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martes, 16 de agosto de 2016

Nombres en biología: 6 Narciso, Caléndula

Narciso fua convertido en flor por su petulante presunción. La humilde Caléndula, útil para los humanos, recibe un nombre bonito gracias a su constante florecimiento.

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La mitología nos habla de un adolescente engreído llamado Narciso, a la par que nos cuenta historias de dioses próximos a nosotros con sus virtudes y defectos, es decir de dioses humanos, .

Tuvo muchas enamoradas, una de ellas llamada Eco. También era hermosa, tanto como solo se puede ser en una fábula, pero Narciso la desechó. Aunque Eco era una ninfa, no tuvo una vida feliz. Con una hermosa voz y sencillos modales, muchos la cortejaban, aunque ella sólo tenía ojos para Narciso. También Zeus se enamoró de ella y quiso seducirla. Hay versiones si lo consiguió o no, pero lo cierto es que Hera, esposa de Zeus, castigó a la ninfa, quitándole la iniciativa en el habla y permitiéndole sólo repetir las últimas palabras emitidas por su interlocutor. Humillada por no poder entablar una conversación, Eco se fue a vivir a valles y montañas, donde a veces intentaba hablar con caminantes, pero nunca lo consiguió.

COMO MIRÁNDOSE EN EL AGUA

Tras el desdén de Narciso, aún se retiró más y casi se hizo invisible. Fue entonces cuando Némesis le impuso un castigo al adolescente endiosado: se enamoraría de alguien imposible de alcanzar. Así ocurrió. Narciso se asomó a unas aguas tranquilas, dicen que para beber de ellas, se vio reflejado y quedó prendado de rostro tan hermoso. Al quererlo besar, murió ahogado.

MIRANDO AL SUELO

Hoy, este mito ha dado origen a diversos calificativos referidos a personas que se deleitan en cualidades propias, tanto físicas como intelectuales. Creo que se aplica más a personas del género masculino, no tengo claro haber escuchado este adjetivo aplicado a mujeres.

En botánica hay una hermosa flor que aparece en los primeros meses del año. De color brillante, está inclinada hacia el suelo, como haría si se contemplase en un estanque. Por ambas coincidencias, hermosura y cara orientada al suelo, la flor se llama Narciso.


CALÉNDULA

Una flor frecuente, y bonita, es la caléndula. Tiene el aspecto de una margarita, pero de color amarillo intenso, parecido al de una yema de huevo. Es una planta muy utilizada en farmacia, tanto sus flores como sus hojas. También para cocina tiene sus adeptos en ensaladas.

Es muy abundante, crece en bordes de caminos y a veces es posible encontrar campos enteros teñidos del color amarillo de sus flores. Eso de que la planta crezca en bordes de caminos, cualquier biólogo lo explica como el resultado de la dispersión de sus semillas por parte de caminantes. Los frutos tienen una especie de espinas que hacen que quedan enganchados en ropas de caminantes, o en patas peludas de pequeños mamíferos.



Siempre están en flor, pues florecen cada 30 días, más o menos. Los primeros días después de haber florecido, las flores están lozanas, carácter que van perdiendo con el paso del tiempo.

Los romanos dividían sus meses en tres períodos: las calendas,(los primeros días), los idus (los medios) y las nonas (los finales). Puesto que estas flores son más vistosas en los primeros días de su mes de vida, y los romanos llamaban calendas a tal período, la planta recibió el nombre de Caléndula.


Otras entradas del blog relacionadas con este tema:

martes, 17 de junio de 2014

BONDAD Y BELLEZA (Y II)

BELLAS EN EL SIGLO XVII
En mi artículo anterior, decía que los rasgos que definen los conceptos de belleza en humanos cambian según las culturas y sus épocas. En una misma zona geográfica, según las modas culturales, el concepto de belleza varía de modo drástico. Sin salir de nuestra Europa, comparemos las Tres Gracias pintadas por Rubens (pintadas en la primera mitad del siglo XVII), con una actual modelo de pasarela.
Ante las Gracias de Rubens, un Paris de hoy no tendría problema en dar media vuelta y marchar. Pero no digamos qué haría el Paris del siglo XVII ante la modelo actual de pasarela. Tal vez el mismo comportamiento ante diferentes prototipos de belleza. Fijémonos que en ambos casos, se enaltece el modelo de belleza que domina cada momento cultural, que es diferente.
BELLA DEL SIGLO
XXI
Mientras que los modelos humanos están sometidos a fluctuaciones de modas y mercados, los modelos morfológicos de animales o flores no están sometidos a ningún tipo de selección cultural. Los perros pintados como bonitos por Velazquez, nos lo siguen pareciendo hoy, así como seguimos encontrando hermosos los tulipanes que Rembrand reprodujo como tales.
En flores polinizadas por insectos, existe coadaptación flor–polinizador. Parece que, cuando en invernadero, se puede experimentar con flores de diversos colores, las abejas se van a aquellas que poseen la coloración silvestre, como si tuviesen fijada en su conducta la atracción hacia las flores que manifiesten ese color. Esta puede ser la causa de que las flores de cada especie manifiesten poca, o ninguna, variabilidad cromática en la naturaleza. Curiosamente, en general, a nosotros también nos gustan más las coloraciones silvestres cuando hablamos de flores con diversidad cromática mantenidas en invernadero.
HERMOSO PARA SUS HEMBRAS
Y PARA NOSOTROS
En aves existen comportamientos bien conocidos relativos a la elección de pareja por parte de las hembras. En general, los machos exhiben plumajes especiales con coloraciones también especiales en la época en que se establecen las parejas. Pasean ante las hembras, presumiendo ante ellas (pavoneándose, decimos) con la pretensión de resultar escogidos para realizar el apareamiento sexual. Los machos considerados como más hermosos por las hembras serán los favorecidos. Si los caracteres que configuran esa belleza son hereditarios, decimos que actúa la selección natural. Pero lo que quiero decir ahora es que las morfologías y las coloraciones que determinan la elección por parte de las hembras, también nos gustan a nosotros.
LE GUSTA ESTA FLOR
Y ESTE COLOR
Darwin, que ya había observado, y estudiado, este comportamiento, llegó a postular la idea de un concepto universal de belleza. Lo hizo en ese trascendental, y hermoso, libro “El origen de las especies mediante la selección natural”, del que todos (o muchos) hablan, aunque por lo que dicen de él, creo que pocos han leído. Al menos, hasta su final.
Ya digo, Darwin lo plantea como una hipótesis que, hoy por hoy, no es científica por no haber modo de comprobarla. Sigue siendo una hipótesis.

Además, aunque en animales los supuestos conceptos de belleza no cambian, en nosotros sí lo hacen por tener un fuerte componente cultural. En ese plan, es difícil encontrar en nosotros relación entre belleza y comportamiento.

viernes, 16 de agosto de 2019

Tendencias evolutivas

Reiteradamente digo que la selección natural actúa de modo ciego, que carece de planes que van más lejos de la generación siguiente a aquella de la que estemos hablando. 


Decimos que siempre ha sido así, desterrando toda idea de lo que pudiésemos entender como un proyecto evolutivo. 

viernes, 28 de agosto de 2020

Tendencias evolutivas


Reiteradamente digo que la selección natural actúa de modo ciego, que carece de planes que van más lejos de la generación siguiente a aquella de la que estemos hablando.

sábado, 22 de marzo de 2014

SOBRE SERES VIVOS: POLEN EN EL AIRE


MANZANOS EN FLOR
Ahora sí que la primavera ha venido y no sabemos cómo ha sido. De un día para otro, los árboles han explotado con una floración exuberante que llena de alegrías, y a veces de olores, las calles y los campos. Son flores abiertas, con los estambres ofrecidos a cualquier brisa leve que pueda transportar su polen a otras flores y así poderlas fecundar.
Una fecundación muy aleatoria, pues depende de múltiples variables como pueden ser, entre otras, la dirección del viento en los días en que las flores están maduras y el mismo hecho de que se haya producido esa madurez.
El aire está lleno de esas partículas microscópicas en movimiento continuo, llevadas de un sitio para otro, hasta que llegan a caer, a veces en lugares apropiados. Lugares apropiados son, en este caso, los estigmas maduros de su misma especie, solo esos.
Como la probabilidad de que ocurra tal cosa es muy pequeña, las plantas
OFRECIDAS AL AIRE
generan muchísimos granos de polen, que son sus gametos masculinos. Todos los seres vivos, animales y vegetales, son altamente productores de gametos masculinos. No así en lo que respecta a los femeninos, ese es otro proceso en el que la naturaleza, también en animales y vegetales, se comporta de modo más parco.
Pero a lo que voy. En estos días el aire está lleno de polen que viaja de un lado para otro, llevado por corrientes de aire. Puede caer en nuestras vías respiratorias, generando esas tremendas alergias primaverales a las que son proclives tantas personas.
Ha llovido y los charcos que se han formado, muestran sus bordes amarillos debido a la presencia en ellos del polen depositado por las aguas de lluvia. En algunos casos es impresionante la cantidad de polen que aparece, y que podemos apreciar por la intensidad del color amarillo y su distribución en los suelos de las ciudades.
Siempre me asombran esas manchas producidas por minúsculos granos de
MANCHAS DE POLEN DONDE HUBO CHARCOS
polen, tal vez millones en cada charco. Caídos, ya no cumplirán con su función biológica de fecundar flores de su especie. Y cada grano lleva un genoma completo de la especie que lo ha producido, con el gasto biológico que supone tanta síntesis.…
Asombroso para nuestro modo de ver las cosas, en que casi todo se mide por criterios de rentabilidad inmediata. En la Naturaleza, el criterio es el mantenimiento de la especie a lo largo de las generaciones. Ese es el éxito biológico de una población.
 POLEN EN LO QUE FUE UN CHARCO
No hay duda de que si se produjese menos polen, el ahorro energético sería mayor para la planta que lo produce, pero las posibilidades de alcanzar unos órganos femeninos por parte de esos pocos granos de polen, serian mucho menores. A cuenta de un ahorro energético por parte del individuo, las poblaciones estarían en peligro de extinción. Ya he comentado en otros artículos que, en lo referente a reproducción, el organismo tiene unos deberes hacia la población a la que pertenece y el fundamental es contribuir a su mantenimiento.
¿Y ese polen caído? Ese polen de alto valor nutritivo que se perderá... Nadie dice que se perderá. Los vegetales forman parte de ecosistemas en los que hay cadenas nutritivas perfectamente definidas. Al poco tiempo de haber caído al suelo, horas tal vez, los componentes bioquímicos del polen habrán servido de nutrientes de organismos que ya los habrán incorporado a sus respectivos metabolismos.
En la Naturaleza no se pierde nada.
  

viernes, 24 de marzo de 2017

Genes dominantes

Una vez escuché a un alumno decir que él era “como un gen dominante”. Por la manera con que lo decía, pensé que aún tenía mucho que aprender. Claro que, en último caso, para eso estaba en la Facultad de Biología y yo estaba encargado de hacerle  comprender la fatuidad de su comentario.


Porque, vamos a ver, ¿qué quiere decir “dominante”? Este concepto se lo debemos a Mendel. Antes de él, ya se habían realizado cruzamientos experimentales con animales y plantas, pero habían estado mal planteados y, por tanto, no habían aportado información ninguna. Mendel siguió un protocolo muy cuidado en sus cruzamientos, utilizando líneas puras con alternativas morfológicas bien definidas, y vio que en la primera generación filial, a la que llamó F1, uno de los dos caracteres paternos parecía desaparecer, pues los miembros de esa generación mostraban de modo uniforme el rasgo de un solo progenitor. Hasta aquí habían llegado los experimentos anteriores de cruzamientos, pero Mendel siguió con los individuos de la F1, dejando que se cruzasen entre ellos. En su descendencia reaparecieron individuos con el carácter desaparecido en la generación anterior. Es decir, el “factor hereditario” determinante de este carácter, estaba presente en los individuos de la F1, si bien no se mostraba. Los individuos de la F1 habían recibidos un “carácter hereditario” de cada uno de sus progenitores, aunque sólo mostraban el efecto de uno de ellos. Al factor que se mostraba, Mendel llamó dominante y, de modo similar, al oculto llamó recesivo. No había daño ni efecto negativo de algún tipo por parte del factor dominante hacia el recesivo. Simplemente, lo enmascaraba cuando estaban juntos.

Tal vez el término dominante haya dado lugar a un error conceptual en personas sin muchos conocimientos de genética, de tal modo que equiparan “dominante” con “ideal”. Pero conviene aclarar alguna cosa. En primer lugar, no existen genes dominantes. Los genes, formados por ácido nucleido, son los responsables de regular funciones concretas, mediante los enzimas de cuya síntesis son responsables. A mediados del siglo XX se acuñó el aforismo.”un gen-un enzima”, que posteriormente se modificó por “un gen-un polipéptido” debido a que hay enzimas formados por más de una cadena peptídica.

POLIDACTILIA EN HUMANOS
DEBIDA A UN ALELO DOMINANTE

Pero que un gen sea responsable de regular una función, por ejemplo color de pelo en conejos o grupo sanguíneo en humanos, no quiere decir que siempre se regule del mismo modo. Lo mismo que hay diversos grupos sanguíneos humanos (A, B, AB, 0), existen diversos tipos de colores de capa en conejos: gris, negro, chinchilla, canela, Himalaya, albino y algunos más. Los responsables de estas alternativas funcionales se llaman alelos. Si un individuo tiene los dos alelos iguales, decimos que es homocigoto. Si los tiene diferentes, es heterocigoto.

Y cuando es heterocigoto, ¿cuál es el aspecto del individuo, cuál es su fenotipo? Es ahí donde entra en juego el concepto de dominante y recesivo, pues puede ser que se manifieste un alelo y el otro quede enmascarado, llamando dominante al que se manifiesta, o bien que se manifiesten ambos alelos, como es el caso de nuestro grupo sanguíneo AB, cuyos individuos son heterocigotos para los alelos que determinan el grupo A y el grupo B. En este caso, puesto que en el heterocigoto se manifiestan los dos, ambos cumplen la definición de dominante y decimos de ellos que son codominantes.

Muchos piensan que los alelos dominantes son los mejores. Bueno, no tanto. Hay un mutante dominante en el hombre, llamado sindactilia, que provoca que los dedos estén unidos entre ellos y es un alelo dominante. También es dominante el alelo que determina la polidactilia, que determina que haya más de 20 dedos en un individuo. Supongo que a nadie le apetece tener estos dominantes.

LOS FENOTIPOS SALVAJES SUELEN ESTAR DETERMINADOS
POR ALELOS DOMINANTES

Una cosa es alelo dominante y otra, diferente, alelo favorecido por la selección natural. En otro lugar he dicho que los alelos que determinan los fenotipos salvajes y silvestres son dominantes, pues confieren a sus poseedores el aspecto favorecido por la selección natural. Color, época de floración, olor, etc. Todos estos fenotipos están muy fijados, si bien existen muchos recesivos que pueden provocar un cambio de morfología si acaso ocurren cambios ambientales. Es lo que llamamos “variabilidad encubierta”. Pero la aparición de un alelo dominante en circunstancias actuales, modificaría el aspecto de su poseedor y tal vez la selección natural lo eliminase en una sola generación. Muchas veces, a los mutantes que modifican la morfología de los individuos, se les ha considerado como curiosidades de laboratorio, pues en la naturaleza no habrían sobrevivido. Sobreviven gracias a cuidados en jardines o granjas.

La dominancia (y la recesividad) la debemos entender a nivel bioquímico. He dicho antes que la acción primera de un gen es regir la síntesis de un polipéptido con función enzimática. Esa enzima actuará sobre un substrato llevando a cabo una acción concreta.

En homocigosis hay un solo enzima en la célula, pues son iguales los dos alelos, pero en heterocigosis hay dos enzimas diferentes, cada uno de ellos regido por cada uno de los dos diferentes alelos del gen presentes en la célula, y los dos enzimas deben actuar sobre el mismo substrato para llevar a cabo una reacción diferente. ¿Qué alelo será el dominante? El que consiga llevar a cabo la reacción en el sentido que él determina.

FLOR BLANCA POR AUSENCIA DE PIGMENTO
ACCIÓN DE ALELOS RECESIVOS

Por ejemplo, un alelo puede ser recesivo por no formar enzima. Decimos de él que es un mutante mudo. Es el caso de ausencia de pigmentos y flores blancas o pelaje blanco debido a de la luz al atravesar membranas vacías. En casos en que ambos alelos rigen la síntesis de un enzima, en la célula heterocigótica están presentes las dos enzimas. Aparece una competencia entre ellas para realizar la reacción en la dirección determinada por cada una. Diversos factores bioquímicos influyen en cómo se realice la reacción, pero el alelo dominante es el responsable del enzima que la controla.

Muchos biólogos no creen en la dominancia ni, consecuentemente, en la recesividad. Muchos alelos que a simple vista se comportan como dominantes, con otros métodos de análisis son claramente codominantes. A fin de cuentas, en un gen concreto que está en heterocigosis, hay dos alelos diferentes y ambos están trabajando. Ninguno anula al otro.

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viernes, 21 de agosto de 2020

Genes dominantes


Una vez escuché a un alumno decir que él era “como un gen dominante”. Por la manera con que lo decía, pensé que aún tenía mucho que aprender. Claro que, en último caso, para eso estaba en la Facultad de Biología y yo estaba encargado de hacerle comprender la fatuidad de su comentario.

viernes, 5 de abril de 2019

Genes dominantes


Una vez escuché a un alumno decir que él era “como un gen dominante”. Por la manera con que lo decía, pensé que aún tenía mucho que aprender. Claro que, en último caso, para eso estaba en la Facultad de Biología y yo estaba encargado de hacerle  comprender la fatuidad de su comentario.

viernes, 12 de mayo de 2017

Cosas de poca importancia

Mis paseos por Lugo suelen ser sosegados, sin prisas. Para acceder al centro, necesariamente he de entrar por alguna puerta de la Muralla (las murallas, en plural, dicen los pretenciosos), y nunca dejo de admirar su belleza en múltiples aspectos. Me gusta desde la estructura de sus muros a las alturas que alcanza y, en general, me gusta su presencia en la ciudad y la serenidad que transmite.

La ciudad, la Lucus augusti romana, guarda vestigios de épocas pasadas. No muchos, la verdad, y muy desperdigados. El interior de muralla está muy deteriorado debido a las múltiples invasiones de cementos, hormigones, especulaciones y ladrillos. Podría decir que es lo que hay o, mejor, es lo que queda. Nadie me lo ha dicho, pero debió haber familias ricas en la época romana. Eso se nota en la magnificencia de los restos encontrados, dimensiones de las casas, diámetros de las columnas y los numerosos mosaicos. Que fue gente culta lo deducimos gracias a las máscaras de teatro que vemos en el museo del Carmen, un museo que recoge piezas de la vida cotidiana de los lucenses de entonces, como vajillas bien elaboradas (Terra sigillata), joyas o piezas de juegos familiares, como dados, fichas y un tablero para juegos. Visitas evocando lo ido.

Hay diversos museos en los que están custodiados los vestigios de nuestra vida. Pero no voy a ellos de modo constante. El paseo por la muralla es algo muy singular que es necesario hacer. En otras ocasiones paseo por las calles, y me entretengo mirando las casas, sus ventanas, sus balcones. Tal vez haya quienes menosprecien este detenerse y deleitarse en estos bienes patrimoniales que nos indican cómo vivieron nuestros antepasados recientes, los que nos han dejado la ciudad tal como la tenemos y disfrutamos.

Balaustres aislados, lujosamente hermosos

Fachadas, portales, ventanas y balcones. En Lugo, siendo una ciudad lluviosa, existen multitud de balcones de muy diversa estructura, siempre protegidos por sus correspondientes barandillas y balaustradas, que son diversas y profusamente bonitas. Las hay de balaustres verticales adornados de modo elegante, pero muchas otras, la mayoría de ellas, definen entrelazados artísticos originales y bonitos de contemplar. Siempre en la zona monumental, claro. Fuera de muralla, los metales recientemente añadidos a las estructuras arquitectónicas, aparecen tal como lo que pretenden: un deseo, tal vez, de realizar una función, que a veces se consigue.

Modernistas
Las casas de dentro de muralla tienen balcones con barandillas para proteger a quienes se asomasen a ellos, pero también para adornar y conferir personalidad al edificio. En todas, desde las más antiguas del siglo XIX, hasta las recientes de mediados del XX, aparece ese afán de presentarse con dignidad ante los habitantes. La belleza que confieren a las calles está ahí, a disposición de quienes las quieran admirar. Me gusta admirarlas.

Filigrana serena
Las hay, algunas, de balaustres independientes, elegantes y muy adornados, que confieren un aire bonito de serenidad y elegancia a la barandilla, y más aún cuando son muchos los balcones que hay en la fachada en vez de uno solo, que hubiese podido aparecer corrido a lo largo de toda ella. Otros, muchos, hacen diversas filigranas recubriendo todo el vano del balcón. Aparecen los dibujos de forja como enmarcados entre los prismas de granito que anclan la barandilla en sus extremos. De estos hay muchos y muy diversos. Algunos representan dibujos geométricos sin más y otros, modernistas ellos, imitan canastillas de flores que se esparcen u otras figuras más o menos estilizadas.

La que más me gusta

La que más me gusta (líbreme de decir “la más bonita”, yo no soy quién para implantar categorías), es una que imita una red con sus nudos y sus borlas. Este ejemplar es el único que conozco en la ciudad de Lugo, aunque hay otro, más largo, en Palas de Rei. Aunque la presento en una foto en la que aparece algo ajada, hoy está bien restaurada, pero con color negro. Pongo esta foto con pintura plateada, pues en ella se aprecia bien lo elaborado del trabajo.

Balaustres y dibujo central de fleje

En las casas más antiguas entre las antiguas, existen unas barandillas bonitas, con balaustres gruesos que aparecen en sus laterales, mientras que los tramos centrales están formados por hermosos dibujos hechos con flejes. Debido al modo de trabajar los flejes, los dibujos no presentan tanta filigrana como presentarían en caso de ser de forja.

Baranda con refuerzos laterales y dibujo central. En los ángulos de los refuerzos hay palomas de forja

Por otra parte, tenemos unos casos bonitos de barandillas lucenses, pues cuando son largas, y para conferirle estabilidad, cada cierto tramo se levanta vertical una pértiga de hierro que, después de alcanzar una determinada altura, gira en ángulo recto hacia la pared y se ancla en ella. El vértice descrito por la pértiga de sujeción puede presentar algún tipo de adorno. En algunos casos, el adorno lo pueden constituir siluetas de flores de lis o imitaciones de corolas de tulipanes. Adornos dignos sin mayores pretensiones. Pero hay una plaza en Lugo, la do Campo, en la que estos adornos son figuraciones de palomas en diversas posiciones, o bien reposando o emprendiendo el vuelo. Es curioso, pero este tipo de ornamentación sólo lo he visto en Lugo en esa plaza do Campo y en una calle aledaña, en una casa recientemente restaurada. Menciono este detalle de la reciente restauración, porque no sé si en su modo original este balcón contaba con las palomas o si carecía de ellas. Sea como sea, allí están dispuestas a emprender el vuelo y a alegrar la vista de quien repara en ellas.

Palomas en los refuerzos de una reja con dibujo de forja en su parte central

Sí, dedico mi tiempo a contemplar estas cosas, y otras similares, cuando paseo por Lugo. Porque no disponiendo de grandes monumentos que atraigan mi curiosidad, salvando la muralla, mil veces mirada y mil veces admirada, tengo que, como diría mi amigo León Felipe, fijar mi atención en “cosas de poca importancia”, aunque a muchos les parezcan nimiedades.

Detalle de la foto anterior

Ver también  "A modo de estrambote"

viernes, 7 de junio de 2019

Reflexiones

Para muchos, la Naturaleza viene a ser un mundo feliz en el que los pajarillos cantan, las florecillas alegran los bosques y los animalillos adornan montes y valles. Si alguno de ellos produce la muerte de otro es cruel y está justificado que lo destruyamos, no solo a él, a toda su familia y, de ser posible, a toda su especie. 

martes, 18 de septiembre de 2018

Nombres en biología: Belladona y atropina


En la Edad Moderna, la Europa rica y culta consideraba un rasgo de belleza el tener las pupilas dilatadas. Este criterio sólo se aplicaba a las mujeres, claro. Los hombres no estaban dispuestos a sufrir las consecuencias de ese rasgo de distinción.

viernes, 23 de abril de 2021

Origen del nombre "Belladona"

 En la Edad Moderna, la Europa rica y culta consideraba un rasgo de belleza el tener las pupilas dilatadas. Este criterio se aplicaba a las mujeres, claro. Los hombres no estaban dispuestos a sufrir las consecuencias de tal rasgo de distinción.

viernes, 16 de junio de 2017

Un nombre en biología: Belladona

En la Edad Moderna, la Europa rica  y culta consideraba un rasgo de belleza el tener las pupilas dilatadas. Este criterio se aplicaba a las mujeres, claro. Los hombres no estaban dispuestos a sufrir las consecuencias de ese rasgo de distinción. 


Hablando de las pupilas dilatadas, para conseguir ese efecto de belleza, las damas de alcurnia utilizaban el extracto de una planta que, por producirlo, recibió el nombre de “bella donna” y así la seguimos conociendo hoy en día, belladona.

La belladona ha sido utilizada también en casos de brujería e iniciaciones chamánicas, pues en ciertas dosis produce efectos similares a alucinaciones y visiones.
Belladona con frutos

En usos farmacéuticos, su extracto a pequeñas dosis provoca la contracción de la musculatura lisa, de ahí su efecto de la dilatar la pupila. También se utiliza, siempre bajo estricto control médico, en casos de enfermedades que tienen su origen en la musculatura lisa, de contracción involuntaria o refleja. A dosis más elevadas, sus efectos pueden generar la muerte casi instantánea. Insisto, casi instantánea.

En la naturaleza, la belladona es un arbusto más bien feo, con flores poco atractivas y frutos en baya, similares a cerezas pero de color algo obscuro. La dispersión de sus semillas se hace gracias a las aves, que comen sus frutos pero no digieren las semillas, que luego las depositan en cualquier lugar mezcladas con sus excrementos. Lo mismo que otras plantas con frutos de tipo similar. Todas estas plantas (cerezas, higos, belladona), tienen semilla pequeña y así pueden atravesar el tubo digestivo de las aves sin hacerles daño.

Belladona a punto de florecer

Quiero hacer notar que algunas dosis que pueden ser mortales para nosotros, son inofensivas para las aves que comen sus frutos. Tal vez nosotros no podríamos ingerir esos frutos de manera inocua.

Cuando Linneo la clasificó le puso el nombre de Atropa belladona. Para aplicar nombres, Linneo se fijaba en morfologías, origen geográfico, propiedades, etc. ¿Por qué utilizó el nombre de Átropa?

Vamos a verlo. Lo hizo inspirándose en las Moiras griegas, unas diosas hermanas llamadas Cloto, Láquesis y Átropo. Representaban la vida de cada uno de nosotros. Así, Cloto tejía los hilos con los que se hacía el tejido de nuestra vida. Láquesis era el “destino”, pues los griegos eran deterministas, creían en el destino e imaginaban que, al nacer, cada niño ya llevaba marcado un destino que fijaba cómo debía ser su vida. Para los griegos de entonces, Láquesis controlaba la naturaleza de ese destino, guiando y midiendo la longitud del hilo tejido por Cloto.

Finalmente, cuando Láquesis, el destino, lo indicaba, Átropo, a la que normalmente se le representa con unas tijeras, cortaba el hilo. Era la muerte. Átropos en griego significa “que no cambia”, y Atropo no cambiaba de propósito, cualquiera que fuese la razón o el motivo para cambiarlo. No había forma de detenerla. Hoy, en 2017, no son pocos los que siguen pensando lo mismo que los griegos de entonces y, ante una muerte accidental, no falta quien diga que la persona muerta “la tenía allí”. Este sentido fatalmente determinista persiste entre nosotros.

Cuando Linneo asignó el nombre de Átropa a la planta de la que hablo, lo hizo recordando su efecto fulminante cortando el hilo de la vida de quien la ingiera, lo mismo que antaño lo hizo la diosa.

La farmacopea contemporánea ha aislado el componente activo de la belladona, el que a dosis bajas causa la alteración muscular y a dosis altas, la muerte. Al provenir de una planta llamada Átropa, al componente activo se le llamó Atropina.

Siempre me ha producido una cierta curiosidad eso de dosis baja y dosis altas. ¿Hasta qué cantidad un compuesto está en dosis alta y cuándo pasa a ser alta su dosis? Creo que importa mucho la masa corporal de quien lo toma. No es lo mismo cierta cantidad ingerida por una persona de 80kg., que si la toma alguien de 60kg., por ejemplo.
Pupila dilatada con Atropina

Hoy la atropina se utiliza en oftalmología, para dilatar la pupila y hacer buenas exploraciones de fondo de ojo. Es decir, en la exploración del ojo tiene un efecto determinado y útil para nuestros estudios. Vía oral, sin embargo, y “según qué dosis” puede ser mortal. La OMS la considera droga esencial, pues es eficaz en actuaciones médicas muy diversas, siempre a dosis adecuadas.

A dosis intermedias, vía oral, puede generar alucinaciones, lo mismo que el estramonio. Solía estar relacionada con hechos de brujería debido a esas alucinaciones que producía.

Hay otra cosa en la que me hace pensar tanto esta planta como otras situaciones algo similares. Las modas, tanto ayer como hoy, siempre han sido crueles con las mujeres, pero estaban dictadas por los hombres. Parece como si las mujeres fuesen un objeto que debe ser bello, pero constantemente se modifican los parámetros de belleza. Parámetros ajenos a cuestiones de sanidad, comodidad y bienestar. Hoy, por ejemplo, y como uniforme de trabajo, a veces ellas tienen que llevar unos zapatos con tacones muy altos sin importar el daño que puedan provocar en las trabajadoras a corto o a largo plazo. Las pupilas dilatadas producían supuestos efectos de belleza en mujeres, pero daños reales en sus ojos.

Lo malo es que han cambiado los cánones de belleza, pero no ha desaparecido la crueldad al aplicar un nuevo canon.

jueves, 2 de abril de 2015

SOBRE NOMBRES CIENTÍFICOS

A muchos, eso de los nombres científicos les echa un poco para atrás, y no voy a intentar convencerles. Como biólogo, siempre me gustó su utilidad, aunque considero que familiarizarse con ellos depende mucho del profesorado que uno haya tenido durante sus estudios. Los que yo tuve, a quienes recuerdo con cariño y veneración cincuenta años después de haber terminado mi carrera, me hicieron venerar esos nombres. Ese sentimiento hacia mis profesores es compartido por mis compañeros de promoción, no es sólo una cuestión personal mía.

Los nombres científicos no se dieron a las especies por capricho, todos ellos tienen su significado y aquí voy a comentar  algunos de ellos. Sus nombres son latinos, pues ese era el idioma científico de entonces, y normalmente hacían referencia a alguna característica de la especie nominada. Se escriben en letra cursiva, o subrayado, y consta de dos palabras: la primera corresponde al Género y se inicia con mayúscula. La segunda se refiera a la especie y se inicia con minúnscula. Es lo que llamamos nomenclatura binominal (o binomial), iniciada por Linneo hace más de doscientos años. Veamos algunos ejemplos de esos nombres a los que me refiero.,

Musa paradisiaca
El plátano tiene por nombre Musa paradisiaca. El árbol procede del sureste asiático, donde aparece esculpido en monumentos muy anteriores a nuestra Era. El ejército de Alejandro Magno lo trajo a Europa y desde entonces forma parte de nuestra dieta. Hoy es una de las plantas alimenticias más cultivada. Plinio habló del plátano y comentó que en el Paraíso servía de inspiración a los sabios. Si eran las musas las que inspiraban, fue lógico llamarle Musa. Por otra parte, en varios nombres se hace referencia a los lugares geográficos de origen de la especie (cantábrica, mauritánica, alpina...) así, y puesto que estaba en el Paraíso, derivó paradisíaca, que servía para distinguirla de otras.

Me gusta el chocolate, ¿a quién no? Cuando llegó a Europa causó furor su consumo y fue una moda preciada, y cara. No voy a ponderar sus virtudes, pues son de todos conocidas. En el momento de asignarle nombre científico, tal vez se exageró algo, y se le llamó Theobroma, es decir, alimento de dioses. No lo discuto, la verdad.

Pyrus
Hay un fruto, la pera, cuyo nombre científico es Pyrus. Realmente, si nos fijamos en su aspecto colgando del árbol, pocos discutirán su parecido con una llama. De ahí su nombre, pues pyrus en griego significa eso, fuego.

Tal vez sea sarcástico el nombre del eucalipto. Su nombre Eucaliptus, significa “perfecta sombra” en griego. Para dar sombra, los árboles han de tener las hojas en disposición vertical a los rayos del sol. Pero las hojas del eucalipto caen y, en el mejor de los casos, se presentan paralelas a los rayos solares. A pleno día, cuando más falta hace su sombra, el eucalipto no la da. Por eso, y con sarcasmo, su nombre.

El nogal en un árbol hermoso o, al menos, así me lo parece. No voy a hablar de su fruto, la nuez, con un amplio abanico de propiedades
Hojas de Juglans regia
desde médicas a culinarias. Por otra parte, su madera siempre ha sido muy preciada para muebles de categoría. Hay diversos tipos de nogal, cada uno con una madera de color peculiar. En cuanto a su calidad, todas ellas son excelentes. Su nombre hace referencia a esta alta calidad: Juglans regia.

Siempre me han gustado los arces. En otoño adquieren coloraciones muy vistosas, en verano dan buena sombra y su madera es apreciada en otros países. Su fruto es característico (se llama sámara) por su semilla alada, juguete del viento. Su hoja se parece a la del plátano de sombra, un árbol frecuente en los paseos de toda Europa y cuyo nombre no guarda relación ninguna con el bananero. A veces hay confusión entre las hojas de estos dos árboles de sombra, de modo que existe el Acer pseudoplatanus, (arce falso plátano) y el Platanus acerifolia(plátano con hoja de arce). Menos mal que los respectivos frutos nos sacan de confusión. El del arce es una semilla alada, y el del plátano una esfera que suelta vilanos en primavera. Por otra parte, el pecíolo de las hojas del arce es rojo. También hay diferencias en los respectivos troncos.
Platanus acerifolia

Acer pseudoplatanus











La primera planta que determiné como estudiante era una crucífera de nombre Capsella bursa pastoris, es decir, capsulita (en forma de) bolsa de pastor. Realmente, si observamos su fruto, vemos que el nombre es muy acertado.

Capsella y su fruto
Capsella y su fruto













Otra planta hebárcea, cultivada en jardines, es la que se llama Impatiens noli tangere (Impaciente, no la quieras tocar). Es una planta con cierto porte, hasta un metro de altura, y con mucha ramificación. Sus flores son menudas y producen un fruto alargado, como una vaina que, en la madurez, al mínimo roce con algo sólido, se abre y lanza sus semillas a cierta distancia. Por eso el nombre de “no la quieras tocar”.
Flor de Impatiens