, cada una de ellas regidas por diferentes pasos o funciones. La unidad de función está admitido que es el gen, cuya primera actuación dentro de la célula en la que actúa consiste en determinar la presencia de una proteína de la que lo consideramos responsable. Siempre, tras una cadena proteica está la actuación de un gen, que está detrás de su síntesis y, por consiguiente, de su presencia en la célula. Si el gen no funciona, por mutación u otras causas, esa proteína estará ausente en la célula y esa ausencia puede causar trastornos metabólicos, que en muchos seres vivos pueden llegar a ser letales y en humanos conocemos como enfermedades.

UNIDAD ESTRUCTURAL

Si pensamos en la unidad estructural, hemos de pensar qué queremos decir. Considero que es la porción más pequeña capaz de realizar las funciones propias de los seres vivos (nacer, crecer, reproducirse y morir) con total autonomía, dependiendo del medio para obtener de él los nutrientes necesarios, pasa habitar en él y donde expulsar sus deposiciones. En este caso, la unidad es la célula.

UNIDAD ESTRUCTURAL

Todos sabemos que hay todo un mundo de seres unicelulares, en los que no está clara la distinción entre animal y vegetal, y que realizan todas las funciones propias de los seres vivos. Tal vez de modo rudimentario, comparando su modo de actuación con el nuestro, pero tan evolucionados como nosotros, pues ambos hemos sufrido las mismas actuaciones adversas por parte de la selección natural, y todos las hemos superado.

Los seres pluricelulares representan otro grado más complejo de organización, pues están estructurados por muchas células, con reparto de trabajo entre ellas, adquisición de morfologías específicas e, incluso, agrupamientos en órganos especiales. Todo esto se da en los seres formados por muchas células, con órganos que realizan funciones concretas que benefician a la totalidad del individuo. Sólo las hojas realizan la función clorofílica, que beneficia al árbol en su totalidad. Sólo el corazón bombea sangre, actuación de la que se aprovecha el resto del organismo.

UNIDAD REPRODUCTORA

¿Y cuál es la unidad en este caso? Depende y vamos a verlo. Estos individuos tienen una vida propia, y para desarrollarla no precisan ayuda de ninguna clase. Nacer y crecer son actuaciones propias del individuo que solo le benefician a él. La reproducción es otra cosa, pues es una función propia de la especie, pero que la realiza el individuo. Si la especie se mantiene en un lugar, es porque los individuos que habitan en él se reproducen y tienen hijos fértiles. 
En el caso de nacimiento y crecimiento, la unidad biológica está representada por el individuo. Pero cuando hablamos de la reproducción, el concepto de unidad es diferente. Si nos fijamos en animales con separación de sexos, la unidad es la pareja, como ocurre en vertebrados, la mayoría de insectos y muchos más. En plantas hermafroditas, la unidad es el individuo, a no ser que existan autoesterilidades.
Para un biólogo, el mundo de la reproducción de los seres vivos, hablo de vegetales y animales, es un mundo apasionante pleno de diversidad y peculiaridades. Casi cada grupo posee su estrategia peculiar, con hermafroditismos o separaciones de sexos, sincronismos o no, morfologías complementarias consecuencia de coevoluciones, etc. Todo un mundo que, a fin de cuentas, explica que un manzano aislado produzca fruto y un cerezo en esas condiciones, sea incapaz de producirlo, necesitando la presencia cercana de otro. Casos todos curiosos, diversos y que nos hablan de las diferentes estrategias de las especies para conseguir realizar con éxito una función vital para ellas, como es reproducirse y evitar su extinción.

UNIDAD REPRODUCTORA

Con independencia a la modalidad que sea, lo que ocurre es la unión de dos núcleos procedentes de dos células. Una de ellas es móvil y portadora de una dotación cromosómica, a la que llamamos genoma. La otra célula, sedentaria, en su núcleo posee otro genoma y en su citoplasma lleva todos los orgánulos celulares necesarios para que, una vez fecundada, tenga vida autónoma. En una gran diversidad de casos, al final la unidad puede ser o bien la pareja, o el individuo, dependiendo de si los gametos han sido formados por dos individuos diferentes o por uno solo.


UNIDAD EVOLUTIVA

Existe otra actividad biológica, que es la evolución. Su unidad es la población. Ésta, la población, es la depositaria de un amplio conjunto de genes y alelos presentes en los individuos que la componen. La actuación de la selección natural se centra en la reproducción, que es el punto de origen de una nueva generación. Es en esa fase cuando la selección puede ir modificando la presencia relativa de los diferentes alelos, que es lo que, a largo plazo, conocemos como evolución. A grandes rasgos, su actuación consiste en favorecer a unos individuos para que tengan más descendencia que otros. En esta actuación, los genes determinantes de los caracteres favorecidos también salen beneficiados. Por eso, y porque esto ocurre entre individuos diferentes, la unidad de evolución es la población, en el sentido de que es la entidad biológica más pequeña que evoluciona.

sábado, 19 de marzo de 2016

Adaptado, no el más fuerte.

Reiteradamente me encuentro con el sonsonete aquel de “la supervivencia del más fuerte” atribuido a Ch.Darwin, utilizado para resumir su teoría acerca del origen de las especies. Me duele tanta ignorancia con buena fe. No creo que quienes dicen tal cosa sean conscientes de estar propagando una falsedad teñida de propaganda, tal vez, ideológica. Es posible que buenamente crean que esta frase resume el pensar de Darwin.

GRACIAS A SUS ÓRGANOS URTICANTES,
LAS MEDUSAS SE PROTEGEN DE PREDADORES.
Darwin nunca dijo tal cosa, ni habló del más fuerte en ningún momento. Por otra parte, eso del más fuerte se toma hoy en el sentido del matón más contundente, lo cual viene muy bien a los matones en el país de los crédulos, pues de este modo ven justificada su conducta. Como llevo años estudiando biología evolutiva, y creo conocer algo El origen de las especies, voy a intentar explicar aquí lo que Darwin quiso decir al hablar de los más adaptados, que son aquellos que según él, sobreviven y alcanzan el estado reproductor.

En el capítulo IV de su libro, el autor no habla de “La Selección Natural y de la supervivencia de los más aptos”. ¿Qué entiende por aptos? Vayamos por partes.
TAMBIEN LAS ORTIGAS TIENEN CÓMO
DEFENDERSE DE HERVÍBOROS

Para Darwin, el éxito biológico de una especie consiste en permanecer a lo largo de generaciones, no extinguirse. En este sentido la extinción es un fracaso biológico. Para permanecer viva, una especie ha de recurrir a diversas estrategias, que son componentes de su adaptación. Quiero hacer notar que para que una especie permanezca viva, ha de cumplir un requisito biológico insustituible: reproducirse.

Pero la especie no se reproduce, son los individuos pertenecientes a ella quienes lo hacen de modo particular, contribuyendo de este modo a la perpetuación de la especie de la que forman parte. Darwin constató que, tanto en animales como en vegetales, las especies son muy prolíficas. No obstante, las poblaciones adultas de cualquier especie, suelen estar formadas por un número similar de individuos a lo largo de las generaciones. Es lógico deducir que desde la fase inicial de la vida de cada individuo, hasta alcanzar su estado reproductor, se produce una gran mortandad. ¿Quiénes sobreviven a lo largo de estas fases? Darwin es taxativo en la respuesta a esta pregunta: los más adaptados. En cada generación, estos supervivientes serán los biologicamente encargados de originar la generación siguiente. Y ocurrirá de este modo, hasta que fallos de diversa condición determinen la extinción de la especie.

LOS ANIMALES CARNÍVOROS POSEEN
DENTICIÓN APROPIADA PARA TRITURAR HUESOS


Desde el punto de vista biológico, el éxito de una población es dar origen a la siguiente, pero con condiciones, pues los descendientes también han de cumplir con esta función. Es decir, los descendientes han de ser fértiles. Esa fertilidad de sus miembros a lo largo de las generaciones, es una condición fundamental para el mantenimiento de las poblaciones y, por tanto, de las especies.

No todos los individuos adultos tienen la misma fertilidad. Algunos debido a causas exteriores, otros por circunstancias hereditarias, son más fértiles que otros. Las causas hereditarias son importantes, pues si sus portadores se reproducen en mayor número, también los caracteres que contribuyen a incrementar esa fertilidad irán aumentando en frecuencia entre los miembros de la población. A la larga, después de muchas generaciones, esos caracteres hereditarios que contribuyen a una mayor fertilidad por parte de sus poseedores, irán incrementando su frecuencia en las poblaciones, hasta llegar a una generación en la que sean caracteres presentes en todos los miembros. Diremos de ellos que son caracteres fijados.


HAY PLANTAS CON ESTRUCTURAS MUY
EFICACES PARA DISPERSAR SUS SEMILLAS

A estos caracteres les llamamos adaptaciones. Son hereditarios y hacen que sus poseedores, en comparación con los individuos que carecen de ellos, tengan más hijos fértiles. Es decir, contribuyan de modo más eficaz en la misión de generar la siguiente generación. Con el tiempo, los poseedores de adaptaciones son los que sobreviven, en contraposición a quienes carecen de ellas, que van quedando eliminados. 


En un próximo artículo seguiré hablando de adaptación.